Almacén El Gallito, que operaba en el país desde hace casi 117 años, cerró sus siete locales tras luchar durante años por mantenerse en el mercado.
Carlos Vega, gerente administrativo de la empresa, manifestó que la clausura de las tiendas se empezó hacer efectiva desde el pasado 31 de julio y concluirá mañana 2 de agosto.
Esta decisión afecta a más de 200 empleados que laboraban en los establecimientos ubicados en San Carlos, Alajuela, Desamparados, Heredia Centro, centro comercial Paseo de las Flores, el Museo de los Niños, el Mercado Central de San José, además del almacén principal ubicado en la calle 4ta, en el centro de la capital.
"El proceso (del pago de los derechos laborales) ha sido paulatino, hoy por hoy nos quedan pendientes únicamente 15 liquidaciones de empleados y hemos llegado a un buen arreglo de pago con ellos", explicó Vega.
Asimismo, agregó que las razones del cierre son múltiples, entre ellas que, tras un conflicto con un proveedor que vendía luces de bengala, El Gallito fue acusado de no tener los permisos y fue condenada a una suma millonaria, lo que generó embargos bancarios y daños a la imagen de la empresa.
Esa misma situación afectó el pago a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), al Ministerio de Hacienda y a proveedores. Para evitar seguir con los problemas financieros, se tomó la decisión de vender el inmueble de Avenida Segunda, pagándole así al Estado, ya que la relación con los proveedores no era tan difícil.
En enero del 2013, ya no había cuentas pendientes con ninguna institución.
"Agreguemos que las condiciones del mercado no han estado bien, de los 200 pequeños distribuidores que teníamos en el 2008, para el 2013 nos quedaban 30 y a muchos tuvimos que recogerles la mercadería", indicó Vega.
También otra de las razones que generó el cierre es que diversas empresas dejaron de darles créditos o beneficiarlos con descuentos, agravando así el tema de abastecimiento de los locales.
"Buscamos ayuda bancaria estatal y privada, la respuesta era que para el comercio no tenían autorización y los créditos del mercado informal cobran tasas de hasta 55% en colones anual y 35% en dólares. Imposible", destacó el ejecutivo.
A estos factores se sumaron otros como la venta de productos a través de sitios web, el comercio informal en las calles de San José y el aparente contrabando de productos por negocios no controlados.
Con el cierre de operaciones, Almacén El Gallito, queda con cuentas por pagar cercanas a los ¢12 millones con proveedores locales. Un 80% de ellos están con saldos al día.
"La parte más fuerte ahora es el tema de liquidaciones, pero para evitar que el Estado nos quitara el inventario, solicitamos un convenio preventivo de pagos y así poder darle prioridad de pago a los empleados mientras liquidamos el inventario", señaló el gerente administrativo.
Para Francisco Llobet, presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica, este tipo de noticias muestran la desconfianza del comercio ante la situación económica que pasa el país. "La situación no es la mejor, pero esperamos que cambie", destacó.