El presidente del Club Sport Herediano, David Patey, y los empresarios Orlando Moreira y Aquil Alí compraron la mayoría de acciones de la distribuidora de vehículos Peugeot, Autos Xiri S. A.
Es la segunda vez que invierten en una compañía en problemas o que, al menos, no atraviesa su mejor momento.
Hace poco más de un año lo hicieron con el Club Sport Herediano con una inversión que salvó a la entidad de caer en una crisis financiera aún más profunda de la que ya enfrentaba.
En setiembre pasado, adquirieron la mayoría de Autos Xiri S.A., que distribuye Peugeot desde 1999. Ni el monto de la transacción ni el porcentaje adquirido fue revelado.
Eso sí, anunciaron una inversión de $3 millones para adquirir más vehículos, repuestos y para promocionar la marca.
Los inversionistas capitalizaron una organización que hoy vende apenas 11% de lo que comercializaba en su mejor momento y que pasó de acaparar un 12% del mercado a menos del 3%, debido a los embates de la recesión económica del 2009.
La empresa, fundado en 1947 por Efraín Xirinach Chamberlain, atravesó una agresiva reestructuración desde el 2007, cuando la tercera generación de la familia entró a la operación.
Fruto de ese proceso, los hijos de Xirinach, Efraín y Ronald, dividieron el grupo de empresas –que también incluía la cadena Recauchadora Gigante– y el primero de ellos se quedó al frente de Peugeot.
Con la venta a Patey y compañía, Efraín Xirinach y su hijo Randy se convierten en los únicos miembros de la familia con acciones en Autos Xiri.
A inicios de este mes, la casa matriz dio el visto bueno para la transacción, que entre otras cosas, implica el cambio de nombre comercial a Peugeot Costa Rica.
Otros grupos costarricenses de la misma industria han atravesado situaciones similares de separación de negocios a causa de la irrupción de nuevas generaciones. Las familias Federspiel (Subarú) y Aizenman (Kia, Mitsubishi, Nissan, etc.) son algunos de los ejemplos.
¿Por qué dar este paso?
David Patey, nuevo presidente de Autos Xiri S.A., cree que los 8.000 autos Peugeot que se estima transitan las calles ticas conforman un público cautivo en el área de repuestos y servicio al cliente.
Además, esos propietarios podrían buscar cambiar su auto por un modelo más moderno.
“Había una necesidad de inyección de capital para adquirir más repuestos y carros”, explica Patey.
Para Orlando Moreira, socio y nuevo gerente general de la distribuidora, en la decisión también pesó el hecho de que –al igual que ocurrió con el Herediano–, se trató de una transacción cerrada a un costo más bajo que si se tratara de una empresa boyante.
Y es que la crisis del 2009 le jugó una mala pasada a Autos Xiri.
Randy Xirinach, quien comparte con Patey responsabilidades en la gerencia comercial, cuenta que el crecimiento exponencial que tuvo la empresa entre el 2000 y el 2006 le llevó a vender hasta 1.200 vehículos nuevos anualmente.
La compañía operó tres puntos de venta que sumaban en total 35.000 m² en edificios y empleó a 350 personas.
Empero, esa estructura de empresa grande no soportó la caída de 55% en las ventas de carros registrada en 2009.
Con menos ventas y recursos, las quejas de clientes no se hicieron esperar y la percepción de la marca se debilitó.
“No se puede tapar el sol con un dedo. Se empezó a fallar en la parte de repuestos y la gente perdió confianza en la marca”, explica Randy Xirinach, de 35 años.
La factura fue alta. Autos Xiri está vendiendo solo 130 autos por año, maneja un único punto de venta en La Valencia de Heredia y ahora tiene 45 colaboradores.
Esa cantidad es ínfima si se toma en cuenta que solo entre enero y octubre de este 2013, el Ministerio de Hacienda registra importaciones de autos nuevos por 30.138 unidades.
Además, según el Perfil del Consumidor 2013 de EF, Peugeot ocupa la penúltima posición (#19) entre las marcas de carros más mencionadas por los ticos, con apenas 2% de frecuencia frente a 86% del líder, Toyota.
Negocios separados
Otras familias ticas del mundo automotor también han decidido separar sus negocios, debido a los retos que representa manejar una operación con nuevas generaciones.
Por ejemplo, hace dos años, los hermanos Roberto y Carlos Federspiel decidieron dejar en manos del primero la operación del Grupo Universal y el segundo se quedó con Autos Subarú.
Por su parte, los hermanos Samuel, Jacobo, Salomón e Israel Aizenman vivieron un proceso similar que dio como resultado la escisión de la antigua Corporación D, dedicada a la importación y venta de automóviles.
De ese negocio, Samuel y Jacobo se mantienen con las marcas Nissan y Audi (ahora Grupo Danissa); Salomón con Mitsubishi (Veinsa) e Israel con Mazda y Kia (Quality Motor).
Entretanto, la familia Xirinach y sus nuevos socios esperan invertir inicialmente cerca de $3 millones en triplicar su inventario de repuestos, traer nuevos modelos Peugeot para enero próximo y promocionar la marca.
Aunque la meta es mantener como mínimo las ventas anuales actuales, las expectativas apuntan a vender entre 350 y 400 unidades durante el primer año de esta nueva etapa.
No obstante, Patey sabe que durante los primeros seis meses de operación la empresa generará pérdidas.
Cambio de manos
Los nuevos socios de Autos Xiri S.A. autofinanciaron su inversión en la capitalización de esta empresa.
David Patey: Es un empresario israelí-estadounidense con 10 años de residir en Costa Rica. Tiene experiencia en la industria inmobiliaria local y con su compañía CRC Loans se dedica a intermediar en la obtención de préstamos por parte de terceros. Es gerente general y presidente del Club Sport Herediano.
Orlando Moreira: Socio de varias empresas como el colegio bilingüe Saint Nicholas School. Tiene experiencia en la importación y exportación de productos en Costa Rica y la región. Actual gerente de Autos Xiri.
Aquil Alí: Tiene 20 años de experiencia en el sector financiero, inmobiliario y futbolístico.
Fuente Peugeot Costa Rica.