La Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED) reconoce el esfuerzo de las empresas por hacer de Costa Rica un mejor país. Sin embargo, señala tres Objetivos de Desarrollo Sostenible en los que se requiere mayor intervención.
El primer objetivo involucra conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible, a través del cumplimiento de 10 metas claras.
Uno de esos subobjetivos es, desde este año al 2020, reglamentar eficazmente la explotación pesquera y poner fin a la pesca excesiva, la pesca ilegal, la no declarada y no reglamentada, así como las prácticas pesqueras destructivas .
Asimismo, la Agenda para el Desarrollo Sostenible resalta la importancia de facilitar el acceso de los pescadores artesanales a los recursos marinos y los mercados.
Elena Galante, especialista en responsabilidad corporativa, explicó que las firmas que se benefician de la pesca, pertenecientes al sector turístico y el alimentario, deben promover que sea responsable, que no se comercialicen especies protegidas y se respeten las épocas de veda.
Aunado a esto, se pretenden desarrollar proyectos con los que no solo se conserven los recursos marinos, sino que mejoren las condiciones de los pescadores. Por ejemplo, Sea Shepherd tiene un plan (con el respaldo de cerca de 60 pescadores) que transforma las prácticas de pesca pero que generaría recursos extra gracias al turismo.
“Ese grupo acuerda que ya no habrá más pesca de arrastre; son conscientes. Antes, ellos vivían con dos o tres atunes que pescaban por semana, hoy no pescan ni uno. Ahora tenemos que devolverles su materia prima y agregarle un plus para que puedan vivir mejor: vender su producto en un mejor precio”, mencionó Jorge Serendero, vocero de Sea Shepherd.
La idea es que los turistas puedan conocer el proceso de pesca sostenible y sobre la vida marina, mientras que los pescadores toman los recursos que necesitan. Sumado a esto, pueden realizar convenios con hoteles o supermercados, asegurándoles un proceso de la mano a la sostenibilidad.
Ciudades sostenibles y cero violencia
Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, es otro de los objetivos en los que se necesita una mayor intervención empresarial.
Ciertamente, en el país se torna cada vez más común la construcción de edificaciones sostenibles que son ocupados por empresas como Schneider Electric, Coopeande, Roche y BAC Credomatic. No obstante, este es solo uno de los pasos para llegar a la creación de ciudades sostenibles.
“Una ciudad sostenible, debería minimizarse el riesgo ambiental y maximizarse su infraestructura. A la vez, debería tener un sistema de transporte público eficiente y que utilice energía limpia”, recalcó Ileana Granados, del Colegio de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica.
La agenda también recalca que, de aquí al 2030, se debe asegurar al acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y asequibles.
Fifco, con el programa Florida Oportunidades, es ejemplo de lo que pueden hacer las firmas. Ellos ayudan con el trámite de bonos de vivienda, mejoras en infraestructura, préstamos de construcción y plan de vivienda.
El último objetivo que requiere mayor apoyo empresarial es el promover sociedades pacíficas e, inclusivas, para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas.
Silvia Lara, director ejecutiva de AED, indicó que las firmas pueden aportar al capacitar a sus colaboradores. “El 85% de la fuerza laboral trabaja en el sector privado. Hay más de un millón que se le podría llegar a través de procesos de formación y capacitación, en el lugar del trabajo, en relación con patrones de crianza positivos”.