Para ejercer un liderazgo efectivo, integrar equipos altamente competentes y obtener resultados sostenibles, un líder verdadero necesita más que habilidades técnicas y cognitivas: debe aplicar la inteligencia emocional.
El conferencista internacional en temas de recursos humanos Ramiro Ponce asegura que muchas competencias esenciales de gerencia como negociar, manejar el conflicto, formar alianzas, gestionar por influencia, proveer coaching y feedback , entre otras, requieren de esta habilidad.
“Un buen técnico puede ser un excelente seguidor de instrucciones y procesos, pero si no desarrolla su inteligencia emocional no podrá liderar a otros. Al menos no de forma sostenida”, asegura Ponce.
Iván Esquivel, country manager de la escuela de coaching Tisoc, va más allá y habla de la responsabilidad gerencial. “El primer liderazgo es el que se ejerce en nosotros mismos, no sería coherente dirigir a otros si no sabemos dirigirnos a nosotros mismos”, dice.
Conózcase
Si bien algunas personas cuentan con esta habilidad en forma natural, todo ser humano puede desarrollarla. Aquí le compartimos algunos consejos.
Alexander Aguilar, director de la empresa consultora Humano, señala que la inteligencia emocional se compone de cinco aptitudes básicas: autoconocimiento, autocontrol, motivación, empatía y habilidades sociales. Por lo tanto, estos son los cinco puntos que se deben entrenar.
“Debemos aprender a identificar los estados emocionales propios. ¿Qué me pone de mal humor y qué me hace feliz? ¿Cuáles situaciones me levantan el ánimo o me bajan las pilas?”, explica Aguilar. Esto le ayudará a anticipar sus reacciones.
Tanto Ponce como Esquivel, recomiendan acuerpar esos ejercicios con la opinión externa: pida retroalimentación a colaboradores y personas cercanas. Y considere la opción de contratar un coach , que le dé un punto de vista fuera de su círculo de acción.
Otro consejo es practicar sin descanso antes de encontrarse en una situación de crisis. No diga lo primero que piensa, haga una pausa, valore otras formas de respuesta. Con la práctica, dice Aguilar, “puede mejorar bastante y con esto comenzará a ganar puntos como líder”.
También es fundamental ponerse en el papel del otro y tratar de entenderle más allá de lo laboral. La herramienta para lograrlo es la escucha atenta, sin prejuicios, y propiciada por usted.
El siguiente paso es bloquear los pensamientos negativos, con ejercicios simples. Aguilar recomienda desde oír una canción que le suba el ánimo y pensar en las vacaciones hasta salir de la oficina y respirar aire puro. Es difícil, pero con perseverancia aprenderá a controlarlos.
Tenga presente que la motivación para trabajar la inteligencia emocional debe venir de usted mismo. Y si tiene dudas, recuerde que “cuando contratamos, lo hacemos midiendo sus conocimientos y habilidades, y cuando despedimos lo hacemos por comportamientos y actitudes, es decir que las actitudes están por encima de las aptitudes”, dice Esquivel.