La falta de seguridad y las limitaciones de la infraestructura telefónica celular frenan la banca móvil en América Latina, pese a demanda de servicios financieros a través de estos dispositivos y redes.
"El mercado existente se encuentra sostenido únicamente por la buena voluntad de la población en adoptar nuevos métodos de gestión financiera, en donde los servicios móviles se muestran como una herramienta altamente eficaz", dice el reporte de la firma Omlis.
Omlis es una firma del Reino Unido, ubicada en Newcastlle y especializada en servicios de tecnología para los sectores financiero, de telecomunicaciones y detallista.
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La firma insistió que es necesaria la adopción de medidas para asegurar el cumplimiento de los estándares de protección contra el robo de datos y la delincuencia informática, una de las principales preocupaciones de los consumidores latinoamericanos.
Limitaciones en redes
Omlis indica que la alta penetración de los smartphones favorecen "altas tasas de participación bancaria", en especial en países como Brasil, Chile y Venezuela, donde ronda el 43% de los usuarios.
Incluso en Brasil, los usuarios llegan a consumir más de una hora almes en servicios bancarios móviles, por encima de Alemania (47 minutos) y Reino Unido (46 minutos).
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En la región los pagos móviles podrían ayudar, además, a las economías locales, tanto en las ciudades como en el campo, ya que conecta "económicamente" a sus poblaciones pues se convierten en el único medio de acceso a los servicios financieros básicos.
Sin embargo, en la región se tienen servicios telefónicos y de datos móviles limitados, pues falta mayor cobertura de las redes móviles de cuarta generación (4G), especialmente en regiones de baja rentabilidad para los operadores.
Seguridad
La confianza es clave para que la población tenga acceso a los servicios en línea, en especial a los financieros, y los peligros latentes para los usuarios frenan el desarrollo de mayor demanda.
Omlis advierte que cinco de los 10 países con mayores tasas de ataques en la Red están ubicados en la región (Ecuador, Guatemala, Bolivia, Perú y Brasil).
Incluso este último es el segundo país con mayores ataques a nivel mundial, "con una especial propensión de los troyanos bancarios", un software maligno (malware) que envía información del usuario al hacker.
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Normalmente estos troyanos vienen ocultos en correos electrónicos y que tienen algún atractivo o gancho para que el usuario que lo recibe lo abra y descargue, sin saberlo, el malware.
Omlis recalca que el canal móvil abre grandes oportunidades para la "inclusión financiera" en la región, en especial para poblaciones muy remotas, de la mano de las transferencias y de los pagos electrónicos gubernamentales (por ejemplo en programas sociales).