Los problemas de liquidez y competitividad llevaron a Corporación Yanber al punto de la quiebra luego de más de 60 años de operación.
Una de las principales explicaciones de que la sumatoria de complicaciones que tenía la firma no acabaran con ella fue la intervención del empresario Francis Durman.
En octubre del presente año, y luego de haber asumido la administración temporal de Yanber, Durman y su socio el banco de inversión FCS Capital, adquirieron la totalidad de la corporación.
Si bien el empresario asegura que su intención nunca fue adquirir la empresa, la necesidad de inyectar más recursos para capitalizar la compañía se volvió vital para equilibrar la operación en el primer año y comenzar a generar utilidades a partir del segundo año.
Ese giro por rescatar la empresa le valió a Durman el ser reconocido por este semanario como Empresario del Año en la categoría de trayectoria.
Cabe mencionar, que en 2010, EF otorgó a Durman el máximo galardón (Empresario del año).
En ese momento, se le reconocieron las inversiones que realizó su compañía Grupo Montecristo en la Clínica Metropolitana. Además, bajo la presidencia de la filial Aliaxis Latinoamérica, se destacó su impulso a la inversión millonaria de una nueva planta en Brasil.
Paso a paso
En noviembre de 2015, Durman y FCS hicieron un diagnóstico de la situación y, en diciembre, indicaron que la firma tenía una carga financiera muy pesada para el nivel de ventas que manejaba.
Sin embargo, estaban convencidos de que si se aislaban los créditos y se apreciaba desde el punto de vista operativo, Yanber era una empresa viable en el tiempo.
En el corto lapso al mando, la corporación y Durman ya anotan sus primeros logros.
La empresa retomó la inversión en investigación y desarrollo, ordenó la generación de ingresos, rescató clientes importantes de diferentes industrias y mejoró la productividad .
Además, la firma regresó a mercados como Brasil, República Dominicana, Camerún y Madagascar.
“Hoy son más de 350 familias que trabajan para la empresa, y con gran ilusión decimos que ese número va a incrementarse porque la empresa se ha fortalecido y empieza su plan de crecimiento”, sostuvo el directivo.
Con la adquisición de Yanber, Durman también mostró su parte humana.
El motivo de peso que terminó por involucrar al empresario fue devolver un favor que le hicieron a su padre, Arturo Durman, en la década de 1960, cuando se iniciaba en el negocio del plástico y se encontraba en apuros.
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