Con el auge del big data y la necesidad que tienen las empresas de sacarle el jugo a la información que se origina a partir de sus operaciones, nació un profesional: el científico de datos.
Esta persona es como un minero, encuentra el oro dentro de las ásperas y robustas paredes cubiertas de información difusa.
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Es un híbrido entre matemática y estadística, en el que domina la programación y sus diferentes lenguajes, así como las ciencias de la computación y la analítica.
A simple vista parece que es un profesional difícil de encontrar. Efectivamente lo es.
En Costa Rica ya hay avances en cursos de analítica y data, sin embargo todavía la oferta académica es reducida.
Entre números y comunicación
El aluvión de datos que traerá la Internet de las cosas, sumado a los registros que ya se generan, formará un océano de información en el cual las empresas navegarán o naufragarán.
A raíz de la urgencia de ser competitivos e inteligentes con el uso de esta información a veces dispersa o guardada en bases, la analítica vino a reacomodar estos caudales y usarlos para cosechar ventajas competitivas.
Aunque una empresa se arme con el software de punta, requerirá de un experto para encontrar las métricas que brinden más iluminación en el diseño de la estrategia corporativa.
Se trata de una mezcla poco convencional pero muy útil, pues la ciencia de datos viene para generar matices de innovación.
Un científico de datos puede provenir de carreras como ingeniería, administración o técnico en computación.
Daniel Vásquez, consultor de Inteligencia de Negocios de Oracle en Centroamérica, explicó que esta figura se encarga de encontrar valor en los datos en beneficio del negocio para apoyar los objetivos empresariales.
Por ejemplo, si una meta de la organización es aumentar las ventas, el científico de datos investigará entre la información existente por medio de sus herramientas y buscará cómo atraer más clientes o cómo hacer que los consumidores sigan siendo fieles a la marca.
La clave está en los patrones de consumo, gustos, preferencias, comentarios e interacciones.
Y no se trata solo de las bases de datos, también son importantes las redes sociales, correos, facturas e incluso imágenes.
Formación extranjera o digital
Existen maestrías y posgrados enfocados específicamente en la ciencia de datos en universidades como Berkeley en California y Harvard en Massachusetts.
Sin embargo, también se puede recibir capacitación a través de plataformas digitales como Coursera o EDX.
Coursera es una plataforma de educación virtual gratuita y masiva que comenzó a operar en octubre de 2011 y fue desarrollada por académicos de la Universidad de Stanford.
A través del sitio web se consumen videos de clases magistrales con una duración de entre los 8 y 10 minutos realizadas por profesores de ciencia de datos. Luego se trabajan quizes y ejercicios prácticos.
No hay exámenes formales y en el curso se brinda el software necesario.
También se realizan misiones aplicadas en el mundo real para poner a prueba el conocimiento.
Al concluir el programa, Coursera emite una acreditación en caso de que el estudiante haya cumplido con los requisitos para aprobar.
Además, Coursera ofrece un título de especialización a quien apruebe un compendio de cursos sobre análisis de datos diseñados en conjunto con la universidad Johns Hopkins.
El mismo proceso se realiza en EDX. La plataforma fue fundada por la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts y ofrece enseñanza dinámica a través de la web.
En Costa Rica lo más cercano es la especialización en tecnologías de bases de datos, impartida por el Centro de Formación en Tecnologías de Información y Comunicación (Cenfotec).
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Según la Universidad, la carrera ofrece la oportunidad de profundizar en dos campos de especialización: la Administración de Bases de Datos y la Inteligencia de Negocios.
La Administración de Bases de Datos tiene que ver con aspectos ambientales, operacionales e históricos de una base de datos.
Estos administradores velan por la calidad, confidencialidad e integridad que está almacenada.
Mientras que la Inteligencia de Negocios es una disciplina que pretende convertir los grandes volúmenes de datos de las organizaciones en conocimiento útil y estratégico para tomar las mejores decisiones.
Las empresas con buenas estrategias de big data emergerán rápidamente en el mercado, ya que tienen las herramientas para extraer el valor a los datos.
A esta profesión se le vaticina como una de las más importantes y requeridas para este año, pues es una tendencia que va de la mano del big data.
“ Dado que la tecnología ha bajado de precio y el perfil de un científico puede ser creado a través de la web, la presencia de este rol en las empresas crecerá a mediano plazo”, estimó Vásquez.
El científico de datos promete encontrar el oro dentro de su empresa, solo tiene que empezar a perforar las bases rocosas de sus plataformas, las cuales podrían estarse desperdiciando.