Los cambios en el mercado de telefonía móvil hace inevitable el paso del cobro de Internet móvil por descarga de datos.
Sebastián Cabello, director regional de GSMA, asociación global de operadores y fabricantes, señaló que actualmente se está viviendo transformaciones en la demanda de servicios, en el mercado de dispositivos móviles y en el campo tecnológico.
Las transformaciones obligan a nuevos modelos de tarifas y de regulación. Cabello aseguró que en América Latina hay avances, pero que en el istmo centroamericano —incluyendo a Costa Rica— hay un rezago.
En la demanda de servicios el cambio consiste en que los usuarios —en especial los jóvenes— están dejando de utilizar los servicios de voz y los mensajes cortos de texto (SMS). En su lugar, utilizan los servicios de datos o de Internet móvil.
"Es necesario cobrar por los datos", insistió Cabello.
Incluso los nuevos servicios de voz de alta definición a través de las redes de cuarta generación (4G), con tecnología LTE, que se desplegarán en el 2016 serán vía datos.
Cabello aseguró que en todos los mercados se están ofreciendo paquetes de hasta 1 GB. Aunque se agregan SMS y minutos de telefonía ilimitada en los paquetes, las operaciones de las compañías de telefonía móvil se están concentrando en la oferta de datos.
El especialista advirtió que en Costa Rica no se ha dado ese paso en el servicio de postpago, lo que afecta el modelo de negocios —los ingresos— de los operadores.
Actualmente en el servicio de prepago se cobra por descarga. Para postpago la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) tiene planteada una propuesta para que los usuarios escojan entre un servicio de Internet móvil por velocidad y uno de cobro por descarga de datos (que tendría el aliciente de ofrecer más velocidad a los usuarios).
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Cabello también insistió que los operadores se ven amenazados por los servicios de mensajería y de comunicación gratuitos que se ofrecen a través de Internet. Este sería el caso de Skype, Messenger o de WhatsApp, por ejemplo.
La transformación del mercado también está llegando a los fabricantes de teléfonos. "En un teléfono inteligente hoy es muy poca la innovación que se puede introducir", advirtió Cabello.
Por eso los cambios se están viviendo en los canales de distribución, aparte de la mayor oferta de dispositivos inteligentes en baja y media gama y de marcas que tienen mucho empuje global, como Huawei o Xiaomi.
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La mayor demanda de servicios de datos ha permitido el avance en las redes 4G LTE y los procesos de otorgamiento de frecuencias para servicios avanzados de telecomunicaciones.
Sin embargo, Cabello advirtió que los gobiernos no deben ver la concesión de frecuencias como un botín para obtener ingresos fiscales. Si incrementan el costo de las bandas en forma desproporcionada, puede darse el caso —ya ocurrió en África— que ningún operador concurse por espectro.
Cabello insistió que los modelos de regulación y los órganos encargados deben ponerse al día, especialmente en América Central.
En América Latina actualmente hay 715 millones de conexiones móviles, incluyendo 21 millones de conexión de máquina a máquina (para Internet de las cosas o IoT) y 331 millones de usuarios únicos.
Según la GSMA hay 52% de penetración móvil. De los usuarios actuales, 43% utiliza smartphones.
Para el 2020 se espera que en la región latinoamericana se alcance 862 millones de conexiones, 382 millones de usuarios únicos, una penetración de 57,5% y 59 millones de conexiones de máquina a máquina (M2M).
Cabello resaltó como ya hay un significativo avance en 4G en la región latinoamericana.