Necesita hacer compras en el supermercado o ir a clases después del trabajo, pero las presas hacen que lo piense dos veces antes de salir. La tecnología podría estar de su lado.
Hoy, un dron puede llegar hasta el patio de su casa con sus compras y los cursos lectivos se transmiten a través de una plataforma en Internet.
Se trata de tecnologías que ya están en el país de la mano de firmas como Go Pato, Go Pass, Ulacit y Workride, y que de forma directa o indirecta impactan las calles.
Aunque el objetivo principal de estas firmas no es atacar el caos vial, sí lo hacen de forma colateral, por ejemplo, un dron en el cielo equivale a un vehículo menos en la calle, así como las clases virtuales contribuyen a que los estudiantes no tengan que desplazarse y con la implementación del carpooling se pasaría de cinco vehículos a tan solo uno.
En el caso de Go Pass, ellos quieren fomentar el uso del transporte público gracias al pago electrónico y a una app que brinde información de los buses.
Sin embargo, hablamos de esfuerzos aún incipientes y con un futuro incierto marcado por políticas públicas que entorpecen su desarrollo.
Mientras, el caos vial impera. Una encuesta de la Contraloría General de la República en 2015 reveló que un 25% de las personas consultadas y que se movían en la Gran Área Metropolitana (GAM) reportaron haber invertido más de dos horas diarias para llegar a su destino.
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Pedidos caen del cielo
Go Pato implementará el uso de drones para realizar sus entregas, siempre y cuando no excedan los 3 kilos de peso y se encuentre dentro de una zona autorizada.
Los pedidos se realizan vía Messenger y el pato –hecho dron– aterrizará en el punto que usted le indique (en el patio o en la entrada de su casa).
La solución se traduce en un carro o una motocicleta menos en carretera.
José Navarro, fundador de Go Pato en Costa Rica explicó que mientras un dron recorre una distancia de siete kilómetros en tan solo 10 minutos, una motocicleta o un carro lo hace en tiempos de 40 y hasta 80 minutos, respectivamente.
Además, con los drones, la cantidad de viajes se reduce. En una motocicleta un “pato” puede hacer solamente una entrega por hora, mientras que un dron haría de tres a cuatro servicios en ese mismo tiempo.
Sin bien Navarro explicó que el 70% de sus pedidos se podrían hacer con drones, la adaptación de este servicio será paulatino, pues por el momento Go Pato cuenta con cuatro drones que serán ubicados solamente en puntos estratégicos .
La firma depende de afinar detalles de logística y de permisos por parte de la Dirección Nacional de Aviación Civil, por lo que los “patos” estiman que el servicio sea lanzado al público en unos tres meses.
Justamente, la legislación ha resultado ser la piedra en el zapato para los drones.
Hace dos años el país se cuestionó por primera vez la necesidad de regular el uso de los drones en suelo nacional.
Sin embargo, a la fecha, los cielos no están despejados para la operación plena de los vuelos.
Si bien en Aviación Civil se creó un proyecto de regulación para los remotely piloted aircraft (RPA) aún se afinan temas relacionados con las tarifas.
“Nos oponemos a que un proceso de certificación ineficiente, engorroso y de altos costos sea la barrera a los grandes beneficios de esta actividad”, alegó en noviembre del 2016 Roberto Gallardo Loría, presidente de la Asociación Costarricense de Operadores de Drones (Acodron).
Aparte del monto de la licencia que se estableció en unos $1.874, se exigen pagos de seguros y hasta un curso que son establecidos por las aseguradoras y las empresas autorizadas.
En el caso de los patos, para que sus drones estén en regla, necesitan que sus vehículos no tripulados cuenten con un número de matrícula, seguro, un plan de riesgo (en caso de algún imprevisto como caída o que se salga de la zona autorizada para volar) y notificar al ente regulador cada vez que un dron salga.
“Estamos de la mano con Aviación Civil, ellos están anuentes a ayudar y no tienen problema con el servicio”, acotó Navarro.
En otras legislaciones los procesos fluyen y los avances regulatorios avanzan sin entorpecer la actividad.
En Estados Unidos, un país señalado como referente, se optó por un registro en línea donde las empresas y personas pagan unos $5 para operar su aparato.
Buses más atractivos
De acuerdo con la Encuesta Actualidades de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), un 41% de las personas que trabaja a nivel nacional utiliza el automóvil como su principal medio para trasladarse, muy por debajo del 25,6% que utiliza el autobús para llegar a su centro de trabajo.
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Entonces, incentivar el uso del transporte público se vuelve un imperativo y Go Pass lo sabe.
Este emprendimiento nacional se nutre de cuatro productos con los que la línea de autobuses puede elegir cuáles utilizar.
El primero es el lector de cédulas para adultos mayores con el que se evita la duplicidad de identificaciones y contribuye a que el tiempo de abordaje sea más rápido. Con ello todos los datos serán enviados en tiempo real a la compañía autobusera.
El segundo dispositivo es el contador de pasajeros que sirve para tener un mayor control de la cantidad de personas que abordan los buses, así como las paradas en las que existe mayor uso.
