
Existe una redmuy antigua. Existe desde hace más de 400 millones de años y está constituida por cientos de pequeños filamentos, parecidos a fibras ópticas, que se asocian con las raíces de las plantas y las interconectan unas con otras.
Esos filamentos son parte del cuerpo de hongos llamados micorrizas, que forman relaciones simbióticas con las plantas a su alrededor. No se conoce un organismo vegetalque no las tenga.
La planta le proporciona carbohidratos (azúcares) al hongo y a cambio, el hongo le permite explorar mayor volumen de suelo en busca de agua y nutrientes como fósforo y nitrógeno.
Las micorrizas pueden formar gigantescas redes que interconectan individuos de la misma especie y también individuos de diferentes especies. Incluso, sirve como plataforma de movilización de un nodo a otro.
Por ejemplo, el árbol madre le puede pasar nutrientes a las pequeñas plántulas (hijos)a su alrededor. Esto para ayudarlas a sobrevivir la intensa competencia por agua, luz y nutrientes que enfrentan en el bosque.
Asimismo en épocas de dificultad, como un periodo de sequía, una especie resistente puede prestar ayuda a otra especie afectada por medio de esta red.
Y porque la naturaleza es así, también hay especies de plantas que usan la red para robarle comida a otras, y otras que infectan con partículas virulentas la red, para eliminar individuos que le hacen competencia.
Nada nuevo.Así, lo que creemos serán desarrollos tecnológicos modernos, en realidad lo que harán seráimitar principios naturales probados por la naturaleza desde hace millones de años.
Por medio de esta columna, Conectados, rindo hoyun tributo a la naturaleza, fuente de ideas, soluciones e innovación.
Mucho podría aprender la sociedad de la internet natural: individuos y estrategias coexistiendo en sano equilibrio.