Los Paleteros, padres de La Churchilleta —una paleta con sabor a granizado, rellena de leche condensada y envuelta en leche en polvo—, decidieron dar un giro a su negocio y convertir la marca en una franquicia.
Enrique Artiñano y Daniel Phillips, dos de los socios propietarios de la empresa, explicaron que la decisión se debe a que de esta forma podrán llevar sus paletas a diferentes lugares del país en menos tiempo y con la ayuda de socios comerciales quienes explotarán la marca.
La primera tienda de Los Palateros es Sweet Brew en Barrio Dent, San Pedro. Este local se convirtió en hace unas semanas en el primer punto de venta en formato de franquicia.
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Enrique Artiñano explicó que al local de Sweet Brew "ya se le quitaron los rótulos de la cafetería y se puso el de Los Paleteros, ahora hace falta que terminar algunos acabados y la remodelación del local".
"En un mes abriremos nuestra segunda tienda en formato de franquicia en Multiplaza Escazú. La idea es abrir diez tiendas —cinco propias y cinco en franquicia— de aquí a finales de este año", agregó Artiñano.
Además de abrir diez tiendas en diferentes puntos de la Gran Área Metropolitana (GAM), Los Paleteros valoran una propuesta de un inversionista extranjero para poner a operar food trucks (carros de alimentos tipo restaurante).
"Serían carros diferentes a los que ya trabajan en el país bajo este formato, es algo completamente diferente a lo que se ha visto", aseveró Daniel Phillips, socio propietario de la empresa.
Los Paleteros actualmente tienen seis sabores de helado: La Churchilleta, Choco Menta, Coco Loco, chocolate con dulce de leche, Banano Nutella y Cookies and Cream.
De momento, los helados de estos empresarios costarricenses se venden en cinco puntos comerciales que son: Papata, en la Calle de la Amargura San Pedro; Grocery Store, en Ultra Park I y II; FIK Lindora, en Santa Ana; Soda Paco Alfaro, en Heredia, y Sweet Brew (se transformó en la primera tienda de la marca Los Paleteros) en Barrio Dent, San Pedro.
Rápido crecimiento
La historia de Los Palateros parece un caso de éxito sacado de los libros de estudio de negocios de cualquier universidad.
En julio del 2015, Enrique Artiñano se reunió con sus dos entrañables amigos, Daniel Phillips y Edgar Berrocal para presentarles tres ideas de negocio.
Luego de analizar las tres propuestas, Daniel creyó que hacer paletas artesanales era la mejor opción para iniciar un emprendimiento en el país, porque no se estaban haciendo helados de ese tipo y porque se prestaba para desarrollar todo un concepto de negocio.
Con los ahorros de los tres, compraron las primeras máquinas, las instalaron en la sala de la casa de Daniel y empezaron a experimentar.
La fórmula de La Churchilleta les tomó tres meses de prueba y error; querían ser exigentes con el sabor, la textura y la forma del producto.
Enrique y Daniel relataron que el experimento fue tan amplio que probaron 20 tipos distintos de leche condensada hasta que encontraron la que querían para La Churchilleta.
El primer nombre de esta empresa no fue Los Paleteros, primero se llamaron Helados Bahía, pero cuando intentaron registrarlo descubrieron que ya existía. Entonces tuvieron que cambiar la marca.
En diciembre del 2015, consiguieron un puesto en una feria navideña que se hace cada año en el Centro de Eventos Pedregal, en San Antonio de Belén.
En esa feria tuvieron mucho éxito con sus helados y conocieron a los dueños del restaurante Papata en San Pedro. Ese encuentro les permitió hacer negocios y tener un primer punto de venta para sus helados.
Caso 'atípico'
Poco a poco la voz de las paletas artesanales de Los Paleteros se corrió, los universitarios hacían fila o se anotaban en listas para comprar los helados.
El 4 de marzo del 2016 abrieron su cuenta de Facebook y el negoció cambió por completo. Los puntos se venta crecieron a cuatro y los clientes se tomaban fotografías con los helados para publicarlas en redes sociales con los hashtags #Churchilleta y #LosPaleteros.
La publicidad "de boca en boca" funcionó en redes sociales. En menos de un mes, Los Palateros ya sumaban 50.000 seguidores y actualmente tiene 89.583 personas que siguen su página en Facebook.
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Esteban Mora, fundador de Web Mechanics y analista de datos de redes sociales, aseguró que el caso de Los Paleteros es "atípico", pero muy exitoso.
El "boom" de Los Palateros los puso en medio de dos decisiones difíciles: crecer y distribuir sus productos en nuevos puntos de venta, o bien, franquiciar la marca para disminuir gastos y llevar sus paletas a otros lugares del país.
Estos empresarios optaron por la segunda ruta y confían en que pronto tendrán más puntos de venta abiertos y nuevos sabores de helado disponibles.
A poco más de un año de que el proyecto de Los Palateros arrancó, ya tuvieron, entre sus estrategias de negocios, una alianza con Uber el pasado 15 de julio.
Los usuarios de la aplicación de transporte podían usar el código "Churchilleta" para comprar cuatro helados por ¢6.000 que serían llevados hasta la ubicación del cliente por un socio conductor de Uber.
* Lea una entrevista con los socios de Los Paleteros en la próxima edición impresa de El Financiero, que circulará este domingo 7 de agosto.