Cinco años han transcurrido desde que la primera radiografía nacional sobre micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) reveló una serie de debilidades que les impide ser más competitivas, llegar a nuevos mercados, contar con recursos para innovar o pensar en convertirse en compañías de mayor tamaño.
Hoy, como si el tiempo se hubiera detenido, la segunda encuesta descubre las mismas flaquezas: rezago por falta de acceso a crédito, imposibilidad de explotar economías de escala, la subutilización de nuevas tecnologías, el desaprovechamiento de recursos como redes sociales y de capacitación vía Internet.
Los hallazgos también determinaron que persisten excesivos trámites, tienen pocas oportunidades para exportar, se mantienen en actividades de baja productividad y arrastran un problema cultural-histórico como es el papel de la mujer para asumir mayor liderazgo como emprendedora.
El Estado Nacional de las Mipymes 2012 es un proyecto elaborado por el Observatorio de las Mipymes –a cargo de cuatro universidades estatales– y ejecutado por la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y su Vicerrectoría de Investigación.
Para el estudio se tomó como base datos del 2011 y se consultaron a un total de 1.167 empresas de las cuales, la mitad está en la categoría de microempresa, el 34% son pequeñas y el 15% restante son medianas.
En esta segunda entrega hay dos temas nuevos: qué tanto peso tienen las mujeres en el parque empresarial de las Mipymes y la georreferenciación para conocer en cuáles regiones se concentran las actividades de este segmento de empresarios.
“La geo-referenciación ayudará a articular acciones y a tomar decisiones, porque se sabe donde están concentradas las Mipymes y en cuáles actividades de la producción”, mencionó Lilly Cheng, coordinadora del Observatorio.
Ventas directas o encadenadas
Un ejemplo de ese rezago lo ofrecen las cifras de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), pues las Mipymes apenas aportan el 14% del monto de las exportaciones del país, a pesar de que ocho de cada diez compañías costarricense que venden al exterior son de esta categoría.
Veamos ejemplos exitosos.
El 2012 fue un buen año para Sweetwell, ya que logró colocar sus edulcorantes bajos en calorías en 4.000 supermercados en la India.
Su gerente general, Carlos Mateos, también mira con interés México, Arabia Saudí y China. En India, la idea es colocar no solo sus sobrecitos sino productos terminados como galletas, preparaciones para queques y jaleas.
La pequeña empresa, propiedad de Leonel Zúñiga, también tocó tierras extranjeras con sus plátanos tostados. Panamá es el primer destino de exportación donde Alimentos Zúñiga logró llegar luego de colocar su producto en escuelas, pulperías y supermercados costarricenses.
Según la encuesta, el 23,9% de las Mipymes del país que exporta directa o indirectamente; el 44,3% lo hace de manera directa y el resto se encadena con otras exportadoras.
Velia Govaere, directora del Observatorio de Comercio Exterior (OCEX) y coordinadora del capítulo de exportación, comentó que las ventas se dirigen primero a Centroamérica, luego a Estados Unidos y en tercer lugar a Europa.
Prevalecen los exportadores en el sector industrial y en el de pesca y agricultura.
A pesar de ser un grupo pequeño el que logra escalar mercados foráneos, el 70% de las Mipymes exportadoras admite que entre el 90% y 100% de sus ventas depende de este canal.
Hay una correlación entre el tamaño y las exportaciones, pues las medianas han realizado más ventas directas al exterior en comparación con las pequeñas y las micro.
Igualmente, son las medianas las que logran mantener sus exportaciones por más tiempo.
Las cifras de Procomer indican que, en el 2012, el 81% de las empresas exportadoras fueron Mipymes y hace cinco años fue de 76%. El número de empresas subió también y pasó de 1.574 exportadoras a 2.028.
En sectores como la metalmecánica, agricultura y el plástico, el aporte de este segmento sobrepasa el 80% en cada caso.
Procomer desconoce cuántas Mipymes están encadenadas a otras firmas exportadoras. Se sabe que, al menos, del 2001 al 2012 se han encadenado 492 diferentes suplidores, aunque no todos son Pymes.
Govaere no tarda en reconocer que aunque existe apoyo institucional de fomento a las exportaciones, está desarticulado.
“Subsiste un miedo a exportar y tiene que ver con los costos asociados a la distribución, a procesos logísticos y a su tamaño”, comentó.
Es un temor que Miguel Miranda, gerente general de Mondaisa, ha logrado despojarse.
La compañía, con apenas 30 colaboradores y dedicada a tes e infusiones, vende a Centroamérica, Puerto Rico, Estados Unidos, República Dominicana y hasta República Checa.
Miranda cree que ha sido la apuesta por la innovación lo que le ha permitido llegar a nuevos mercados.
Quizás sea un aliciente para que otras Mipymes se animen a exportar, dado que apenas el 2% de las empresas de servicios y el 5% de las comerciales mostraron interés en hacerlo. En el caso de las industriales, la cifra se elevó a un 16%.
No obstante, el estudio demuestra que muchos costarricenses quieren independizarse y crear su negocio: el 68% de las Mipymes existe por una motivación de independencia y aprovechar oportunidades del entorno.
En este apartado, es notorio la mayor presencia de varones dispuestos a montar su negocio solos; las mujeres prefieren hacerlo con socios. Solo el 10% de las Mipymes pertenecen a mujeres, a pesar de tener mayor formación académica que los varones.
Además, hay que rescatar que la mayoría de los emprendedores inician el proyecto con fondos propios o pidiendo prestado a familiares o amigos.
De hecho, el 75% utiliza este mecanismo, sobre todo en el caso de los microempresarios.
Otros canales de financiamiento son los propios proveedores o bien los préstamos de tipo personal en los bancos.
¿Y los recursos?
A pesar de haberse implementado toda una plataforma de apoyo institucional y crediticio a favor de las Mipymes, solo el 2,2% recurre a este instrumentos.
Cheng cree que, al no existir en el país el concepto de capital semilla para apoyar emprendimientos, el estímulo es mucho menor respecto a otros países. Se suman regulaciones crediticias estrictas y que las garantías no están hechas a su medida.
Víctor Acosta, director general de BN Desarrollo del Banco Nacional, detalló que en el 2011 se gestionaron casi 24.000 operaciones de Mipymes para un total de ¢269.839 millones colocados. El año pasado fueron 19.461 operaciones y ¢188.651 millones.
Por medio de Banca Mujer, el BN realizó el año pasado 5.855 operaciones incluyendo tarjetas de crédito y colocó ¢7.613, 8 millones. La cartera total, según datos de María Aminta Quirce, directora de la unidad, alcanza los ¢113.308,4 millones, un 7% más que en el 2011.
Y si hablamos de fondos estatales a favor de este subsector, el fideicomiso Banca de Desarrollo, operado por el Banco de Costa Rica ,tiene un patrimonio de ¢95.000 millones. Se han colocado hasta hoy ¢47.000 millones.
También está el fondo Propyme, recursos no reembolsables manejados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micit), para proyectos relacionados con innovación, desarrollo tecnológico y conocimiento. Ha recibido en los dos últimos años 291 solicitudes de financiamiento.
En el 2011 aprobó ¢224.757.654 y el año pasado ¢1.045.543.265. El monto subió debido a que incluye aquellas solicitudes aprobadas que no fueron colocadas en años anteriores, según reveló Josué Fumero, director de Innovación y Transferencia Tecnológica del Micit.