Los 600 empleados Centro Global de Servicios de Intel Costa Rica, en Belén, son el soporte para que toda la operación de 107.000 empleados pueda funcionar sin problemas en Costa Rica, Guadalajara, Brasil, Estados Unidos, China, en el mismo cuartel general en Silicon Valley y en otros sitios donde se tiene centros de manufactura y oficinas de ventas.
A ellos les corresponde realizar el calculo del costo y la rentabilidad de cada nuevo chip que se lanzará; la elaboración de los estados financieros que se presenta a los mercados y que firma su Chief Executive Officer (CEO), Brian Krzanich; y el manejo del 75% de las cuentas que se reflejan en sus estados financieros.
“Sin lo que hacemos acá, Intel se paralizaría”, dijo Marianella Urgellés, contralora de Intel Costa Rica y líder del Centro de Servicios Globales.
En diez años este centro pasó de realizar tareas meramente transaccionales a ser responsable de procesos que implican altos niveles de especialización.
“Hacemos cosas que transforman el concepto de los centros de servicios”, dijo Timothy Scott, gerente de Asuntos Gubernamentales de Intel Costa Rica.
VEA TAMBIÉN Timothy Scott: ‘De Intel Costa Rica saldrán los productos del futuro’
Así el impacto de Intel con su Centro de Servicios y el de Desarrollo e Ingeniería en la actualidad es más relevante en el proceso de innovación de la firma y la industria tecnológica global.
“Intel conserva en Costa Rica los elementos de un nuevo modelo económico de creatividad e innovación. Entramos a la era de la ‘mentefactura’”, recalcó Carlos Arguedas, economista de la Universidad Nacional.
VEA TAMBIÉN Megalaboratorio de Intel contratará a 250 ingenieros y técnicos
Labor invisible
Cuando Intel lanza a nivel mundial un procesador o chip, que revoluciona el funcionamiento de las computadoras o de nuevos dispositivos como los de la tecnología del vestir ( wearables ), hay un empleado local que revisó muchas veces (“miles de veces”) toda la información de ese producto incluso antes que los altos ejecutivos y el CEO aprueben su producción.
Para la fabricación de ese chip los empleados costarricenses han tenido que calcular el presupuesto, costo y rentabilidad; determinar la localización de los ingenieros, su entrenamiento y traslado de la planta de un país a la de otro; y definir la logística y el suministro de la materia prima.
Incluso se debe estar pendiente de los 400.000 equipos de la firma y de las diferentes legislaciones que deben cumplir en cada país donde se encuentran.
Lo mismo pasa con la preparación de los estados financieros a cargo de los empleados del área de finanzas. De su precisión, veracidad y cumplimiento de las regulaciones depende la posición y la credibilidad de la compañía ante los accionistas y el mercado.
Otra labor es la reevaluación del inventario mensual de cada uno de los miles de productos de la firma en todos las plantas y puntos de distribución. Esta tarea va enfocada a garantizar la disponibilidad de producto a los ensambladores de dispositivos marca Lenovo, HP y Apple.
Caza talentos
Ahora que la empresa está enfocada, en tecnologías como Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), el área de recursos humanos, ubicada en Costa Rica, debe identificar cuáles son los estudiantes de ingeniería en las universidades de diferentes países y los ingenieros más adecuados para los proyectos de la empresa. También debe ver cómo reclutarlos, establecer planes de compensación y carrera en la firma.
Los costarricenses también intervienen cuando Intel decide comprar una firma tecnológica con la revisión de las cuentas de la empresa a adquirir y definiendo la integración del personal, finanzas y operación.
Desde acá se paga a 56.000 empleados de Intel en América ($8.000 millones anuales), incluido el CEO.
“Es un trabajo que no se ve, excepto si pasara algo. Nuestro objetivo es permanecer invisibles”, afirmó Jancy Castro, líder del Área de Finanzas del Centro de Servicios.
El avance a una mayor especialización ha implicado contar con personal de mayores competencias incluyendo científicos de datos, en campos muy complejos para operaciones en Asia, Europa y América.
“Es una alta complejidad que se ha edificado en el tiempo”, dijo Frank López, líder del Área de Recursos Humanos del Centro Global de Servicios.
El objetivo es seguir asumiendo tareas y diversificar la labor de este centro. El próximo año se unirán nuevas áreas como mercadeo y ventas, con unas 15 plazas, cuya tarea es precisar los precios y descuentos a los fabricantes de computadoras y equipos.
El paso del tiempo
Datos claves de Intel Costa Rica:
Inicio: La planta de manufactura se inauguró en 1997 y cerró en 2014. En 2005 instaló el Centro Global de Servicios. Llegó a tener 2.700 empleados.
Operación actual: Desde finales del 2014 se instaló un Centro de Desarrollo e Ingeniería, que incluye un megalaboratorio. En octubre del 2015 se sumó la nueva unidad denominada Client Computing Group (CCG), que se enfoca en las plataformas de tabletas y computadoras.
Planilla actual: En total tiene en Costa Rica más de 1.900 empleados; 600 son del Centro Global de Servicios.
Líneas: El Centro Global de Servicios opera con tres grupos (recursos humanos, finanzas y compras) y 20 líneas de servicios para 40 países.
Fuente Intel Costa Rica y archivo EF.