El éxito del Taller Gastronómico El Punto se da al combinar dos “ingredientes”: la estructura de Jimena, su administradora, y la creatividad de Rodrigo, el chef.
Estos dos hermanos, de apellido Montesinos y con raíces mexicanas, abrieron su propio negocio en el 2013, y necesitaron solamente dos años para que Forbes Méxic o los seleccionara como uno de los restaurantes principales en la región centroamericana.
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Al iniciar, tenían un grupo selecto de clientes que querían una experiencia de consumo diferente. No obstante, con el paso de los años, han visto como son cada vez más los ticos que buscan algo diferente al comer fuera de casa.
Siendo así, hace dos semanas, trasladaron el restaurante a otro local, siempre en Escazú, con el objetivo de darle una mayor visibilidad. También ampliaron los horarios y variaron su oferta gastronómica.
Ahora le apuestan a compartir con muchas más personas una experiencia de consumo, que según ellos, “alimenta el alma”, tal y como lo explicaron a EF.
¿Por qué trasladaron el restaurante?
Jimena Montesinos (JM): En los primeros tres años nos fue superbién, la gente que buscaba probar cosas nuevas (que ahora son la mayoría) acogió muy bien el concepto, comía bien y se divertía.
“La población costarricense evolucionó mucho en términos de gastronomía, ya dejaron a un lado el miedo a probar cosas distintas y se dejan llevar por las experiencias. En estos tres años, logramos madurar y consolidarnos en un sector pero para la mayoría de los costarricenses seguimos siendo un restaurante nuevo.
“Por esto decidimos trasladarnos y ahora tener una propuesta de mucha más exposición. Antes estábamos en una bodega de 196 metros cuadrados (m²), acá en Escazú, y ahora en una zona comercial, en un lugar con 250 m², que incluye un jardín”.
¿Por qué seguir en Escazú?
JM: De este lado no hay una opción así y nos gusta marcar el estandarte de que somos los primeros. Fuimos los primeros que en unas bodegas, en una calle donde no había luz, la gente iba y nos llenaban las noches.
“Ahorita queremos ser los pioneros de este lado en el que no hay un concepto tan completo de restaurante. En Escalante, por ejemplo, el choque de oferta con demanda ya no se complementa.
Rodrigo Montesinos (RM): “Cuando llegué al país hicimos un estudio de mercado. Pero además, nos sentimos más ubicados al ver que mucha de la oferta de restaurantes estaba aquí”.
Además de la nueva ubicación, ¿qué involucra la estrategia para atraer más clientes?
JM: En esta nueva ubicación tratamos de poder apalancar más productos y así romper esa barrera de consumo. Que coman acá, paguen ¢8.500 por un almuerzo ejecutivo que incluye la ensalada, la proteína, dos guarniciones; cerveza, sangría o un refresco natural más el café, y que les sea tan agradable que traigan a su novio u amigos en la noche.
“Además, antes abríamos al almuerzo y a la cena. Ahora la ubicación y la infraestructura nos permiten proponer unas etapas de consumo distintas a lo largo del día. Ahora pueden venir en las tardes y degustar alguna de nuestras bocas o cocteles.
RM: “Somos generadores de experiencia. Tal vez no les gusta algún ingrediente que utilicemos pero el producto final sí le podría gustar sin necesidad de tener que quitarlo. Es como la persona que quiere sentir la experiencia y las sensaciones de subir a una montaña rusa, aunque les atemorice la velocidad, no pueden pedir que vaya más despacito. Ya todo está en el paquete”.
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¿Cómo surgió la idea de abrir un restaurante?
JM: La idea se dio hace 13 años cuando mi hermano decidió estudiar gastronomía. El se fue a Europa a estudiar y yo me dediqué al mundo corporativo y dijimos que en alguna parte del mundo íbamos abrir un restaurante cuando el mundo conspirara.
*La nueva ubicación del restaurante es 800 metros hacia el norte del Centro Comercial La Paco, en Escazú.