¿Qué hace que una empresa dedique más recursos de tiempo y dinero a actividades de responsabilidad social empresarial (RSE) que otra? Al parecer, el hecho de que el CEO de la compañía sea padre de al menos una hija.
Así lo concluye un estudio, citado por Harvard Business Review y hecho por la Universidad de Miami y la Escuela Internacional de Negocios Chino Europea (CEIBS, por sus siglas en inglés), que comparó el ráting de RSE de las compañías del índice S&P 500 y la información sobre los hijos e hijas de los CEO de estas.
La conclusión es que cuando el CEO tenía al menos una hija, la compañía obtenía un puntaje promedio 11,9% mayor en las métricas de RSE y destinaba 13,4% más de sus ingresos netos en RSE que la media.
De esta forma, todo indica que la influencia femenina afecta las decisiones de estos ejecutivos que se traduce en las prioridades de la empresa.
Y esto también repercutiría en el caso de los políticos: aquellos que tienen hijas tienden a votar de manera más liberal, particularmente en legislación que involucre derechos reproductivos, afirman los investigadores del estudio realizado.
Entre las posibles razones que explican esto se tiene la posible internalización por los padres a las desigualdades y discriminación de las que son víctimas sus hijas, lo que impactaría en sus actitudes sobre la igualdad.
De hecho, resulta paradójico que la influencia que las hijas producen en sus madres CEO no pueda identificarse, pues la muestra evaluada de CEO solo incluía 14 mujeres de un total de 379 ejecutivos.
Las métricas de RSE incluyen diversidad, comunidad, relaciones con colaboradores, producto, medio ambiente y derechos humanos. El mayor puntaje respecto al promedio está en diversidad (+13,7%), y el menor, en derechos humanos (+1,0%).