Alejandro Vargas y su esposa Sandy Calvo llevaban cuatro años de estar inmersos en el mundo de la cerveza artesanal como un pasatiempo y ahora se dedican a enseñar cómo producirlas.
Aparte de investigar sobre el tema y ser autodidactas, aprendieron todo sobre su preparación con un amigo experto de origen holandés y comenzaron a experimentar con nuevos estilos.
Tanta era su afición al tema que hace dos años decidieron compartir sus conocimientos con otros y crear su propia academia para impartir cursos y talleres de elaboración de esta bebida.
Inicialmente, la idea era tener unas ganancias extras y trabajar en la academia ocasionalmente.
Dichosamente, el proyecto “se les salió de las manos” y obtuvo una amplia aceptación. Así pasaron de tener clases de ocho estudiantes a grupos de 30 personas varias veces a la semana.
Inclusive decidieron dejar sus trabajos habituales para convertir su pasión en una empresa.
Sandy es maestra de inglés y laboraba en una escuela y en un call center, mientras que Alejandro tenía un negocio de venta de celulares en el Mall San Pedro.
Desde hace un mes ampliaron sus horizontes y tienen su propia cervecería en la que ofrecen dos tipos de bebida para la venta.
Y trabajan en la creación de otras alternativas.
LEA: La cerveza artesanal que se inspira en el Parque Nacional Corcovado
La página que los dio a conocer
Alejandro decidió abrir una página en Facebook y por medio de anuncios en esta plataforma empezó a promocionar a La Mackavela Academia Cervecera, nombre dado a su negocio.
Al principio, la gente desconfiaba un poco de su página pues era muy nueva, tenía apenas como dos o tres likes y dudaban de si les depositaban el dinero para los talleres y cursos.
A medida que fueron impartiendo los cursos, y su perfil se llenaba de comentarios positivos, los estudiantes e interesados fueron creciendo.
La primera clase fue en octubre del 2015 en un bar en San Pedro de Montes de Oca y se enfocó en cómo elaborar cerveza con técnicas caseras.
La empresa hasta tuvo la oportunidad de dar clases en el Instituto Tecnológico de Costa Rica a estudiantes de biotecnología, luego de que una profesora participó en uno de sus cursos y los invitó a compartir sus habilidades en el asunto.
LEA: Este emprendimiento endulza paladares con su cheesecake de cerveza y de otros sabores
Los cursos
La academia ofrece varios cursos, dentro de los que se incluyen cómo elaborar cerveza, tanto con técnicas básicas como avanzadas.
Otro tiene que ver con cómo aprender a catar cervezas. La idea es que la persona pueda degustar y analizar una cerveza.
En esa capacitación se estudia la historia de la cerveza, se habla de cristalería (cuál envase y copa es más adecuado según el tipo de cerveza que se sirva), sobre maridaje, entre otros.
También imparten cursos avanzados para las personas que ya saben hacer cerveza, con el fin de enseñarles nuevos métodos, como agregar frutas, realizar el proceso de dry-hopping y pasteurización casera.
Otro curso tiene que ver con fermentaciones y levaduras.
El costo de las clases oscila entre ¢12.000 y ¢28.000 y, según la opción que se escoja, duran entre dos horas a seis horas.
Usualmente, se imparten en bares de San Pedro y Santa Ana.
Por otro lado, todos los viernes a las 7 p.m. brindan charlas en el bar Hoplers, en Los Yoses, a un costo de ¢1.500 y con una duración de una hora y media, aproximadamente.
Cada semana abarcan temas diferentes sobre el universo de la cerveza.
Siete vidas y Noctámbulo: sus cervezas
Ahora, los emprendedores decidieron crear su propia cervecería llamada también La Mackavela.
Actualmente, ofrecen dos tipos de cerveza.
Una de ellas se llama Siete Vidas, que es una cerveza tipo Irish red ale, “que tiene notas a caramelo tostada”, es de un tono rojo y liviana.
La otra es Noctámbulo, una cerveza tipo Coffee porter, oscura, que antes de embotellarla le agregan café de productores de Tarrazú para que tenga un aroma más fresco.
Las dos cervezas se venden en diversos sitios como el restaurante Alquimia en Santa Ana, en Hoplers de Los Yoses, en Papá Licores por la rotonda de La Bandera, en Bottle Shop en Heredia, y en el paseo gastronómico en Barrio Escalante, entre otros lugares.
Actualmente están trabajando en tres nuevos estilos de cerveza para añadirlos a su oferta.
La empresa planea comprar equipo más grande y ampliar su presencia en otros bares y restaurantes, así como ingresar a los supermercados.
Asimismo, aspiran a contar con una planta más grande que les permita incrementar su producción.