¡Apueste por la innovación!
Renueve sus productos, servicios y procesos.
Su negocio no puede estancarse ni conformarse con que ya llegó a la cima; debe buscar superarse incesantemente, evolucionar a diario.
Intente no reproducir el patrón de aquellas empresas en las que transcurren cinco o hasta más años y siguen exactamente igual a como cuando abrieron sus puertas.
Existen distintas áreas en las que usted puede innovar y generar así un producto o servicio de mayor calidad.
“La innovación se refiere a la introducción de un nuevo o significativamente mejorado, producto (o servicio), proceso, método de comercialización o método organizativo”, afirma Arianna Tristán, de la Dirección de Innovación e Internacionalización de la Cámara de Industrias de Costa Rica.
Es importante que, antes de hacer algún cambio en su bien o servicio, someta sus ideas de variación ante la opinión de sus clientes, ya sea por medio de encuestas, grupos focales o sondeos. Así medirá o tendrá una noción de cuán exitoso podría ser el cambio que quiere gestar.
Hay varias formas de innovar, según los teóricos del tema. Seguidamente, tomaremos en cuenta algunas de ellas.
Tipos de innovación:
De producto: Consiste en introducir un nuevo producto o servicio, o bien, realizarle mejoras importantes a las características del producto o servicio original. Por ejemplo, una empresa de helados puede crear un nuevo sabor.
De proceso: Se incorpora un nuevo proceso de producción o de distribución, o se le hacen mejoras al que ya se tiene. Una pyme del ámbito textil que realizaba todos sus procesos manualmente, puede utilizar ahora maquinaria para ahorrar costos y tiempo.
De mercadotecnia: Se refiere a la “aplicación de un nuevo método de comercialización que implique cambios significativos del diseño o el envasado de un producto, su posicionamiento, su promoción o su tarificación”. Un ejemplo sería el de una empresa que ahora utiliza las redes sociales para promocionarse y que vende sus productos por medio de una tienda en línea.
De organización: Hace alusión a incluir un nuevo “método organizativo en las prácticas, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores de la empresa". Un caso podría ser el de una empresa que crea políticas a favor del teletrabajo para incentivar a sus empleados y ahorrar recursos.
Fuente: Manual de Oslo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico y de la Oficina de Estadísticas de las Comunidades Europeas.
Resguarde las creaciones intelectuales nacidas de la innovación
Registre su marca y sus secretos comerciales, así como sus invenciones.
Durante el proceso de innovación, su pyme generará una serie de activos que quizás no puedan tocarse o sentirse directamente, como un carro o una casa, pero que es trascendental proteger pues encierran valor en sí mismos.
La abogada Monserrat Guitart, especialista internacional en propiedad intelectual y derecho informático de la firma Arias & Muñoz, explica que cuando un producto o servicio tiene un componente de creación intelectual, sea un invento o una obra, puede resguardarse a través de los derechos de propiedad intelectual.
“Como tal, es susceptible de registro, siempre y cuando se cumplan los requisitos de ley. Estos requisitos y el alcance de la protección varían según la naturaleza del producto o servicio, lo que puede dar origen a una patente, derechos de autor, marcas o secretos industriales”, manifiesta la abogada.
En Costa Rica, el resguardo de estos derechos se realiza ante el Registro Nacional, específicamente en el Registro de Derechos de Autor y Conexos o en el Registro de la Propiedad Industrial.
Analicemos cada uno de ellos:
- Patente: Se utiliza para proteger inventos que establecen una nueva forma de hacer las cosas u otorgan una nueva solución a un problema, “siempre y cuando se cumpla con los requisitos de novedad, actividad inventiva y aplicación industrial”, aclara Guitart.
Algunos bienes que pueden patentarse son máquinas, utensilios de cocina, bebidas con algún ingrediente especial, medicamentos, dispositivos médicos, entre otros.
- Derechos de autor: Protegen obras como libros, películas, programas informáticos o software y la música. La obra debe ser de carácter original, “no ser una copia de algo ya existente, aunque no sea absolutamente novedosa o de gran calidad”.
- Secretos industriales: Si una pyme tiene secretos industriales, comerciales o de fabricación, que no quiere que sean conocidos por sus competidores, puede resguardarlos a través de contratos o registrarlos.
- Marcas: Se pueden registrar las marcas y signos distintivos de un negocio. Estos elementos diferencian a los productos o servicios de una empresa de otras y, cuando alcanzan renombre, se convierten en un atractivo extra para las ventas, de ahí la importancia de no desprotegerlos.
Fuente: Monserrat Guitart, especialista internacional en propiedad intelectual y derecho informático de la firma Arias & Muñoz.