Tres años atrás, Jaime Zuluaga trabajaba en una empresa propia de etiquetas con su padre, cuando casi por casualidad se encontró con una hermosa vivienda en Barrio Escalante, que albergaba un negocio al borde de la quiebra, pero que impulsó su idea de incursionar en el mundo cervecero costarricense.
Es un negocio que, según sus palabras, "todavía está en pañales".
Con dos ollas puestas en la estufa de su propia casa, comenzaron a experimentar, estudiar, viajar y también a fundar la base de su empresa Costa Rica Beer Factory, con una cerveza Red Ale que aún sigue siendo el producto líder, La Escalante.
Hoy, el negocio que nació en Barrio Escalante, se desarrolla también bajo un nuevo concepto de jardines-restaurantes de180 metros cuadrados en Avenida Escazú y a partir de esta semana, en Plaza Real en Alajuela, y esperan extenderse sobre todo en la zona este del GAM. Hasta ahora, la inversión aproximada ha sido de más de $800.000.
"Nuestra meta tener por año al menos un nuevo Costa Rica Beer Factory y dos Beer Gardens nuevos cada año, por los próximos tres años", afirmó Zuluaga.
Para ese momento, estima que habrá cubierto el mercado nacional y comenzaría la exportación de su marca a Latinoamérica y Estados Unidos bajo la figura de franquicia.
Para Zuluaga, la clave del éxito del negocio está en innovar y ofrecerle a cada tipo de cliente el producto adecuado. "Hacemos productos por temporada y vamos probando el mercado; si un producto de temporada no pega, ya sabemos que al cliente no le gusta y probamos con otra mezcla".
Otro de los puntos clave está en ir a donde está el mercado, ver lo que prefiere y conocer cada cliente.
"Probamos el mercado ofreciendo un contraste de sabores y la gente supo responder. Empezamos a ver el rango de estilos de cerveza y optamos por ir a festivales y eventos donde estuvieran nuestros clientes y así saber exactamente qué era lo que querían que hiciéramos", agregó.
Afirma que, además, tener el restaurante es una ventaja, pues es el lugar ideal para probar las combinaciones. "Aquí podemos hacer todas las mediciones porque aquí está el mercado que queremos, la gente que queremos probar".
Esta es una tendencia creciente en el mercado cervecero, en donde otras marcas de cerveza artesanal también posicionan sus productos en sus propios espacios.
Costa Rica Craft Brewing, Costa Rica Meadery, La Bodega de Chema y Ticobirra son algunos de los productores que, además de la venta de su producto, ofrecen otros servicios en establecimientos propios, con menús para maridaje, cursos de preparación de cerveza y tours.
Con la apertura del nuevo establecimiento en Alajuela, también entran al mercado dos nuevos productos, la Turrialba Rauch Bier (Bacon Smoked Ale) y Tortuguero IPA (Indian Pale Ale), los cuales se unen a la Escalante Red Ale y a la Dota Apple Bock, que se encuentran ya en el mercado.
Zuluaga asegura que todavía hay mucho por hacer en el mercado de la cerveza artesanal, pero que hace falta innovación frente a un consumidor atrevido que apuesta por experimentar nuevos contrastes.
"El consumidor tico es atrevido, cuando se da cuenta que existen muchos tipos de productos desde el más suave al más fuerte, empieza a experimentar. La clave está en explicarle al cliente y hacerles un par de preguntas para dar con el producto adecuado a sus gustos", afirmó el empresario.
Tener un gran catálogo de productos artesanales para maridar con las bebidas, aunado con un servicio personalizado, es lo que ha hecho que el restaurante se mantenga en la mente del consumidor de cerveza artesanal costarricense.
"La mejor cerveza es la que le gusta al cliente. Lo que la gente anda buscando es lo que les tratamos de ofrecer con nuestros productos, la clave es adaptarse a lo que el mercado está pidiendo".