Fernando Naranjo Elizondo está convencido de que la niñez es una de las etapas más creativas en el desarrollo humano.
Por eso, junto a su esposa Francel Montero Rodríguez estableció este año la empresa Business Kids, que por medio de juegos y dinámicas les enseña a los niños conceptos de negocios y temas de emprendimiento. Además, los menores desarrollan proyectos de empresas que les gustaría crear en un futuro.
Naranjo adquirió en mayo la franquicia de la empresa, que es de origen mexicano, y tanto él como Montero fueron capacitados para operar el negocio en Costa Rica, concretamente en la provincia de Heredia.
El negocio empezó funciones en junio y dentro de su personal cuenta con una psicóloga, una maestra, una relacionista pública (su esposa) y él, quien es controlador aéreo, con estudios en administración de empresas y mecánica de aviación.
La franquicia tiene 250 dinámicas divididas en 21 materias, que se agrupan en cuatro bloques principales: desarrollo emprendedor, liderazgo y autoestima, educación financiera y habilidades de comunicación.
Los grupos se dividen por edades: de 4 a 6 años, de 7 a 10 años y de 11 a 14 años.
"El niño aprende, mediante juegos y dinámicas, temas de finanzas, de ventas, de compras, de administración, de computación, de liderazgo, y cómo romper paradigmas", comentó Naranjo.
En todas las clases tiene que haber un consultor, quien guía la dinámica, y también alguien que tenga conocimientos en administración de empresas.
Además, hay una psicopedagoga que se encarga de velar por el bienestar emocional de los niños y un educador a cargo de la parte pedagógica.
Business Kids tiene abiertos grupos para instruir a los menores y también ofrece sus servicios a empresas interesadas en capacitar a los hijos de sus empleados, así como a instituciones educativas.
Naranjo, que también es instructor certificado en aviación, afirma que desde muy joven daba clases de computación a adultos, por lo que tiene vocación para educar a otros.
El empresario afirma que la cultura emprendedora se puede aprender y el seno de la familia es el espacio ideal para hacerlo.
Algunos niños que asisten a sus clases son los que crean la idea y desarrollan sus proyectos, que luego conocerán sus padres en una feria. Por ejemplo, hay menor que quiere ser DJ y está desarrollando el concepto: su idea es que los compañeros de escuela lo contraten para él ir a las fiestas a poner música; otro quiere vender ropa deportiva, tener su propia marca, y otro quiere tener una sala de bolos para niños.
En el proceso de formación en emprendedurimso se detectan las habilidades de los menores, para ayudarles a desarrollarlas aún más. "Partimos del concepto de que todo niño es emprendedor y podemos potenciar eso y no limitarlo", manifestó Naranjo.
Experiencia propia
Naranjo mismo es un ejemplo de los beneficios de fomentar el trabajo y la superación personal desde que se es un niño.
Él creció en Tarrazú, en la Zona de los Santos, donde se produce café. Recuerda que desde los seis años le ayudaba a recoger café a su familia y, tanto en su etapa escolar como de secundaria, en el tiempo libre se dedicaba a trabajar.
Además, su papá tenía una huerta y le daba lechugas, tomates y culantros para que los fuera a vender por el pueblo. De lo que vendía, su papá le destinaba un porcentaje. Por ello, su meta siempre fue tener un negocio propio.
"Yo, con ocho años, andaba de puerta en puerta en el centro de San Marcos de Tarrazú vendiendo. Mi papá me contó recientemente que en una ocasión me encontraron en la iglesia vendiendo", narró entre risas.
Naranjo, de 34 años, también recuerda que en la secundaria trabajaba los fines de semana. "No era tanto por necesidad económica, sino porque mi mamá tuvo la visión de ponernos a trabajar a mí y a mi hermano. Siempre trabajé en empresas", afirmó.
A inicios de este año, Naranjo viajó a México con la idea buscar en tiendas de franquicias un negocio que pudiese funcionar en el país. Luego de analizar varias opciones, se decidió por trabajar el emprendimiento en menores de edad.
Dijo que una de las razones por las cuales escogió este negocio se debe a que él vio una oportunidad para incentivar la creatividad en sus propios hijos (un niño de cuatro años y un bebé de un año) y de darles una educación diferente.
Naranjo planea, dentro de los próximos cinco años, establecer cuatro o cinco sedes más de la empresas en el país. Además, en el 2015, tres instituciones incluirán dentro de sus programas temas de emprendimiento y contratarán a Business Kids para que ofrezca los cursos.
Su plan es que el negocio sea sustentable y en un plazo de cinco años dedicarse completamente a él.