El mayor posicionamiento del turismo de reuniones que busca Costa Rica brinda la oportunidad a diversos negocios para que analicen cuál porción del pastel de servicios quieren reforzar, mejorar o abrir, aprovechando los requerimientos de este nicho.
La construcción del Centro Nacional de Congresos y Convenciones (CNCC) –que estará listo para el 2018– es la punta de lanza para posicionar al país en este mercado, pero el trabajo va más allá de la edificación.
El país procura posicionarse como destino y eso involucra establecer prioridades y reconocer las capacidades y el potencial que pueden ofrecer en diversas áreas.
El sector hotelero es parte muy significativa de este paso, no obstante, cuando un decisor o dueño del evento analiza un país para organizarlo, toma en cuenta una serie de aspectos que abren paso a otras ofertas.
Por ejemplo, lo que ofrece el país en gastronomía, entretenimiento, tours , transporte, vida nocturna y otra serie de servicios, que pueden alzar su nivel como candidato dentro de la oferta mundial.
La seguridad, estabilidad política, económica y social son partes claves también de esta atracción.
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Perfil de gran interés
El turista de reuniones, por lo general, es de alto poder adquisitivo: gasta de 4 a 5 veces más que un turista de ocio, su estadía promedio es de 5 días, tiene un efecto desestacionalizador, es un cliente repetitivo y, por ende, dinamizador de la economía local.
El gasto promedio de un participante internacional por día es de $651, y el de un latinoamericano, de $400, de acuerdo con datos de Mice International Consulting, uno de los asesores que tiene el Instituto Costarricense de Turismo y el Costa Rica Convention Bureau, para colocar mejor al país en el turismo de reuniones.
“Es común que este perfil de turista realice pre- y postours , lo que genera que se conviertan en algún momento en turistas de ocio. Si el país les gusta, es posible que regresen de vacaciones con su familia por ejemplo”, dijo el ministro de Turismo, Mauricio Ventura.
Es decir, la clave está en que el país logre una buena postura internacional y enganche a los segmentos asociativos a los cuales pueda mostrarle su valor como destino, con una promoción y cumplimiento de una experiencia satisfactoria.
Si lo logra, puede generar interés en más segmentos o microsegmentos que ahora aparecen constantemente (2.500 nuevos cada año) e insertar negocios que aporten valor para los requerimientos de estos visitantes.
Mice International registra que el número de reuniones a nivel mundial viene en crecimiento constante desde 1963 hasta el 2015.
En este momento, representa una industria de $11 billones anuales. Estamos hablando de 120.000 congresos por año y 120 millones de delegados a nivel mundial.
Una cadena“El destino como tal es un bloque, donde además de los servicios, exigen calidad total desde el ingreso en el aeropuerto hasta la salida del aeropuerto de vuelta, y todo lo que pasa ahí, por eso la asociatividad público-privada es importante, el delegado pasa de manos públicas a privadas, de privadas a públicas en esa cadena de servicios y ahí hay que trabajar”, comentó Arnaldo Nardone, director de la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones(ICCA).
Uno de sus fines para que esta iniciativa sea exitosa como país es lograr darle un rumbo acertado sobre los segmentos preponderantes a los que debe apuntar.
“Si no marcamos prioridades, el país puede navegar sin rumbo y sin brújula”, dijo Nardone.
¿Cuáles son? Los mercados que más se identifican con el destino, y aquellos que por sus características pueden llegar antes porque de pronto el destino se identifica con varios, lo que se llama círculos concéntricos del negocio, pero hay algunos círculos concéntricos que están más alejados, explicó el especialista.
De acuerdo con la tendencia del mercado, Costa Rica en este momento está capacitada para manejar buenas ofertas y experiencias satisfactorias, ya que la tendencia ha venido, por un lado, evolucionando positivamente en el sentido de la cantidad de reuniones y, por otro, el número de delegados desciende.
Según los análisis de Mice International, hay casi un 90% que no supera los mil delegados y para eso Costa Rica sí tiene la capacidad actualmente.
Oportunidad y complemento
Para los hoteleros que ya forman parte de este turismo, la construcción del CNCC dará la oportunidad de no solo atraer más un público que ya estos buscaban reforzar, sino lograr un complemento entre las mismas empresas hoteleras.
Denis Segura, gerente sénior de cuentas corporativas del Hotel Real Intercontinental, mencionó que, incluso, cuando se dan congresos, cada hotel especializado –como este– se deja una cuota o cantidad específica de habitaciones para el evento.
Y, al momento de analizar lo que busca el organizador, también se le muestra otras opciones en alrededores que no tienen salas, pero que sí cumplen con los requerimientos que necesitan.
Inclusive, el proyecto país de posicionamiento puede generar mayor coordinación para distribuir y favorecerse entre sí.
Gustavo Araya, presidente de la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH), externó que esto es una oportunidad para que los hoteles que ya están en el negocio complementen su demanda y se favorezcan con una estrategia país.
“Los centros de convenciones han sido métodos para atraer el turismo de reuniones, como empresarios; la estrategia país llega a reforzar un trabajo que varios venimos haciendo solos”, comentó Araya, quien también es gerente del Wyndham San José Herradura.
Resaltó que existe la oportunidad de que un organizador decida hacer congresos en el CNCC pero tenga otros subeventos y opte por los espacios de sus hoteles.
Dijo que desde el 2010, el Wyndham San José Herradura invirtió $8 millones, y a mediano plazo proyecta inversiones de al menos $12 millones para una torre de habitaciones, para llegar a 330.
Rodrigo Coto, gerente del Hotel Radisson, aseguró que desde hace tres años, el hotel ha dado un giro hacia la modernización y estableció alianzas con proveedores para tener los mejores servicios, por ejemplo, con tecnología de punta. “En los últimos tres años, hemos invertido más de $500.000 en mejoras”, añadió.
Precisamente, los empresarios coinciden en que las alianzas con proveedores y otros hoteleros se puede reforzar como efecto cadena, dependiendo del tipo de eventos que se refuercen.
De hecho, las inversiones en mejoras de tres a cinco estrellas –el rango estándar de este público– son oportunas, más aún si se encuentran cerca del CNCC.
Juan Carlos Borbón, gerente de Proyecto del CNCC, externó que hay que esperar cómo será el comportamiento oferta-demanda, y se conoce de inversionistas que andan investigando para posibles inversiones cerca.
Empero, fue claro en que se trata de una decisión de los empresarios y que el ICT no busca crear expectativas de inversión o promesas que después no cumplan con las de los inversionistas.
Araya destacó que han identificado para Costa Rica unos 518 congresos de nivel medio y medio alto, y el 80% son eventos de un máximo de 500 personas. Es decir, pueden estar entre hoteles de 3 y 5 estrellas.
Resaltó que sería un gran logro si en cinco años se alcanzan los $1.300 millones en ingresos para Costa Rica que estima Mice International, pues sería un 25% de lo que genera el turismo.