Berlín.- Con una reunión del consejo de vigilancia de Volkswagen finaliza este viernes una semana llena de sobresaltos en la industria automóvil mundial, afectada por el escándalo de los motores trucados de Volkswagen, que ha provocado réplicas en otras compañías automotrices.
Dos grandes nombres del sector, Daimler y Mitsubishi , fueron alcanzados estos últimos días por nuevas oleadas del caso.
Otros podrían ser los siguientes mientras que, siete meses después de que se revelaran los primeros datos del "dieselgate" de Volkswagen, los resultados de los exámenes y las investigaciones sectoriales ordenadas en su momento están al caer.
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Daimler, fabricante de Mercedes-Benz, abrió una investigación interna, solicitada por las autoridades estadounidenses, sobre el modo en el que son certificadas las emisiones contaminantes de sus vehículos en Estados Unidos.
Algunos conductores acusan al grupo de haber instalado un dispositivo en algunos vehículos diésel "limpio" para esquivar las normas de contaminación de Estados Unidos por debajo de una determinada temperatura. La acción de Daimler caía un 5,42% el viernes a las 08H27 GMT en la bolsa de Fráncfort.
En cambio, Volkswagen, precursor del escándalo, anunció este jueves que había alcanzado un acuerdo con las autoridades de EE. UU. para indemnizar a los propietarios estadounidenses de vehículos diésel trucados por medio de "compensaciones importantes", lo que le evitará un proceso judicial.
Esto también le permitirá cuantificar, groso modo, los costes de la rama estadounidense del "dieselgate". El consejo de vigilancia del grupo alemán se reunía este viernes en su sede de Wolfsburgo (norte), tras el cual podría anunciar el monto de las provisiones aprobadas en 2015 para hacer frente al escándalo.
Según varios medios, incluyendo a la agencia alemana DPA, a los 6.500 millones de euros ya imputados en las cuentas del tercer trimestre se añadirían 10.000 millones de euros. Una cifra que hundiría todavía más las cuentas del grupo, ya en números rojos.
Con todo, los inversores reaccionaron estos últimos días dando muestras de tranquilidad: tras el acuerdo con Estados Unidos, la acción de Volkswagen repuntó y ganó un 12% en dos días.
El grupo podría esperar a la semana próxima, fecha oficial prevista, para comunicar sus resultados.
Por otro lado, también se espera el informe de la autoridad alemana del automóvil, KBA, de los exámenes realizados de las emisiones de todos los modelos que circulan en el país.
Según el diario alemán Handelsblatt, el informe concluiría que todos los constructores recurren a "artimañas" que mostrarían una interpretación "vaga" de la ley que regula los techos de emisiones de gases contaminantes, especialmente "los constructores franceses, estadounidenses y asiáticos".
La confesión de Volkswagen de que había instalado un dispositivo en el motor de unos 11 millones de vehículos de todo el mundo para que parecieran mucho menos contaminantes de lo que eran en realidad llevó a varios países a realizar exámenes a los vehículos en circulación.
Así lo hizo Reino Unido, que el jueves dijo que no había descubierto ninguna treta como la de Volkswagen, aunque aclaró que las emisiones de óxido de nitrógeno son"son mucho más elevadas en condiciones reales y en los exámenes realizados en carretera que en el laboratorio".
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Por su parte, el japonés Mitsubishi confesó esta semana que manipuló, para mejorarlos, los datos de las emisiones de gases de al menos 625.000 vehículos, correspondientes a cuatro modelos vendidos en Japón. La acción del grupo nipón ha caído en picado desde entonces y la compañía ha perdido casi 3.000 millones de euros de capitalización bursátil.
Las acciones de Mitsubishi se desplmaban la mañana del 22 de abril un -13%, por el escándalo de fraude en la bolsa de Tokio, en donde ha perdido más de 40% en tres días.