Me encantará brindarles algunos consejos a tus alumnos. De hecho, hay muchas estrategias distintas a las que los emprendedores jóvenes pueden recurrir para generarse una mejor oportunidad de éxito. A continuación comparto algunas de las lecciones más importantes que he aprendido después de 50 años en los negocios:
1. No te avergüences de tu edad: Nunca dejes que tu juventud te detenga para lanzarte a comenzar un negocio. Quizá sientas que la gente no va a tomarte en serio, pero como joven tienes habilidades únicas y valiosas. Por ejemplo, puedes ver el mundo con una mirada fresca y saber instintivamente qué cosas son geniales. Habilidades como esta ciertamente me fueron útiles cuando comencé la revista Student en la adolescencia.
2. Haz algo que te encante: Como empresario, nunca vas a tener el típico horario de nueve a cinco. Puesto que gran parte de tu vida se te irá trabajando, no puedo dejar de subrayar la importancia de que escojas algo que en verdad te apasione. Pregúntate a ti mismo: ¿qué talentos tengo? ¿Hay algún sector en especial que me obsesione? ¿Hay una causa en específico con la que me sienta comprometido?
No comiences una empresa solo porque crees que te traerá ganancias. Si no estás enamorado de tu idea, no moverás montañas para que se haga realidad.
3. Enfócate en lo que te rodea: A menudo esta es la mejor manera de encontrar vacíos en el mercado que puedas explotar. ¿Qué servicios usan tú y tus amigos que puedan mejorar drásticamente? ¿Hay algún negocio que daría un fuerte impulso a tu vecindario o tu ciudad?
Una vez que te hayas establecido con firmeza a nivel local, puedes expandirte a mercados más grandes. Recuerda: Virgin Records comenzó con una tienda sobre la calle Oxford, en Londres.
4. Considera los retos como oportunidades: Salir victorioso de un desafío difícil pone a prueba tu temple y te obliga a innovar… y quizá incluso cambies el mundo, y a ti mismo, en el proceso. Si no lo logras, no veas tu fracaso como el fin, sino como una oportunidad de intentar algo nuevo, y probablemente más grande.
Aprendí una de mis lecciones más valiosas cuando no pude convencer a una importante editorial de comprar la revista Student. El editor quería enfocarse en detalles como la distribución, mientras que yo tenía una visión más grande, de todo un grupo de empresas enfocadas en estudiantes, desde agencias de viajes hasta bancos. Mi fracaso fue un acicate para crear el negocio de mis sueños. Cincuenta años después, Virgin se ha convertido en mucho más de lo que alguna vez pude haber imaginado.
5. Ignora a quienes dicen que no: Cuando comencé a ser emprendedor, incontables personas me dijeron que no tendría éxito, y qué bueno que no las escuché. Sin embargo, aunque es importante no dejar que la negatividad te afecte, también lo es reconocer los buenos consejos cuando los recibes.
Las mejores personas con las que puedes hablar son aquellas con una larga trayectoria en tu campo, o bien tus padres. Quizá no quieras admitirlo, pero según mi experiencia, ¡tienen razón la mayor parte del tiempo!
6. Apóyate en tus valores: Conocer tus valores puede ayudarte a dar forma a tu empresa. El lema de Virgin es "mejorar los negocios", y nos ha orientado cuando exploramos nuevas oportunidades. De Virgin Atlantic a Virgin Money, nuestro equipo siempre ha lanzado empresas a partir de un deseo genuino de alterar el statu quo y mejorar la vida de los clientes.
7. Saca provecho de tus fortalezas: Enfoca tu energía en las áreas de la empresa más acordes con tus capacidades. Cuando comencé la revista Student, intenté hacer todas las tareas de la empresa. Lo que se te ocurra, yo lo hice: escritura, edición, mercadotecnia, contabilidad. Pronto me di cuenta de que no era bueno en ciertos cargos, sobre todo en los que requerían trabajar con números.
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8. Piensa en grande: Sin importar lo que hagas, sigue creciendo. Después de que nuestra primera tienda de discos fue un éxito, buscamos maneras de abrir más. Aunque puede ser tentador gastarte todas tus ganancias iniciales en pasártela bien, si quieres que tu empresa dure debes reinvertir ese dinero en oportunidades de crecimiento.
9. Ponte metas: Mientras estableces tu negocio durante ese agitado primer año, estarás muy ocupado simplemente tratando de salir a flote. Sin embargo, con el paso del tiempo, debes seguir poniéndote nuevas metas. Ponte pequeños objetivos diarios, luego semanales y luego mensuales. Escríbelos y ve tachándolos. Te sorprenderá lo satisfactorio que es.
10. Toma notas: Apunta detalladamente todas las conversaciones y juntas que tengas. Yo siempre llevo conmigo una libreta, donde tomo notas y hago listas con avidez. Escribir las cosas me mantiene enfocado y productivo, y me desalienta a dejar las cosas para después.
Ser un empresario es un maravilloso viaje de autodescubrimiento: seguramente aprenderás tanto sobre ti mismo como sobre tu industria. Lanza tu propia empresa y podrás elegir tu propio futuro.
Tracey, mi consejo para tus estudiantes de negocios es simple: tomen la oportunidad con ambas manos y échense a correr con ella.