Hace más de 80 años, Adrián González Cignetti, un inmigrante de raíces italianas y españolas nacido en un barco en Maracaibo (Venezuela), llegó a Costa Rica y montó su pequeño taller de piso de tierra, en Barrio México.
Hoy es una empresa formalizada, que vendió a instituciones estatales en Costa Rica y actualmente –en manos de los nietos de don Adrián– exporta a varios países caribeños.
Don Adrián inició con un taller de carpintería y ebanistería donde elaboraba algunos muebles por encargo y principalmente escaleras de madera.
Todo su trabajo se realizaba manualmente, pues él no creía en el uso de herramientas avanzadas o maquinaria.
Con su esfuerzo y ganancias que alcanzaba de la venta de sus productos, pudo matricular a sus hijos en escuelas y colegios y sobrevivir.
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La aversión de don Adrián a las tecnologías cambió cuando su hijo Luis Gerardo regresó de Estados Unidos, con su esposa Marilyn Ann Rozmenoski.
Ellos empezaron a ayudarle en el negocio.
Luis Gerardo empeñó una grabadora y otros artículos y compró una canteadora de cuatro pulgadas. Con ella se le da una mejor forma a la madera.
Don Adrián solía hacer ese trabajo con un cepillo de mano. A pesar de que le quedaba muy bien, la labor era más lenta.
La canteadora fue la primera máquina que tuvo la empresa.
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Más rápido
Aunque don Adrián no ocultó su molestia por esta adquisición, se dio cuenta de que el trabajo era mucho más rápido y así fue como entendió que no podía cerrarse a la tecnología.
Luego se introdujo otro equipo y el taller se fue modernizando.
Luis Gerardo también quiso formalizar la empresa, pues él deseaba participar en licitaciones y hacer otros trabajos más grandes.
En noviembre de 1971 nació Industrias González S.A., conocida como Mueble América.
Por varios años la empresa le vendió escaleras de madera al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y a ferreterías.
A medida que el negocio crecía, ya no era posible dar abasto con solo dos personas trabajando.
Por eso, Luis Gerardo propuso traer empleados.
Pero don Adrián creía que tener trabajadores era un problema, ya que podían venir con malas mañas.
Finalmente accedió y contrataron personal.
La empresa también incrementó su espacio y se fue transformando en una pequeña industria.
Esto trajo consigo quejas de los vecinos, pues había mucha maquinaria, madera y gente.
Por ello, decidieron alquilar una nave industrial en Paso Ancho, por la terminal de buses.
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Diversificación
La empresa decidió diversificarse y trabajar otro tipo de mobiliario, pues las escaleras de madera ya no eran tan usadas y el ICE ahora prefería aquellas de otros materiales.
Comenzaron a confeccionar puertas, incluyendo de celosía para clósets.
Posteriormente, a partir de los años 80 empezaron a trabajar muebles modulares, para cocina y de uso residencial.
Su evolución les posibilitó adquirir terrenos en Guachipelín, Escazú, donde construyeron su edificio, en el que operan actualmente.
A partir de 1990 se incorporó a la empresa Luis Adrián, hijo de Luis Gerardo, quien cuando era pequeño solía jugar con sus amigos en aquel piso de tierra y hacer patinetas con los sobros de madera.
Con Luis Adrián se incorporaron computadoras y nueva tecnología en la empresa para hacer cálculos, realizar los diseños de los muebles y mejorar el desempeño de la operación.
Igualmente, sus hermanos Adrián Enrique y Michael se unieron a la empresa y actualmente laboran en ella. El primero se encarga de la parte de producción y el segundo de las exportaciones.
Con la nueva generación
En el 2002, a la edad de 103 años, don Adrián falleció y con el tiempo Luis Gerardo, hoy de 71 años, disminuyó su actividad en la pyme.
Marilyn sí continúa de forma más activa y desde su casa se encarga de las finanzas de la pyme, que actualmente tiene 21 trabajadores.
Tras la crisis del 2008 ─la cual les afectó, pues tenían muchos clientes que se dedicaban a construir viviendas─ se enfocaron más en fabricar muebles para oficinas, entidades financieras y empresas.
Dentro de sus productos se encuentran sillas, escritorios, mesas de conferencias, cubículos y estaciones de trabajo.
Utilizan diversos materiales como melamina y trabajan con superficies acrílicas, de hierro y metálicas.
Actualmente, la empresa exporta a diferentes países como República Dominicana, El Salvador, Bahamas, Puerto Rico, Islas Turcas y Caicos, Panamá, Barbados, Saint Kitts y Nevis, Haití, Jamaica, Islas Caimán, y Trinidad y Tobago, entre otros.
En una oportunidad incluso exportaron hasta Egipto.
Mueble América planea seguir extendiéndose y dentro de sus proyectos se encuentra ampliar su planta de producción en Guachipelín.