El año pasado, la relacionista pública y mercadóloga Milena Hidalgo Durán vivió una etapa de su vida en la que “no tenía pasión por nada”.
Decidió buscar algo que la entretuviera y, luego de matricularse en varias clases, logró encontrar en el lettering un pasatiempo que realmente la llena y que se convirtió en su negocio Bejuque.
Hidalgo cuenta que llegó un momento en el que hacía todo por hacerlo, “como un robotcito”.
“Usted se baña, se alista, pero como que va en automático”, narró.
Como es amante de la lectura, empezó a leer el blog El universo de lo sencillo, del autor español de desarrollo personal Pablo Arribas.
Cuando él lanzó su libro, ella lo adquirió y, al leerlo, vio que el autor planteó que podían escribir algo al respecto en una red social y poner el hashtag o etiqueta #EUDLS, en alusión al blog y libro.
Milena escribió una publicación en Facebook con el hashtag y, sorprendentemente para ella (dice que “casi me muero”), el escritor la contactó.
El descubrimiento de un nuevo mundo
Entonces, empezaron a conversar en línea y ella le contó que se sentía apática.
Él le aconsejó que para salir de la apatía había que obligarse a hacer cosas nuevas.
“Nuestro ánimo funciona en espiral. Mientras menos haces, menos te apetece, pero también a la inversa. Mientras más empieces a hacer, más ganas tendrás y más disfrutarás...”, le escribió Arribas, quien la motivó a buscar alguna actividad que le apasionara.
Así fue que la joven de 25 años se matriculó en cursos para hacer terrarios. Luego en otro para hacer flores de papel, en lecciones de portugués, en clases de artes con pincel, hasta que conoció el lettering y quedó totalmente enganchada.
El lettering es el arte de dibujar letras en diferentes superficies.
Milena lo hace en pizarras, paredes, espejos y madera.
“Me encantó, me obsesioné demasiado y empecé a hacer, hacer y hacer”, recordó la emprendedora, quien también tiene conocimientos en diseño gráfico.
Milena comenzó haciendo trabajos en pizarras para su círculo cercano: primero para su hermana, luego para su mejor amiga, una compañera de trabajo le pidió otra, después una amiga para su boda. Llegó un momento en que los pedidos eran muchos.
Su amiga la impulsó a abrir una página en Facebook de Bejuque, lo que le ha permitido ganar más clientes, como cafeterías, restaurantes, sodas, negocios que elaboran jabones artesanales, chocolaterías y también hace trabajos para bodas.
La emprendedora se divide entre su trabajo a tiempo completo en el área de mercado de la British American Tobacco y Bejuque.
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Aprovecha las noches, madrugadas y fines de semana para realizar los encargos que le piden.
Ella señala que en sus trabajos busca siempre la personalización, de acuerdo con los gustos y la historia de cada cliente.
Primero hace un arte digital que el interesado aprueba y, para plasmar las letras y diseños, utiliza tiza normal, tiza líquida o pintura acrílica.
A mediano plazo, probablemente en el 2018, la emprendedora espera dedicarse de lleno a Bejuque.
Su consejo para los emprendedores es que definitivamente para construir los sueños hay que trabajar, hay que sacrificar, hay que desvelarse.
“Van a haber muchas personas que te van a decir: ‘No lo hagás, es tu salud, es tu vida social, no hagás esto’. Pero, es necesario hacerlo, si realmente querés, tenés que esforzarte para lograrlo. Hay que tener perseverancia”, concluyó.