El mercado necesita 8.000 técnicos y profesionales especializados en tecnologías de la información y comunicación (TIC).
Esta cifra salió a relucir en el estudio “El Mapeo Sectorial de Tecnologías Digitales 2014”, realizado por la Promotora del Comercio Exterior (Procomer) y la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic).
La alta demanda representa un desafío importante para Costa Rica, puesto que el país quiere colocarse como un lugar que ofrece servicios de alta tecnología.
Para estimular el talento que pareciera estar escondido, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) firmó un convenio de cooperación con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
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Las instituciones pretenden ir a la caza de las personas que se interesan por el sector TIC.
La iniciativa tiene entre sus objetivos construir el perfil de empresas digitales costarricenses capaces de ofrecer productos y servicios de alta calidad.
El proyecto representa un gran paso para establecer un monitoreo de la industria de tecnologías digitales a nivel país.
Pero para llegar a la industria y a las operaciones, primero se necesita tener una columna vertebral sólida, capaz de sostener el modelo. Esta es una fuerza laboral óptima y capacitada.
Aquí el INA entra a cumplir el segundo objetivo del convenio: formar a todo este capital humano que las empresas buscan hasta debajo de las piedras.
Para formar el talento, las instituciones también se fijaron en combatir las fallas estatales que hacen que el terreno esté empantanado y sea difícil salir de allí.
Desarticulación entre academia y sector productivo, así como la falta de inversión son parte de los baches.
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Alianza para el Empleo
El acuerdo permitirá la implementación de programas de capacitación, el desarrollo de nuevos proyectos técnicos enfocados a las necesidades actuales del mercado de las TIC y el aprovechamiento de los centros comunitarios inteligentes (CECI).
Marcelo Jenkins, jerarca del Micitt, y Minor Rodríguez, presidente ejecutivo del INA, fueron quienes le dieron luz verde al proyecto el 3 de marzo.
El convenio de cooperación está cubierto bajo el nombre Alianza para el Empleo.
La alianza nació con el impulso del Consejo Presidencial de Competitividad, Innovación y Talento Humano, el cual pretende estimular el desempeño tecnológico.
El país busca un mecanismo de gestión de acuerdos entre el Poder Ejecutivo y la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), organización que cuenta entre sus funciones la promoción del empleo y el desarrollo productivo.
La unión hace la fuerza y es por este lema que el Micitt junto con el INA llamaron al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, al Ministerio de Educación Pública, a la Cámara de Infocomunicación y a la Cámara de Tecnologías de la Información y Comunicación (Camtic), para que se sumaran a sus filas.
Talón de Aquiles
La estructura está construida, pero las empresas buscan a 8.000 profesionales.
Esta cifra representa una oportunidad considerable en un mercado laboral castigado con una tasa de desempleo que llegó al 9,2% en el tercer trimestre del año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
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El jerarca del Micitt explicó que, según los estudios que realizaron, Costa Rica enfrenta barreras que impiden la oferta de más profesionales en esta área.
El Ministro consideró que la capacidad limitada de las universidades de producir más profesionales en ciencias básicas e ingeniería, la falta de vocación de los estudiantes de secundaria por estas disciplinas y la brecha de género, son parte de los factores negativos.
Estas fallas no son detectadas solo a nivel nacional, ya que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también se pronunció al respecto. Para Costa Rica, es necesaria la actualización profesional y robustecer su plataforma tecnológica para entrar al grupo élite de la OCDE.
Una misión de este grupo visitó Costa Rica a finales de enero con el fin de acercarse y entender la realidad del país como parte del proceso de adhesión.
Pero con solo colocar el primer pie en territorio nacional, la OCDE encendió sus alarmas al conocer que el Gobierno costarricense le destina apenas el 0,56% del Producto Interno Bruto (PIB) a la tecnología. En otros países esta cifra supera el 1%.
Poca inversión, desarticulación entre la academia, sector público y privado, sumado a las carencias para desarrollar emprendimientos, son baches que están presentes en la realidad tica.
Las TIC piden a gritos ser atendidas, las empresas aún más.
El país busca la mejora de la competitividad mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
Es el momento para ingresar al nicho, una apuesta que le dará seguridad y tranquilidad a un sector que necesita del interés de las nuevas generaciones.
Atracción TIC
Internalización: Las compañías de tecnologías digitales instaladas en el país están orientadas a la atención del mercado interno. Hay evidencia de una tendencia creciente a incursionar en el mercado exterior por parte del conjunto de las empresas.
Estabilidad: La mayoría de las firmas expresan expectativas positivas con respecto al desempeño de sus ventas y exportaciones en el horizonte que se extiende del 2014 al 2016.
Naturaleza: La mayoría de las empresas disponen de un presupuesto para actividades de investigación, desarrollo e innovación. La mejora y el lanzamiento de productos y servicios son las actividades más comunes que desempeñan.
Mejora continua: La mayoría de las compañías disponen de presupuesto para capacitar a sus colaboradores y se distribuye con mayor intensidad en funciones organizacionales como la investigación.
Fuente Camtic.