Gonzalo Martín-Villa estudió derecho y asesoró legalmente por varios años a Telefónica. Pero, desde joven su verdadera pasión siempre ha sido la tecnología: la televisión, los video juegos, las primeras computadoras, ahora los smartphones y cuánto aparato tecnológico salga al mercado.
Ese vivo interés por esta área hizo nacer en él la preocupación de darle mejores herramientas a las empresas tecnológicas que solo tienen una idea o que ya introdujeron su producto en el mercado pero que ocupan respaldo, lo cual lo ha llevado a convertirse en un impulsor de proyectos tecnológicos de alto potencial.
El español de 41 años es el CEO de Wayra, la aceleradora de startups de Telefónica, desde donde -hasta la fecha- han respaldado a 415 empresas.
Actualmente, Wayra se encuentra en España, Alemania, Irlanda, República Checa, Reino Unido y también en países latinoamericanos como Venezuela, Chile, Colombia, México, Perú, Argentina y Brasil.
Martín-Villa liderará la iniciativa Costa Rica Open Future (que forma parte de Telefónica Open Future), que se dedicará a apoyar ideas en el campo de la tecnología y a empresas incipientes en esta materia para conseguir un mayor nivel.
Si las iniciativas alcanzan éxito y se consolidadn, eventualmente, Wayra podría brindarles soporte.
¿Por qué decidieron abrir este proyecto en Costa Rica?
Aquí hay mucho talento, hay un montón de gente que le encanta la tecnología y el nivel de uso de tecnología de los smartphones es muy alto.
Existen empresas tecnológicas importantísimas de nivel mundial aquí, lo cual es el caldo de cultivo necesario para que estas cosas funcionen (el llamado ecosistema) y aquí hay buenas universidades y también hay otras aceleradoras.
¿Cuál es el perfil de los proyectos que están buscando?
Tienen que ser TIC, tecnologías de información y comunicación. Tienen que ser early stage, es decir, no son empresas consolidadas, sino que estén en etapas tempranas.
Incluso muchas serán ideas de negocios y que nosotros, a través de ese apoyo, les enseñemos qué es lo que hace falta para convertir ese proyecto o esa idea de negocio en una empresa.
¿Tendrían que pagar algo?
Nada, es totalmente gratuito. El espacio es gratuito. Esto lo hacemos a través de una colaboración público-privada con el Gobierno de Costa Rica, concretamente con el Ministerio de Economía y con el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Ellos aportan el espacio donde va a estar y nosotros toda la operación y el know-how que hemos adquirido en los últimos años.
¿Qué consejos les daría usted a los emprendedores que quieren iniciar un negocio en el campo tecnológico? ¿Qué elementos deben contemplar?
Tienes que detectar dónde está la oportunidad de ese negocio, detectar un problema.
Luego, hay que hacerse preguntas muy simples: ¿Qué es lo que estoy vendiendo? ¿A quién se lo voy a vender? ¿Por qué se lo voy a vender y por cuánto?
Eso -que es tan sencillo- es bastante complicado al final definirlo bien.
También rodearte de un equipo adecuado, tener clara qué tecnología quieres utilizar y, sobre todo, pedir apoyo.
Hay muchas iniciativas de apoyo. La nuestra es una, pero hay muchas otras que te pueden ayudar a llevar a cabo ese proyecto.
¿Qué errores se deben evitar al establecer una empresa de tecnología?
Creo que hay mucha gente que se enamora demasiado de la tecnología y se olvida de la parte de negocios. Por muy buena tecnología que tengas lo más importante es que veas cómo la puedes vender.
Hay un test que es infalible: salir a la calle e intentar venderlo.
Hay gente que se dedica demasiado tiempo a desarrollar un producto y, cuando sale a la calle, el producto nadie lo quiere.
Entonces, no hay que enamorarse del producto, sino que lo que hay que hacer es interactuar con el mercado, salir fuera, intentar vender.
Si la gente te lo compra vas por buen camino, si no te lo compra es que lo tienes que cambiar.