Desde su celular, usted tiene el poder de hacer transmisiones en vivo, tal y como lo hacen las cadenas de televisión.
Periscope y Facebook Live son tan solo un par de ejemplos de canales con los que hacer live streaming, y depende solo de tener conexión a Internet y una cámara.
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Se podría pensar que utilizar estas aplicaciones es totalmente libre y que no podría tener problemas por grabar en vivo, pero no es así. Esta tecnología le abre paso a una lista de restricciones; el Internet no siempre es tan libre como se cree.
En eventos privados, como conciertos, películas, funciones de teatro y encuentros deportivos el organizador pude restringir el uso de móviles para este fin.
También hay limitaciones para grabar a personas sin su consentimiento o para referirse a marcas.
Derechos de autor, de marca, de imagen, de intimidad y de honor son tan solo algunos de los argumentos legales que cobijan a las transmisiones en vivo.
Aunque en Costa Rica aún no hay regulaciones que estipulen cuál es el uso del live streaming , debe tomar en cuenta que no en todo lugar ni en todo momento podrá usar esta tecnología.
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Poder de difusión
Hay una lista diversa de aplicaciones con las que se pueden hacer transmisiones en vivo, sin embargo, las que más populares en este momento son Periscope y Facebook Live.
Ambas están ligadas a redes sociales, por lo que se logra tener un mayor alcance.
Periscope nació en Silicon Valley. En noviembre del 2014 fue lanzada en su versión beta y ahí Twitter fijó su mirada y decidió comprarla.
La red del pajarito la adquirió por $100 millones y la catapultó en marzo del 2015.
Un año después, Facebook decidió seguir la tendencia y publicó su nueva función: transmisiones a través de Facebook Live.
No obstante, ¿pueden tambalear las grandes cadenas de televisión u organizadores de eventos privados ante estas tecnologías?
Dimensionemos el impacto que puede llegar a tener un video de estos. En el caso de Facebook, se reportan 1.591 millones de usuarios activos al mes, mientras que en Periscope, tan solo en su primer año de vida, logró 200 millones de transmisiones.
Las primeros pasos disruptivos que están dando estas tecnologías ya son visibles.
Facebook se apropió del terreno y anotó un gol con la primera transmisión de un partido de fútbol oficial a través de Facebook Live.
El juego se realizó el 28 de mayo anterior entre los equipos femeninos del Atlético de Madrid y Athletic Club y llegó a los cerca de 10 millones de seguidores con los que cuenta la página de La Liga española en la red social.
¿Será que esta red le robará el protagonismo a las televisoras?
Y como Facebook no conoce límites, su creador, Mark Zuckerberg, anunció la semana anterior la primera transmisión en vivo desde la Estación Espacial Internacional (ISS).
Son señales que indican que el streaming no se va a detener ni conocerá los frenos.
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Privacidad para live streaming
A pesar de la popularidad de estas señales, se debe tomar en cuenta que no siempre son permitidas.
Uri Weinstok, abogado de la firma BLP, explicó que estas aplicaciones no tienen una regulación específica, sin embargo, sí les aplican las reglas generales de cualquier tipo de comunicación o captación de imágenes.
El organizador de cualquier evento privado tiene todo el derecho de prohibir estas transmisiones ya sea por derechos de autor o imagen, por motivos técnicos, comerciales.
El abogado Mauricio París recomendó que sería conveniente que estas restricciones sean previamente conocidas por el consumidor, para que este no alegue desconocimiento.
Al realizar estas transmisiones, tome en cuenta que debe respetar los derechos de autor. Antes de transmitir cualquier contenido, debe asegurarse de que tiene la autorización para hacerlo.
Así lo explicó Luis Diego Barahona, director de PwC.
Barahona señaló que la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos protege a las obras, interpretaciones o ejecuciones y fonogramas de autores, artistas, intérpretes y productores.
Lo mismo sucede con los derechos de imagen. Para transmitir la imagen de una persona, se debe contar con su permiso. Esto aplica en todos los casos que la persona es reconocible, dijo Weinstok.
El derecho a la intimidad es otro aspecto, pues no se debe grabar el ámbito privado de una persona sin su consentimiento.
En la parte comercial, existen los derechos de marcas.
“Si se utiliza la aplicación para hablar de algún producto, no se debe dar la impresión de que se está hablando a nombre de la empresa, salvo que se trate de un vocero autorizado”, dijo Weinstok.
Lo que se diga a través de una transmisión tampoco debe afectar el honor de una persona u organización.
“El streaming es una tecnología, como tal no es legal ni ilegal por sí mismo, y no tiene que ser regulada en virtud del principio de neutralidad tecnológica”, manifestó Weinstok.
Sin embargo, al no existir regulación, no significa que se pueda hacer libremente, es parte de la responsabilidad en el manejo de Internet.