El sector de las tecnologías de información y comunicación (TIC) están ante buenas noticias: hay más profesionales en el mercado costarricense.
Si el ritmo de crecimiento se mantiene (11,7% anual), el país tardaría cuatro años en satisfacer la demanda actual de 8.000 profesionales dedicados a las áreas TIC.
La búsqueda de talento se ha convertido en una ardua tarea para quienes están involucrados en el sector.
Así lo indicó el Programa del Estado de la Nación (PEN) a través de su plataforma Hipatia.
Sin embargo, esta no es la salvación. Falta más por hacer.
La Cámara Costarricense de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic) consideró que hacen falta más esfuerzos para contar con una plataforma robusta que pueda soportar las presiones competitivas tanto a nivel nacional como internacional.
LEA: Sector TIC clama para atraer la atención de los técnicos
Más oferta, más demanda
Los graduados en las carreras de ciencia y tecnología presentan un crecimiento del 11,1% anual durante el periodo 2000-2014, seguidamente se posicionan las ciencias médicas con el 10,7%.
Por debajo están las ciencias exactas y naturales con el 7,5% y las ciencias agrícolas con 4,3% de crecimiento.
La plataforma Hipatia reunió los datos de 93.301 graduados, principalmente de universidades nacionales y en menor medida de profesionales que obtuvieron el título en el extranjero.
Las profesiones relacionadas con el área TIC son de las más solicitadas por las empresas de mayor expansión instaladas en las zonas francas.
Entre ellas destacan ingeniería industrial, ingeniería mecánica, ingeniería eléctrica y electrónica, de acuerdo con la Coalición Costarricense de Iniciativas para el Desarrollo (Cinde).
Los nuevos biotecnólogos son los que muestran el mayor crecimiento; en el 2014 se contabilizaban 1.614 graduados.
Los ingenieros industriales tampoco se quedaron atrás y para ese mismo año se reportaron 1.198 nuevos profesionales.Según el PEN, el dinamismo en estas carreras es lo que podría explicar el aumento pronunciado que hubo en la cantidad de graduados.
Si bien es cierto, hay más profesionales, estamos frente a una industria que no se detiene y que seguirá requiriendo de más herramientas.
Luis Carlos Chaves, presidente de Camtic, manifestó que si se supone que efectivamente en cuatro años el país va a producir 8.000 ingenieros adicionales (como explica el PEN), entonces para que no existiera un faltante, la industria debería tener un crecimiento de “cero”.
La necesidad de recurso calificado no va a estancarse, por el contrario, va a aumentar.
“Francamente no vemos posible con la generación actual de recursos y la inversión de las universidades públicas en este sector, que el faltante se cierre, más bien va a continuar aumentando”, aseguró Chaves.
Camino por recorrer
El sol no se tapa con un dedo y por eso se necesitan otras herramientas que contribuyan a asfaltar el camino hacia la economía digital basada en el conocimiento.
Los proyectos e inversión son parte fundamental.
LEA: Tecnólogos rezagados en investigación
Hipatia mostró que la carrera de ingeniería está rezagada en investigación, en compración con ciencias sociales, recursos naturales, artes y letras y educación.
Desde el 2013, tan solo el 44% de los tecnólogos se han vinculado con proyectos de investigación. Esta cifra se queda corta en comparación con las ciencias médicas, donde el 65% se ha relacionado con la exploración.
La escasa investigación va ligada a la falta de recursos económicos dedicados para fomentar la innovación.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) también detectó esta falla durante la misión que realizó en Costa Rica a inicios de este año.
LEA: Costa Rica debe invertir en innovación para tocar la puerta de la OCDE
El país invierte en tecnología tan solo el 0,56 del Producto Interno Bruto (PIB). En otros países esta cifra supera el 1%.
En ese momento, Gernot Hutschenreiter, jefe de la misión de la OCDE, afirmó que Costa Rica tiene el talento humano, pero su talón de Aquiles es la baja inversión en este campo.
Las TIC son un motor que promete no deternese aunado a un mercado hambriento y que pareciera no saciarse a corto plazo.