Las empresas le perdieron el miedo a usar servicios de software y avanzaron a aprovechar otras modalidades de la computación en la nube: plataformas e infraestructura. En todos los casos, en especial en este último, hay varias condiciones por comprobar.
Con los servicios de software (SaaS, por sus siglas en inglés) como correo electrónico y otras aplicaciones corporativas a través de Internet, las empresas ganaron confianza y pasaron a crear más aplicaciones con las plataformas en la nube (PaaS), como con Azure, de Microsoft.
El siguiente paso es hacia servicios de infraestructura (IaaS). Aquí, usando un acuerdo de disponibilidad de servicio (SLA), se contrata la infraestructura (servidores y almacenamiento) a un centro de datos externo, a cambio de un pago mensual. También se puede alquilar redes y hasta computadoras de usuario final.
La ventaja es que con IaaS es posible ajustar la capacidad contratada según las necesidades de la empresa, aumentándolos en las temporadas altas y reduciéndolas en los de bajas ventas. Con el modelo tradicional de comprarlo todo, la empresa asume los costos y en temporadas bajas se queda con recursos ociosos.
“En Costa Rica, ya gran cantidad de empresas tienen servicios”, aseguró Julio Castilla, presidente del Grupo CMA.
“ El mayor temor –agregó– es de algunos gerentes de tecnología de información, que se aferran al control de su infraestructura. Con el tiempo, irán cambiando o serán cambiados por las necesidades de competitividad que tienen las empresas”.
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En qué fijarse
La evolución a IaaS es un proceso de varios cuidados.
La regla general es que la migración a la nube se define según las necesidades, recursos, naturaleza y operación de la empresa. El resultado final debe ser un esquema que garantice la disponibilidad de los recursos de cómputo y la seguridad que se requiere.
Por encima de estas generalidades, los servicios de nube exigen datacenter con más densidad de energía por metro cuadrado. También que tengan más automatización y gestión inteligente, así como personal con las competencias (aptitudes y actitudes) para garantizar la operación.
Fernando García, director general de Ingenium, firma de asesoría, explicó que antes se diseñaban centros de datos con una potencia de 1–2 kW por metro cuadrado y de 3–5 kW por rack (torres donde se colocan los equipos). Con los servicios en la nube, esas densidades aumentaron a 4–6 y 8–15 kW, respectivamente.
“Eso representa un reto desde el punto de vista de la climatización y la eficiencia en el consumo de energía”, dijo García.
Los centros de datos también deben tener capacidad para escalar (brindar más espacios en servidores o en almacenamiento, por ejemplo) de acuerdo con la demanda en tiempo real. Y deben cumplir en disponibilidad, continuidad y protección de los datos.
Los requerimientos que su empresa exige y que negocia con el proveedor deben quedar por escrito, con métricas y penalidades en caso de incumplimiento.
“Los clientes deben enfocarse en los acuerdos de niveles de servicio que ofrece el proveedor”, insistió Lorraine López, directora del departamento de gestión y procesos de Data Center Consultores, firma especializada en este campo. “Muy pocos contratos o acuerdos establecen niveles de servicio de clase mundial”.
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Más que costos
Los números cuentan, por supuesto.
Con IaaS no debe recurrir a un gasto de capital (que tendría un retorno de 3 a 5 años) y solo debe fijarse en el costo operativo mensual. El ahorro que a obtener se estima entre 30% y 70%.
En esos cálculos, considere el costo total de propiedad (TCO) de tener su propio datacenter , donde debe tomar en cuenta los gastos en equipos, red y sistemas, mantenimiento, soporte, desarrollo, gestión y capacitación de personal, entre otros.
Sume eso y compare con el costo de contratar servicios de infraestectura, donde más bien aprovecha las economías de escala que le ofrece el proveedor.
Adquirir servicios de infraestructura también debe responder al análisis en la cadena de valor, de los procesos, de la tecnología, del personal, del impacto en el negocio y de riesgos. En este caso, para prevenir que una posible interrupción imprevista de los servicios afecte las operaciones.
Considere, además, que IaaS le permite a la empresa tener tecnología actualizada, pagar por los recursos realmente usados, y obtener servicios de datacenter de mayor rendimiento, seguridad y disponibilidad.
Así el personal de tecnología de su empresa se puede enfocar y concentrar en los proyectos tecnológicos del negocio, no en andar arreglando servidores o conexiones de red. “La idea es que un proveedor lo pueda hacer mejor y más eficiente”, dijo Francisco Montesinos, gerente de ventas de GBM Costa Rica.
Preparación
¿Cómo debe prepararse para aprovechar servicios de infraestructura?
Momento ideal: Cuando tenga que renovar servicios y almacenamiento, el centro de cómputo o al implementar una solución que implica contar con nuevos equipos.
Busque proveedor: Mire proveedores y fíjese en las condiciones, experiencia, si tiene tecnología de última generación, historia de disponibilidad, certificación (TIER III o IV), madurez de operación y garantías.
La letra menuda: Establezca y firme un acuerdo de nivel de servicio (SLA) donde se establezcan las condiciones mínimas que debe cumplir el proveedor. La idea es que dé más de eso.
Al día: Asegúrese de contar con las versiones actualizadas de sistemas operativos, bases de datos, controladores de dominio y aplicaciones.
Asesoría: La asesoría es necesaria para definir las etapas para evolucionar a IaaS, pues cada empresa es diferente. No hay una receta a seguir.
Fuente CMA, Datacenter, GBM y Ingenium.