Nueva York. La anunciada compra de Time Warner por AT&T, un acuerdo con un valor de $85.400 millones, representa una nueva apuesta en la sinergia entre las empresas que distribuyen información y entretenimiento a los consumidores y las compañías que producen esos contenidos.
La adquisición busca combinar a un gigante de las telecomunicaciones —que posee una de las operadoras de telefonía celular más importante, DirecTV y un servicio de internet— con la compañía que está detrás de las cadenas HBO y CNN, así como de algunas de las franquicias de entretenimiento más populares del mundo, entre ellas las de "Game of Thrones" y las películas de "Harry Potter", así como el básquetbol profesional.
Será la adquisición más reciente de grandes medios de comunicación de parte de una compañía importante de cable o teléfono —como la compra de NBC Universal por parte de Comcast en 2011— y que viene a apuntalar los negocios sacudidos por la llegada de Internet.
LEA TAMBIÉN: AT&T podría comprar al gigante de medios Time Warner
En realidad el acuerdo no está seguro todavía, pues las autoridades reguladoras deberán autorizarlo primero.
La perspectiva de que haya otro gigante de los medios en el horizonte ya ha generado críticas dentro de la contienda por la presidencia de Estados Unidos. Hablando en Gettysburg, Pensilvania, el candidato presidencial republicano Donald Trump se comprometió a anular ese trato en caso de ser elegido, alegando que concentrará demasiado "poder en manos de muy pocos".
El senador Al Franken, demócrata por Minnesota, dijo que el acuerdo "plantea algunas dudas inmediatas acerca de la consolidación en el mercado de los medios" y que pedirá más información sobre cómo podría afectar a los ciudadanos.
Las compañías que proporcionan conexiones de telefonía e internet como AT&T están invirtiendo en medios de comunicación a fin de encontrar nuevas fuentes de ingresos y asegurarse de que no quedarán relegados a ser simplemente "actores mudos".
Además del acuerdo de Comcast-NBC Universal, Verizon compró AOL el año pasado y ahora propuso un acuerdo por Yahoo para construir un negocio de anuncios publicitarios digitales.
AT&T ha estado activo también. Después de que su intento de comprar a su competidor T-Mobile en 2011 fue desechado —debido a la oposición de las autoridades reguladoras–, la compañía adquirió la empresa de televisión satelital DirecTV por $48.500 millones.
Se espera que hacia finales de año AT&T ofrecerá un paquete de "streaming TV" (transmisión digital de TV), llamado DirecTV Now, dirigido a la gente que ha abandonado su suscripción de televisión por cable o que nunca ha tenido una.
AT&T, la venerable compañía con raíces que se remontan a Alexander Graham Bell, ha lidiado con un lento crecimiento de los servicios inalámbricos, dado que la mayoría de los estadounidenses ya tienen smartphones. Ahora enfrenta nuevos competidores por parte de las compañías de cable. Comcast planea lanzar el próximo año un servicio de telefonía celular para sus clientes.
El director general de AT&T Randall Stephenson, quien va a dirigir la compañía combinada, dijo en una teleconferencia que el acuerdo le permitirá a AT&T ofrecer servicios únicos, sobre todo en telefonía móvil, aunque no dio detalles.
El director de Time Warner, Jeff Bewkes, quien va a permanecer en la empresa durante un período de transición indefinido, agregó que la entrada de dinero ayudará a financiar la producción de más programas y películas.
Comprar Time Warner puede ser "un buen movimiento defensivo" contra Comcast en momentos en que la gigante del sistema de cable continúa involucrándose en negocios nuevos, escribió 21 de octubre anterior Jonathan Chaplin, analista de New Street Research.
Comcast también compró el estudio de cine DreamWorks Animation en agosto.
Incluso si el acuerdo de AT&T logra librar la oposición en Washington, es posible que los reguladores carguen a la compañía combinada con tantas condiciones que el acuerdo ya no tendría sentido.
"No es difícil imaginar lo que uno puede hacer en teoría. Mantendrían a HBO de forma exclusiva solo para los suscriptores de DirecTV, o podrían dejar TNT o TBS solo disponible a través de AT&T Wireless", explicó el analista Craig Moffett, de la firma de investigación MoffettNathanson, en referencia a las redes de Time Warner.
"Pero en la práctica, ese tipo de estrategias están prohibidas expresamente por la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) y la ley antimonopolio", agregó.
Además están los $85.000 millones que AT&T le pagará a Time Warner, cerca de 40% más de lo que los inversionistas calcularon que valía la compañía hace una semana.
"Considérenme un escéptico de que se vaya a crear un valor real", agregó Moffett.
Amy Yong, analista de Macquarie Capital, recordó que muchos acuerdos de medios de comunicación celebrados en el pasado se esfumaron, en particular la desastrosa adquisición de AOL por Time Warner en 2001. "Si nos fijamos en la historia, sigue siendo un asunto no demostrado" el que los grandes acuerdos tienen sentido, aseguró. AT&T, recalcó, está pagando "un precio muy alto".
Sin embargo, Yong dijo que AT&T y otras compañías de telefonía sienten que deben actuar ya porque las amenazas a sus negocios parecen venir de todas direcciones.
"Al final del día, estas empresas están tratando de competir con Google, Facebook y Amazon, no solo con los competidores tradicionales", indicó. "Ahora estamos viendo a Google acercándose a lo inalámbrico".
John Bergmayer, del grupo defensor del interés público Public Knowledge —que a menudo critica la consolidación de los medios–, advirtió que el ciudadano común podría verse dañado por el acuerdo de AT&T. Dijo, por ejemplo, que AT&T podría permitir a sus clientes inalámbricos ver televisión y películas de Time Warner sin descontárselas de sus límites de datos, lo que haría menos atractiva la oferta de video de otros proveedores.