El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) deberá pulir su propuesta de Plan Nacional de Desarrollo de Telecomunicaciones (PNDT), ya sea antes de publicarla en La Gaceta en las próximas semanas para la consulta pública o para el documento definitivo.
En el borrador que presentó a finales de noviembre destacan varias interrogantes de fondo, así como errores de forma.
Se deberá puntualizar si la meta de 50% de los hogares con banda ancha (con al menos 2 Mbps) son las 186.703 que establece el Plan Nacional de Desarrollo de la administración Solís, con el cual el PNDT debe ser coherente, o se refieren a la mitad de las 1,4 millones de viviendas que hay en el país, según la Encuesta Nacional de Hogares.
También tendrá que atender inquietudes sobre la visión que postula, la inclusión de áreas que no pertenecerían al PNDT, la toma de posición sobre la neutralidad tecnológica y la ausencia de detalle sobre cómo se ejecutará.
Pese a estas observaciones, las cámaras del sector dicen oficialmente que la propuesta es “de alto nivel” y pautan por la cautela a la espera de la consulta pública.
“Consideramos que este es el proceder adecuado... para evitar enturbiar un proceso que se ha reactivado efectivamente y que consideramos, va por buen camino”, dijo Fabio Masís, director ejecutivo de la Cámara de Infocomunicación y Tecnología (Infocom).
Según el Micitt, el plan estaría listo en febrero, aunque el actual tiene vigencia hasta el 31 de diciembre.
Visión y enfoque
Cada PNDT debe trascender los gobiernos, para que no estén sujetos a propósitos electorales y para que se concentren en las necesidades y el futuro del sector, de las empresas y de la población.
En el borrador, del que EF tiene copia, varias metas tienen fecha límite el 2018 y el mismo viceministro de Telecomunicaciones, Allan Ruiz, reconoce que la visión planteada responde a los objetivos definidos “por la presente administración”.
Sobre esa visión también hay dudas, pues no postula cuál es la Costa Rica que se quiere en materia de telecomunicaciones, ni el lugar que se quiere alcanzar en esta materia a nivel global.
Además, se centra en un usuario que realiza trámites electrónicos, y no en uno que sea productor y consumidor de contenidos. Así deja de lado las necesidades de otros sectores, como la industria, las inversiones de alta tecnología y a los mismos operadores (más de 100 en una amplia gama de servicios, según la Superintendencia de Telecomunicaciones).
La falta de visión integral se refleja también en que el documento no clarifica para qué servicios, tecnologías y operadores se usará el espectro radioeléctrico que se recupere.
Ruiz respondió que a partir de la existencia de espectro disponible, “se sustanciarán los procedimientos de concesión”, previa realización de los estudios técnicos que están dispuestos en la Ley. Es decir, no está definido.
Este ítem no pasa inadvertido. “Es llamativa la cantidad de espectro que se plantea recuperar”, aseguró Juan Manuel Campos, de Ciber-Regulación, que se especializa en asesoría legal en telecomunicaciones.
Plazos
Es claro que si el primer PNDT se centró en la etapa de la apertura y que al nuevo plan –tal como se postula en su introducción– le corresponde la tarea de superar el “rezago tecnológico”.
El lío es el plazo en que se pretende resolverlo por las dificultades previstas.
En la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic) dicen que la propuesta tiene metas y objetivos “más realistas que el anterior”, pero que le falta la hoja de ruta.
“De momento, es un buen primer intento e insistimos en que tiene muy buen nivel”, recalcó Luis Amón Castro, vicepresidente de Camtic, quien sin embargo señaló que el plan “no tiene el nivel de detalle necesario para hacerlo operativo”.
Esto atentaría contra su realización, por el tiempo que se tarda en empezar a ejecutarlo y porque hay que designar responsables.
El logro de las metas también depende de los acuerdos que se logren entre instituciones, operadores y concesionarios. En temas polémicos como el ordenamiento del espectro, es posible que se llegue a los tribunales.
“La judicialización es uno de los riesgos eventuales”, admitió Ruiz. “El Micitt se propone efectuar un proceso ordenado, técnico, transparente y ajustado al bloque legal, de modo que las probabilidades de judicialización disminuyan, respetando el debido proceso y la condición jurídica de cada uno de los concesionarios”.
Hay otro factor que podría afectar el cumplimiento. Las entidades como el ente rector, la Superintendencia y Gobierno Digital son débiles. No tienen poder.
Hay consenso en que falta un rector fuerte y en las limitaciones que padece Gobierno Digital por funcionar como un departamento de uno de los operadores (ICE).
Los sectores empresariales reclaman que el reordenamiento del espectro es lento y que la transición a la televisión y a la radio digitales (aunque con fechas definidas) están muy verdes.
El mismo viceministro dijo que el plan se propone “fortalecer la institucionalidad”, actualizar la normativa y “diseñar e implementar” las políticas públicas.
Incluso, Ruiz recordó que se debe reformar el Plan Nacional de Atribución de Frecuencias (saldría a consulta pública en la primera mitad del 2015) y que eso incluye “el establecimiento de fechas” para la recuperación de espectro para el servicio móvil.
No necesariamente todo esto se podría lograr. “Hace dos años se hizo la estrategia de banda ancha, pero nunca se ejecutó”, advirtió Hannia Vega, exviceministra de Telecomunicaciones.
En otro plan
Entre las dudas sobre la propuesta está si temas como el reciclaje de electrónicos y Gobierno Digital deben incluirse.
En el primer caso, pues es materia del Ministerio de Salud y en el segundo porque la digitalización de trámites y servicios es resorte de otras áreas del Micitt, no de Telecomunicaciones.
Asimismo se cuestiona la concordancia con el Plan Nacional de Desarrollo de la administración Solís Rivera.
Esa hoja de ruta fue presentada hace semanas e incluía metas para el sector de telecomunicaciones que podrían no corresponder con las que se definan tras la consulta pública del PNDT.
Además, deberá resolver errores de la redacción de algunos ítems y metas, así como la incongruencia de que al inicio nombra tres “pilares” del plan (gobierno electrónico y transparencia, economía digital e inclusión digital), pero más adelante los denomina como “ejes”.
Y a los seis ejes transversales (transparencia, banda ancha y empoderamiento, por ejemplo) que indica al inicio, luego los denomina “líneas”.
En borrador
Visión y algunas metas del borrador del Plan de Telecomunicaciones:
Visión: Transformar a Costa Rica en sociedad con mejor calidad de vida.
Gobierno Electrónico:
-Duplicar trámites estatales automatizados y con acceso móvil.
-200 servicios con firma digital y a partir del 2016 nuevos desarrollos con certificado digital y “sello electrónico”.
-Red de coordinación para recolección de residuos electrónicos al 2018.
-70% de concesionarios de transporte público con servicio inteligente (2018).
-100% de Ebáis con expediente digital único de salud al 2018.
Economía Digital:
-Al menos 24 MHz de espectro radioeléctrico liberado.
-Televisión digital para 100% de viviendas al 2017 y radio digital al 2021.
-890 MHz de espectro para IMT en 2020.
-70% de pymes usando tecnologías para logística y 80% con comercio electrónico.
Inclusión digital:
-50% de hogares conectados a Internet de banda ancha (al menos 2 Mbps) al 2021.
-1 millón de nuevas suscripciones a banda ancha al 2021.
Fuente Micitt, Proyecto de PNDT.