
El Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) es un mecanismo de financiamiento para emprendedores, micro, pequeños y medianos empresarios de todas las actividades productivas, que está basado en la ley del mismo nombre (Ley Sistema de Banca para el Desarrollo).
Esta norma –que data del 2008- se reformó el año anterior y su reglamento entró en vigencia el 9 de marzo de este año.
Las personas interesadas en acceder a los créditos pueden tener o no garantías que respalden su crédito; especialmente resulta un instrumento útil para aquellos que no las tienen del todo.
De acuerdo con Welmer Ramos, ministro de Economía, Industria y Comercio, a través del SBD se pueden financiar proyectos que no son sujetos de crédito en el sistema de banca comercial. Eso sí, deben ser viables desde el punto de vista económico, técnico y financiero, es decir, no debe tratarse de simples ideas sino de iniciativas que tengan potencial verdadero.
El sistema cuenta con un fondo de fianzas, a través del cual se avala a los interesados para que puedan convertirse en sujetos de crédito.
Funciona de esta manera: de sus fondos propios, el sistema tiene un monto de dinero apartado para fiar a ciertos empresarios que no tienen garantías. Esos fondos se canalizan a través de diferentes entidades autorizadas.
Si la persona no paga la deuda a los bancos o entidades que le den el crédito, el sistema le cancela a la entidad hasta el 75%, es decir, responde por el deudor. Pero, la idea no es llegar a eso, sino que la persona honre la deuda como se debe. De lo contrario, el SBD accionará los mecanismos correspondientes para que el deudor le pague.
“Banca para el Desarrollo lo que quiere es que la gente tenga acceso al dinero a una tasa baja, a una tasa accesible y en los plazos adecuados (según las condiciones del proyecto)”, dice el ministro, quien preside el Consejo Rector del SBD.
¿De dónde viene el dinero?
El dinero del SBD para otorgar los créditos se origina de tres fondos:
-Fideicomiso Nacional para el Desarrollo (Finade): son los recursos propios del Sistema de Banca para el Desarrollo, que se emplean para la emisión de avales y para otorgar servicios de desarrollo empresarial y otras facilidades. Este fondo ha otorgado financiamiento a alrededor de 33.000 individuos y pequeñas empresas. A junio del 2014, tenía ¢111.006 millones.
-Fondo de Crédito para el Desarrollo (FCD): el dinero de este fondo no es del Sistema de Banca para el Desarrollo propiamente, sino que pertenece a los bancos privados, pero el Consejo Rector del SBD debe aprobar los programas y las condiciones. Aproximadamente, se trata de ¢280.000 millones, calcula Ramos.
Este fondo se origina de lo que se conoce como peaje bancario, que corresponde al 17% de las captaciones a 30 días o menos que los bancos privados deben trasladar a los estatales, según el artículo 59, opción i) de la Ley Orgánica del Sistema Bancario Nacional.
Esa ley también otorga la posibilidad a los bancos privados de prestar el 10% de sus captaciones a 30 días o menos directamente y abrir cuatro sucursales fuera de la región central. Esta es la opción ii) de la mencionada ley, pero ningún banco había usado esta alternativa. Eso cambiará y en los próximos meses este fondo entrará en operación.
Este fue precisamente uno de los aspectos que se abordó en la nueva normativa, pues anteriormente una serie de inconvenientes impedían su uso.
-Fondo de Financiamiento para el Desarrollo (Fofide): los recursos tampoco son propiamente del Sistema de Banca para el Desarrollo, sino que pertenecen a los bancos públicos (corresponden al 5% de sus utilidades). Al igual que en el caso anterior, quien aprueba los programas es el SBD. A junio del 2014 contaba con ¢41.652 millones.
¿Cómo acceder a un crédito?
Los empresarios que tengan proyectos viables y que estén interesados en obtener financiamiento de estos fondos, pueden acercarse a los bancos del Estado, a las cooperativas, o a los entes certificados por el sistema y presentar los requisitos que les soliciten para acceder a los préstamos.
Hay 38 entidades activas (y 6 inactivas) que tramitan fondos y avales y pronto habrá nuevos programas de financiamiento, uno de ellos planteado por el primer banco privado que brindará créditos: el BAC San José.
Las entidades que actualmente ofrecen los créditos son Acorde, Adri, Apiagol, Banco de Costa Rica, Banco Popular, Bancrédito, Banco Nacional, Bandecosa, Coocique R.L, Financiera Desyfin, Mucap, Coonaprosal R.L., Coopeagri R.L., Coopealianza R.L., Coopeamistad R.L., entre otros.
Los programas incluyen microcréditos, crédito y avales, descuento de facturas, créditos para la agricultura, créditos para la ganadería, créditos para proyectos de mujeres, etcétera.
De acuerdo con el jerarca de Economía, el SBD ofrece también una serie de servicios empresariales, dentro de los que se incluyen capacitación para que los empresarios hagan su plan de negocio, manejen su contabilidad, calculen costos y mercadeen su producto.