La matriz energética de Costa Rica ha estado en los titulares nacionales y del mundo. Las redes sociales no se hicieron esperar y con la rapidez mediática actual se disparó en pocas horas la noticia de una Tiquicia verde alimentada al 100% con energía renovable.
Es importante ser precisos. La generación de electricidad nacional y la matriz energética no son conceptos equivalentes. Es vital entender la diferencia y evitar la creciente confusión generada en los últimos días porque hasta los periodistas confundieron los conceptos.
Electricidad versus matriz energética
Primero, contrariamente a otros países, como China o Estados Unidos, la generación de electricidad de Costa Rica proviene en su mayoría de energía hidroeléctrica y esta es complementada con otras fuentes renovables como la geotérmica.
Segundo, la generación de electricidad de Costa Rica no es limpia durante todo el año, ya que hay periodos en que se complementa cuando, por ejemplo, llueve poco y las represas tienen menos agua. En estos casos se usa generación térmica que sucia y sale cara (por ejemplo, se importa búnker para operar estas plantas alternas).
Tercero, Costa Rica logró generar electricidad sin necesidad de usar la generación térmica por 75 días y esto es positivo. Justamente esta fue la raíz de los titulares alrededor del mundo.
Cuarto, la matriz energética incluye todas las fuentes de energía que usa el país, no solo las que generan electricidad. Desde hace varias décadas, los derivados del petróleo representan aproximadamente 75% del consumo energético costarricense según los datos del Estado de la Nación.
Quinto, casi un 60% de lo que consumimos es para transporte. Por eso cabe aclarar que lo que es renovable en Costa Rica es la electricidad, no la matriz energética.
Costa Rica en el mundo
La celebración de la energía renovable de Costa Rica ha sido generosa y confirma lo hambriento que está el mundo de noticias positivas. Hay que aprovechar los piropos. Pero que sea para mejorar y ejecutar cambios, no para actuar como si el país ya fuera 100% renovable.
¿Que país tendremos en 10 o 20 años cuando si no cambiamos y persiste un modelo de transporte que consume cada vez más petróleo? La flota vehicular pasó de 180.000 autos en 1980 a más de 1,3 millones en 2013 – y seguirá en aumento en ausencia de sistema de transporte público efectivo.
Para resumir: No consumamos slogans. La visión de un país que solo usa energía renovable es inspiradora. Un país que da ganas. Esa visión será posible si –y solo si– reducimos la demanda de petróleo.
Que los titulares y piropos no nos distraigan de la agenda pendiente. Una agenda de inversiones públicas y privadas en transporte más limpio, modelos urbanos sostenibles y en energías renovables.
Será un país con generación de electricidad más allá de las represas hidroeléctricas, donde la energía solar, entre otras, será cada vez mayor y con sistemas distribuidos, no centralizados como los que tenemos ahora.
Este es el debate que hay que tener y donde hay que ponernos manos a la obra.