Britt se aleja, poco a poco, de la idea de ser únicamente un negocio de venta de café y souvenirs con presencia en diversas terminales aéreas y hoteles de América Latina.
En los últimos tres años, la firma se abrió espacio en centros comerciales y supermercados de la mano de máquinas para preparar café, cápsulas de café, chocolates y otros productos.
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La incursión en estos espacios tomó más fuerza en el 2015 al lanzarse los formatos Britt Espresso (venta de máquinas y cápsulas) y la Chocolatería Britt (comercialización de bombones rellenos con frutas tropicales y otros productos en complejos comerciales).
Un año después, en el 2016, presentaron el concepto de Chocolatería & Deli con el que también le apuestan a las bebidas de café, sándwiches y pastelería para llevar. Este formato opera solo en el aeropuerto Juan Santamaría.
La empresa ya tiene trazada la ruta para ampliar aún más la presencia de estos negocios y, por ende, incrementar sus ingresos. Así lo dio a conocer a EF el CEO de la compañía, Pablo Vargas.
¿Cuáles son los planes de Britt para el corto plazo?
Vamos a replicar en Multiplaza Curridabat el concepto que tenemos en Multiplaza Escazú de la Chocolatería y la tienda Britt Espresso. Tenemos previsto esta apertura para el 30 de julio.
“Se presenta un cambio en el tamaño porque el espacio en Escazú es de 140 metros cuadrados (m²) entre la Chocolatería y Britt Espresso. Curridabat será un poco más grande con 172 m².
“Otra variación es que la gente tendrá la posibilidad de comprar su café en Britt Espresso sin que esto signifique que será una cafetería porque no va haber un lugar físico para sentarse.
“Además, la Chocolatería & Deli, que es un formato que tenemos desde octubre del 2016 en el aeropuerto Juan Santamaría, lo replicaremos en el de Liberia en noviembre de este año.
“Este va ser más grande al tener más de 200 m² porque le estamos dando mucho más espacio de mesas y de interacción que no tenemos en el Santamaría.
“Dentro del concepto vendrán próximas aperturas dentro y fuera del país, algunas incluso en este año, y muchas esperemos para el 2018. La idea es expandirnos”.
¿Cuánta es el monto de inversión en estos proyectos? ¿Cuántos colaboradores requieren?
En el proyecto de Multiplaza Curridabat la inversión es de aproximadamente $250.000; tiene mucha inversión inicial en equipos porque se requieren, por ejemplo, hornos y urnas especiales. Este generará 12 empleos.
“Para el establecimiento en Liberia, se contratan unos 40 colaboradores y la inversión es cercana a $1 millón porque si se necesita una cocina completa de restaurante, no es como en Curridabat, que nada más es el horno”.
En un mediano plazo, ¿cuáles son los planes de crecimiento con los nuevos formatos?
Lo que esperaríamos es vender $20 millones de aquí al 2025. Para esto, en los próximos cinco años tendríamos que tener unas 10 tiendas dentro y fuera del país.
“Fuera del país los siguientes pasos serían Perú (en este país ya funciona el formato de Britt Espreso desde el 2015) y Chile donde la marca está más posicionada”.
¿Cómo se han comportado las ventas de las máquinas para preparar café?
Desde que Britt Espresso se lanzó en el 2015, hemos posicionado más de 10.000 máquinas, de estas el 75% en Costa Rica y el restante entre Perú, Chile y algunas islas del Caribe. Los principales canales de venta, por su puesto, han sido la tienda en Multiplaza Escazú y la página web.
“El proyecto ha superado la expectativa que teníamos. Nosotros veíamos un mercado total de Costa Rica de 10.000 máquinas en cinco años y en dos años lo logramos. Vienen más máquinas nuevas porque estamos buscando modelos o formas diferentes de máquinas para quienes son amantes de esta alternativa”.
¿Cuál es el mercado meta de este tipo de máquinas?
Mucha gente lo busca para la oficina por el tema de practicidad, porque a quien le gusta el tipo de café intenso, tiene sus cápsulas; ocurre lo mismo con el que prefiere el descafeinado.
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“Ha sido muy interesante para las personas de oficinas pero por lo general quienes la prueban llegan a la tienda con sus parejas, se les enseña y acaban comprándola para la casa. Empezamos con los de la casa pero luego los de los restaurantes se dieron cuenta y dijeron que era una maravilla pues no debían contratar baristas.
“Con las máquinas más costosas, los restaurantes invertían en capacitar a su equipo, estos llegaban a ser muy buenos por lo que cambiaban de trabajo. Entonces hicimos máquinas y cápsulas especiales para restaurantes”.