Cuatro cooperativas ticas iniciaron operaciones gracias al café y a la leche.
Sin embargo, con el paso del tiempo, y aún gozando de buenos resultados, invirtieron en nuevas áreas que no precisamente estaban relacionadas pero que hasta la fecha dan buenos frutos.
La Cooperativa de Productores de Leche R. L. (Dos Pinos), Coopeatenas, Coopetarrazú y Coopedota tienen décadas de apostarle a nuevas oportunidades de negocios y no se detendrán.
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Sus inversiones incluyen estaciones de servicio, oficinas de seguros, supermercados, licoreras, almacenes de insumos agrícolas, plantas de bebidas no lácteas, farmacias, heladerías y embotelladoras de agua, entre otros.
La cooperativa con mayor trayectoria de las cuatro es Dos Pinos, que inició operaciones en 1947 con la venta de leche. Desde entonces y hasta principios de la década del 2000, diversificó al producir desde quesos o leche en polvo hasta alimento para ganado.
Recientemente, como parte de su proceso de diversificación hacia una empresa de alimentos, adquirió –en setiembre del 2016– una planta de bebidas no lácteas y en octubre, las plantas, marcas y negocios de Gallito.
“Ambas inversiones obedecen a la estrategia de negocio de Dos Pinos para consolidar su liderazgo en la región de Centroamérica y diversificar su negocio en la industria alimentaria. Siempre con corazón lácteo pero con una oferta de productos más amplia”, añadió el gerente de Relaciones Corporativas y Ganaderas de la compañía, Francisco Arias.
Otra inversión reciente fue el lanzamiento de La Estación, un concepto de heladería con la que pretenden tener un contacto más directo con los consumidores.
Justo este negocio está incluido entre los cerca de $50 millones que invirtió la compañía durante el último año, muestra del dinamismo y crecimiento que ha experimentado.
“Todos los negocios en los que hemos incursionado han sido exitosos, experimentando la curva de aprendizaje normal que tiene toda decisión empresarial de inversión. El crecimiento de la cooperativa en los últimos tres años ha sido a doble dígito”, comentó Arias.
La compañía quiere mantener su proceso de diversificación al lanzar nuevos productos pero, además, seguirán creciendo con la inauguración de otra heladería en Curridabat.
Origen cafetalero
Coopetarrazú (1960), Coopedota (1960) y Coopeatenas (1969) no solo tienen en común su origen cafetalero, sino que también gozan de buenos resultados en otros de sus múltiples negocios.
Coopeatenas tiene inversiones en un beneficio, una estación de servicio, un supermercado, un almacén de suministros agrícolas, oficina de seguros y otros.
Su más reciente apuesta fue abrir un minisúper y licorera (en 2015), con el fin de mejorar la experiencia de conveniencia.
Juan Carlos Álvarez, gerente general de Coopeatenas, mencionó que en los últimos tres años el comportamiento de los negocios ha sido positivo y sostenido.
“Hemos observado fluctuaciones en general por cosecha. En exportación directa tuvimos un crecimiento en la cosecha 2013-2014; en adelante nos hemos mantenido en los 40.000 quintales por año”, agregó el gerente.
En los demás negocios han experimentado un crecimiento promedio de entre un 5% y 10% cada año.
“Contemplando los últimos 10 años, la cooperativa ha alcanzado una inversión acumulada cercana a los $2 millones, lo cual es consistente con su estrategia de modernización, confort para el cliente y asociado, crecimiento de negocio, nuevas tecnologías, internacionalización y responsabilidad social”, explicó Álvarez.La compañía prevé seguir invirtiendo en diversos proyectos, entre ellos, la apertura de una farmacia en un corto plazo, inaugurar una zapatería y cambiar las variedades de café del cantón.
Asimismo, quiere ampliar la oferta de productos del supermercado al incorporar una línea de cosméticos y línea blanca.
Coopetarrazú tiene siete unidades de negocio que incluyen supermercados, almacenes de insumos agrícolas, repuestos automotores y cafeterías. En los últimos tres años, crecieron entre un 10% y 45%.
Félix Monge, gerente comercial de la empresa, destacó que en la actualidad el 45% de los ingresos totales de la cooperativa proviene de otras actividades ajenas al beneficiado y comercialización del café oro.
Añadió que están desarrollando procesos a partir del café y subproductos, con el fin de que en corto plazo puedan lanzar (en el mercado nacional y regional) productos para consumo humano, animal y bioinsumos para la producción agrícola.
Coopedota, por su parte, posee siete áreas de negocios. Las más recientes (del 2006 al 2017) son las cafeterías, una embotelladora de agua y la fábrica de hielo. El representante de la cooperativa, Luis Madrigal, aseguró que cada uno negocios se mantiene creciendo y que constantemente tratan de diversificar.