El emprendimiento gira en torno de hacer del mundo un lugar mejor. Si eres un lector habitual de esta columna, sabes que a menudo insto a los emprendedores incipientes a enfocarse en cómo sus ideas de negocios ayudarán a otros; si tu negocio mejora genuinamente la vida de las personas, tendrá éxito.
Cuando puedes experimentar ese impacto de primera mano, es realmente la mejor sensación del mundo.
Los emprendedores también a menudo se involucran en las donaciones de caridad. Me interesé en la donación siendo adolescente, cuando nuestro equipo en la revista Student lanzó el Centro de Orientación Student para apoyar a los jóvenes. Pude ver que la asistencia y la orientación que ofrecíamos estaba ayudando a nuestra comunidad, y se convirtió en mi ambición algún día adoptar un enfoque centrado y organizado en torno a la filantropía. Con ese fin, lanzamos Virgin Unite en 2004, nuestra fundación sin fines de lucro que aborda problemas sociales y ambientales en forma emprendedora.
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Creamos Virgin Unite con base en la creencia de que la mejor manera de abordar los desafíos del mundo es revolucionando la forma en que trabajan juntos los sectores empresarial y social. Virgin Unite ha estado haciéndolo durante más de una década, y me siento enormemente orgulloso de todo lo que ha logrado. The B Team, que fue fundado por Virgin Unite, es un buen ejemplo de nuestros métodos como organización sin fines de lucro: líderes empresariales mundiales se reúnen para trabajar en mejores formas de hacer negocios por el bienestar de la gente y del planeta.
No necesitamos mirar lejos para ver que la codicia está haciendo mucho daño alrededor del mundo. Seguimos saliendo apenas de una crisis financiera mundial que continúa afectando a muchas personas, y las empresas desempeñaron un papel enorme en provocar este desastre. Creo firmemente que los líderes empresariales deben actuar ahora para evitar una repetición de esa crisis.
Iniciativas como The B Team ayudarán a crear un mundo donde el propósito de los negocios sea erigirse en una fuerza impulsora no solo para el beneficio financiero, sino también para el beneficio social y ambiental.
Cuando se trata de tomar decisiones de orden benéfico a nivel más personal, sugiero que los emprendedores identifiquen dónde radican sus pasiones e intereses, luego den su apoyo a causas alineadas.
Soy lo suficientemente afortunado para poder apoyar causas múltiples, así que para mí esto significa respaldar esfuerzos que emprendan acciones sobre el cambio climático, protejan el océano, peleen por la reforma de la política antidrogas y trabajen para poner fin a la pena de muerte.
Ten en mente, sin embargo, que dar no siempre tiene que significar donar dinero. Todos podemos dar más de nuestro tiempo y energía para ayudar a causas valiosas.
El mes pasado, estuve en Washington, D.C., para asistir a la Marcha Popular por el Clima junto con otros 150.000 manifestantes que demandaron una acción ambiciosa contra el cambio climático; la mayor amenaza que enfrenta el mundo actualmente. Marché al lado de Al Gore, exvicepresidente de Estados Unidos, y Sharan Burrow, mi compañera en el liderazgo de The B Team y la formidable secretaria general de la Confederación Sindical Internacional.
Participar en la marcha me recordó mi primera manifestación, en 1968 ante la embajada estadounidense en Londres, en protesta por la Guerra de Vietnam. Creo ahora, como creía entonces, que el poder de la gente es una de las formas más impactantes de apoyar las iniciativas que nos interesan, y que unirnos y mantenernos unidos cambiará al mundo.
Mis años de experiencia en los negocios y la filantropía desde entonces me han enseñado a ver a los desafíos de manera diferente. El cambio climático, la amenaza número uno para nuestro planeta, también es una oportunidad para la innovación.
Cuando me enteré de que casi todas las tecnologías necesarias para cumplir nuestras metas de reducción de emisiones ya existían, me decidí a derribar las barreras de mercado que nos han estado frenando. Invertir en energía limpia es la mejor manera de crear empleos y estimular el progreso.
Así que nuestro equipo cofundó el Carbon War Room, que se ha fusionado con el Rocky Mountain Institute. El Carbon War Room trabaja para transformar el uso de la energía mundial y crear un futuro limpio, próspero y con bajas emisiones de carbono. Nuestra visión es un mundo en el cual las barreras de mercado no impidan las soluciones de reducción de carbono rentables. Entre otras cosas, es un lugar donde los emprendedores que se apasionan por preservar los recursos de nuestro planeta pueden hacerlo –desarrollando, por ejemplo, combustible para jets sustentable–, mientras simultáneamente aprovechan la oportunidad económica de nuestra generación.
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¡Pudiera continuar durante días hablando de las causas que me apasionan! Al final, me siento increíblemente agradecido de estar expuesto tan frecuentemente a algunas de las iniciativas más innovadoras e inspiradoras jamás creadas.
Me siento agradecido de poder apoyar a tantas de estas causas, y exhorto a todos a encontrar lo que les apasiona y usar su trabajo y sus voces para hacer del mundo un lugar mejor.
© 2017 New York Times News Service
Quién es Branson
Richard Branson es fundador de Virgin Group y compañías como Virgin Atlantic, Virgin America, Virgin Mobile y Virgin Active. Tiene un blog en www.virgin.com/richard-branson/blog. Se le puede seguir en Twitter en twitter.com/richardbranson. Para conocer más de Virgin Group, visite www.virgin.com