Una nueva idea sobre la responsabilidad de las empresas sacude las definiciones tradicionales del capitalismo, y la organización que lidera el movimiento se llama Capitalismo Consciente Inc.
Es una tendencia que rompe con el tema de la responsabilidad social, pues la considera “limitada”, al tratar de seguir haciendo negocios de la misma manera y atendiendo las responsabilidades con el ambiente y la sociedad.
Esa es la visión de Raj Sisodia, uno de los fundadores y directores de Capitalismo Consciente.
Sisodia es profesor en el Babson College, en Massachussets, EE. UU., y su libro Firms of Endearment: How World Class Companies Profit from Passion and Purpose ( Empresas que se hacen querer , en español) es considerado pieza fundamental para la explicación de los preceptos y las implicaciones de esta tendencia.
El capítulo costarricense de Capitalismo Consciente tendrá un encuentro con empresarios el 25 de agosto. De previo, Sisodia habló con EF de los puntos claves de esta filosofía.
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Al hablar de capitalismo “consciente”, ¿se hace énfasis también en un ejercicio “inconsciente” previo a este movimiento?
No diría inconsciente sino con un nivel menor de consciencia, que se concentra en sobrevivencia.
“El capitalismo tradicional ha estado operando en esos niveles, concentrado únicamente en hacer dinero y con empresas cuyo único objetivo son las ganancias. Así, todas las personas conectadas con su negocio –proveedores, contratistas, vecinos– se ven como vías para hacer dinero.
“Por otro lado, cuando se aumenta el nivel de conciencia se hace evidente el impacto que se tiene sobre la vida de la gente y cómo todo está interconectado y es interdependiente. Eso lleva a operar en términos ya no de sobrevivencia sino de propósito.
“El nivel más alto de conciencia es estar al servicio de la humanidad, tanto para las empresas como para las personas”.
Usted ha dicho que las empresas deben “cambiar ese modo de pensar solo en las ganancias y pasar a practicar el capitalismo de una manera correcta, para ver sus beneficios”. Pero las compañías ya tienen éxito en el modelo de mercado.
Es cierto, el capitalismo tradicional ha permitido la creación de abundante riqueza, ha aumentado el ingreso per cápita en el mundo y muchos otros indicadores han mejorado.
“Estos conceptos no intentan rechazar el capitalismo. Lo que se busca es evidenciar que, si se ejerce de una manera diferente, no solo generar dinero es importante. El problema está en que la vía tradicional crea riqueza a expensas de otras cosas.
“Al operar en un nivel alto de conciencia, se comienza a ver que es posible crear diferentes tipos de riqueza al mismo tiempo: podemos hacer inclusive más ganancias económicas dándole a la gente bienestar emocional, físico, ecológico e intelectual. Sí se puede hacer negocios desde el espectro de múltiples efectos y hacerlos positivos”.
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Algunas empresas ya tienen iniciativas de responsabilidad social con ese fin. ¿Qué aporta diferente el capitalismo consciente en estos casos?
Creemos que recurrir a la responsabilidad social es una forma de pensamiento limitada, porque se sigue haciendo negocios de la misma manera y tratando de atender adicionalmente las responsabilidades con el ambiente y la sociedad.
“Lo que pasa es que en muchos casos esto significa que estamos creando un problema con nuestro negocio y luego usamos algún dinero para paliar esos problemas. Es el caso de empresas de alimentos, que ponen dinero en campañas contra la obesidad o investigación en nutrición; o las tabacaleras, que invierten en investigación contra el cáncer o en campañas de cesación del fumado.
“Lo que nosotros decimos en Capitalismo Consciente es que la sociedad es un stakeholder de todos los negocios, y debemos crear valor para todos los stakeholders ; si la sociedad es, como creemos, el principal, entonces no podemos ser parte del problema, tenemos que ser parte de las soluciones”.
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Pero en algunos de los casos que mencionó, significaría incluso abandonar el negocio actual.
En algunos casos es más difícil que en otros. Un ejemplo de casos retadores es el de las tabacaleras, pero incluso ahí, si se ven las razones por las que la gente fuma –como combatir el estrés, sentirse más relajado– la pregunta es ¿cómo puedo cubrir esta necesidad de una manera que además sea saludable? Y se dedica el dinero de investigación e innovación a esto.
“Puedo imaginar un escenario en el que se desarrolla un producto que no solo no es malo para el consumidor sino que le hace bien. Si de verdad se asume un propósito superior, se dejan de ver a sí mismos como una empresa de tabaco para comenzar a considerarse una empresa de bienestar y relajación”.