La empresa D&PL Semillas Ltda, de la internacional Monsanto, solicitó a la Comisión Nacional de Bioseguridad sembrar entre 1 y 2 hectáreas de maíz geneticamente modificado para ser más resistente a un tipo de plaga y a daños colaterales de un agroquímico. El próximo 6 de diciembre es la fecha límite para que se admita o rechace la petición.
En caso de tener el visto bueno, no sería la primera vez que se siembra este grano transgénico en Costa Rica, pues existieron entre 1 y 2 hectáreas en los años 90, según datos del Servicio Fitosanitario de Estado (SFE).
En este caso se trata de grano de la marca Monsanto, que también siembra en Costa Rica algodón. Monsanto es una empresa estadounidense que compró en el 2006 a la también estadounidense Delta & Pine Land (D&PL), quienes tienen una sede en Guanacaste.
La Comisión basa la decisión de otorgar o no el permiso con base en los impactos ambientales del cultivo, el desarrollo tecnológico que se utilizará y los resultados que de, si la semilla es certificada, impactos en la producción y plagas y aspectos de bioseguridad, explicó Lega Madrigal, jefa del Departamento de Biotecnología del SFE y miembro de la Comisión.
Semillas del Trópico solicitó también la siembra de 15 hectáreas de este maíz, pero no cumplieron con todo el trámite, así que por ahora su solicitud no está siendo evaluada.
La Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (Fecon) externó su rechazo ante la siembra y solicitó a la Comisión rechazar más siembras de este tipo.
Actualmente existen en el país 443,1 hectáreas de cultivos transgénicos, de las cuales 394,3 ha son de algodón, 44,6 ha de soya, 1 ha de banano y 3,2 ha de piña de las empresas Semillas Olson, D&PL Semillas, Bayer, Semillas del Trópico y Del Monte.
En todos los casos se trata de siembra para semilla o para investigación, nunca para consumo o comercialización en el país, pues toda la semilla generada se exporta.