Cuatro emprendedoras ligadas al mundo del diseño se aliaron con pescadores de Puntarenas, con diseñadores y con costureras locales para reutilizar redes de pesca viejas o desechadas y convertirlas en hamacas, vestidos de baño y joyas.
La idea de trabajar con estas redes –hechas de plástico─ se debe a que algunas caen al fondo del mar y los animales marinos (como tortugas, peces, delfines y tiburones) quedan atrapados en ellas.
Esto les puede causar la muerte o alguna parte de su cuerpo se puede ver afectada.
En otros casos, las redes se pegan en los arrecifes y los desgastan.
La iniciativa se denomina Project Hook.
Sus fundadoras son la productora de cine y ambientalista Lilliana Peña, la diseñadora gráfica y directora de arte María Luisa Cardona, la diseñadora de vestidos de baño Marcella Bracci y la arquitecta María de la Paz Alice.
Su propuesta, que se viene trabajando desde hace un año, fue dada a conocer recientemente en el Costa Rica Fashion Summit, que se enfocó en temas de sostenibilidad.
En esta etapa del proyecto están recolectando entre los pescadores puntarenenses aquellas redes que ya no se pueden arreglar o que están desgastadas.
A futuro, se espera trabajar con alguna organización para rescatar las que ya están en los océanos.
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Transformaciones
Una vez que las redes se recogen, son transformadas en productos que puedan vendérseles a los consumidores.
Por ejemplo, la red se procesa para que pase a ser una hamaca para descansar.
También se desarrolla un textil hecho del plástico de las redes para elaborar vestidos de baño.
Estos productos son confeccionados por costureras jefas de hogar que viven en Alajuelita y que cuentan con un taller.
A su vez, se crea joyería y cuadros que emplean directamente las redes.
En este momento se están creando varios prototipos de los diseños.
Se espera que la colección ideada con este material, denominada Mar, se lance en enero del 2018.
En la producción, igualmente se utilizan telas orgánicas y tintas ecológicas.