Desde Costa Rica se trabaja para dar vida a través de pequeños pero poderosos dispositivos creados a partir de la nanotecnología.
El nicho de las ciencias de la vida ha dado grandes pasos gracias al valor agregado que le genera al mercado de la salud.
Medicina regenerativa, impresiones 3D para tratamientos ortopédicos (prótesis por ejemplo), la creación de dispositivos médicos y adherencias para tejidos, son parte de los trabajos que dan esperanza a las personas que padecen alguna enfermedad.
La nanotecnología en Costa Rica se inició en la academia, y en los últimos 15 años se han formado grupos de investigación en las escuelas de Ciencias Naturales y de Ingenierías así como en laboratorios nacionales.
La tónica del trabajo científico en los últimos años ha sido más práctica y enfocada en tratar de buscar las aplicaciones que logren beneficiar al país con la ayuda de la alta tecnología.
Costa Rica ha visto el potencial que tiene esta industria y por esto impulsan iniciativas como la del cluster CRBiomed, el cual alberga a empresas que trabajan en las ciencias de la vida.
Nano escala
A niveles casi moleculares, se realiza el diseño y la creación de nuevos dispositivos y fármacos que ayuden a la medicina. Así funciona la nanotecnología.
El Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) es uno de los ejemplos donde se trabaja con precisión hasta el más mínimo detalle.
Parte de las investigaciones realizadas en el TEC se han centrado en desarrollar una nanoaleación de titanio, aluminio y niobio que lleve a la generación de nuevos dispositivos médicos. Un nicho que está altamente activo en el país.
Solo en lo que respecta a las exportaciones de dispositivos médicos, se mostró un crecimiento a un ritmo anual del 14,3% en la última década (de $580 millones en el 2005 a $2.200 millones en el 2015) y para el 2020, la Coalición de Iniciativas para el Desarrollo (Cinde) estima que lleguen a $5.000 millones.
También están estudiando compuestos naturales que sirven para la regeneración celular.
Este es el caso de las nanopartículas del propóleo que se distinguen por tener una mayor capacidad de atravesar la membrana celular y aplicarla en medicina regenerativa y en tejidos que favorezcan la reproducción celular.
Jorge Cubero, investigador de la Escuela de Ingeniería en Materiales del TEC, explicó que en el futuro se prevé que el desarrollo de nanorrobots o nanobiosistemas puedan reordenarse en la escala molecular para que pueda utilizarse en la reparación de tejidos, y para inmunizar y desinfectar zonas específicas.
Como parte de las aplicaciones del plasma en la nanomedicina, se ha logrado desarrollar polímeros impresos en 3D que sirven para crear revestimientos especiales en la industria de la ortopedia, así como para el crecimiento de tejidos o huesos.
La nanotecnología también se está utilizando para producir materiales que logren llegar de manera focalizada y menos invasiva a la región del organismo que necesita tratamiento.
Además se ha convertido en una fuente importante de tecnología para realizar terapias y diagnósticos avanzados que involucran mejores técnicas de imagenología y detección de enfermedades como el cáncer.
Campo fértilLa nanotecnología pertenece a la máquina que mueve a las ciencias en el país.
De la mano de 68 empresas que pertenecen a la industria de ciencias de la vida, se emplean a 20.000 personas de forma directa y a más de 8.000 de manera indirecta, según cifras de Cinde.
La solidez que muestra esta industria radica en el valor agregado que se le añade al mercado y a la evolución del talento humano.
Jorge Sequeira, director de la Coalición de Iniciativas para el Desarrollo (Cinde), afirmó que, hace unos 15 años, lo que se desarrollaba en el país eran dispositivos clase I, como por ejemplo, catéteres, mientras que hoy se confeccionan productos clase III, es decir, aparatos que se colocan dentro del cuerpo humano.
Precisamente por ese avance se creó el cluster CRBiomed, plataforma para potenciar a la industria de la vida.
Esta iniciativa contempla la concentración de compañías relacionadas con el sector para cumplir sus objetivos comunes.
El cluster comprende a las áreas de medicina, farma humana y animal, dispositivos médicos, tecnología alimentaria, biotecnología agrícola y de aguas.
Gabriela Couto, presidenta de CRBiomed, explicó que trabajan para formar una voz única que sirva para dialogar con el Gobierno y así facilitar el clima de negocios en cuanto a la investigación y el desarrollo.
Además, están interesados en participar en ferias internacionales con el fin de representar al país con el apoyo de organizaciones como la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) y Cinde.
“Buscamos motivar a jóvenes a realizar sus propios emprendimientos en esta área para complementar la inversión extranjera y crear un ecosistema más robusto en el país”, acotó Cubero.
Así es como la nanotecnología ve grandes oportunidades con estas iniciativas de negocios.