También está un servicio exclusivo para los usuarios. Con la herramienta, quienes usen el servicio de buses podrán estar informados del horario de los autobuses, la ubicación de las paradas y las rutas para llegar a su destino. “La idea es reducir el uso del transporte privado ya que las personas podrán estar informadas”, señaló Isaac Portocarrero, fundador de Go Pass.
Por último, se encuentra la tecnología para implementar el pago electrónico con la ayuda de un sticker que se puede colocar en el celular, billetera o un llavero; el usuario lo único que deberá hacer es colocarlo frente al lector para hacer el pago.
En este punto, la compañía espera que para el segundo semestre del presente año la tecnología ya se haga visible en ciertas rutas capitalinas a través de dos alianzas que la firma estaría a punto de concretar.
Si hay algo que colecciona el país en el tema de la creación de un plan de cobro electrónico en transporte público son fracasos y atrasos.
El Gobierno insiste, desde el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), con la creación de un único sistema de pago en el país.
Para ello, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) confirmó que está trabajando en la elaboración, en conjunto con el MOPT, Aresep e Incofer, un convenio que le permita al país avanzar y concretar el proyecto de pago electrónico en el transporte público.
En una respuesta emitida a este semanario, la entidad agregó que “por estar en etapa de elaboración y definición de los alcances del convenio”, no podrían ahondar en detalles.
Sin embargo, el 23 de enero del 2014, ya las mismas instituciones habían notificado de la firma de un “convenio de cooperación para el desarrollo del proyecto de pago electrónico”.
En su momento, se aseguró que el documento pretendía favorecer la seguridad en los autobuses, a los usuarios, a los empresarios y a las entidades de regulación. Además, servirá para crear un banco de datos (cuántas personas viajan, horarios y rutas). Los resultados siguen en el tintero.
Con todos los tropiezos, y planes demorados, la idea del Gobierno es tener el proyecto andando en el 2018.
Otras soluciones
Otras alternativas tecnológicas también se suman al menú de un carro menos.
El carpooling es una de ellas, aunque la limitación de esta práctica es que coordinar con un grupo que tenga una ruta similar puede ser complicado.
Pero pensando en positivo, nacieron plataformas que sirven como punto de contacto.
Este es el caso de Workride, una plataforma móvil de carpooling dirigidas a las empresas y que estas incentiven el uso de transporte compartido entre los empleados.
Por el momento, la plataforma no está activa debido a que están en un proceso de rediseño de la aplicación para luego pasar a un plan piloto inicial.
Raúl Martín, fundador de Workride, explicó que han visto que la idea es aceptada.
“Cuando hablamos con potenciales clientes siempre es un tema que les interesa, y a nivel de usuarios potenciales que han visto el app , también les parece atractivo el concepto”, expresó Martín.
El fundador de la herramienta estimó que si todos los conductores hicieran carpooling una vez a la semana, habría un 20% menos de vehículos transitando.
Y los impactos tecnológicos podrían ir más allá. La Ulacit apuesta por fomentar la educación en línea y evitarle a sus estudiantes salir a las calles.
Silvia Castro, rectora del centro educativo afirmó que en esa modalidad se ofrecen los cursos del Master Business Administration y otras 11 especializaciones ejecutivas; todas aprobadas por el Conesup.
En el caso del MBA todos sus cursos son 100% virtuales, aunque también existe la opción de cursarla en modalidad presencial y ejecutiva.
“Hay una necesidad en los profesionales de mantenerse actualizados. Buscan una educación que se ajuste a sus exigencias de tiempo y disponibilidad, a través de entornos flexibles de aprendizaje”, señaló Castro.
Estamos hablando de solo cuatro soluciones, ahora imagínese todo lo que se puede desarrollar gracias al paso acelerado con el que marcha la tecnología.
Opciones que le facilitan la vida pero sin sacar su vehículo
Distinas plataformas tecnológicas impactan de forma positiva en el desorden vial que se vive en la GAM
Go Pato
Los patos que se encargan de realizar entregas luego de que sus usuarios vía Messenger hagan sus respectivos pedidos, una moto o un carro sale a la calle, pero ahora ellos quieren que parte de sus servicios se hagan con drones, pues estos recorren 7 km en tan solo 10 minutos, mientras que en otro vehículo se tardan desde 40 hasta 80 minutos.
Go Pass
Go Pass quiere impulsar el uso del transporte público a través de cuatro productos. Se trata de un sistema de monitoreo de pasajeros, uno para el control de pasajes de adultos mayores, una app con información de los buses y el de pago electrónico. Esperan que para el segundo trimestre de este año, ya puedan estar operando en ciertas rutas capitalinas.
Workride
Una plataforma para incentivar el carpooling, es en lo que está trabajando Workride. Se trata de una herramienta que puede ser aplicada en las empresas para incentivar el transporte privado compartido. De esta forma los empleados podrán coordinar horarios y rutas con el fin de ahorrar combustible, parqueo y descongestionar las carreteras.
Ulacit
Reciba sus lecciones sin tener que salir de casa o de su trabajo, esta es la forma de pensar de la Ulacit. Por esto ofrece su Master Business Administration y 11 especializaciones en modalidad virtual. La universidad cuenta con una plataforma en línea en la cual el alumno tiene acceso al material educativo y comunicación inmediata con el profesor.
Fuente: Consultas EF.