Su gestión ejecutiva ha sido excelente y su buen nombre lo antecede en negociaciones, reuniones e, incluso, actividades sociales. ¿Será el momento de monetizar su marca personal?
Y si es así, ¿cuál será la mejor forma de hacerlo?
Según varios especialistas, antes de hacer dinero con su buen nombre, se tienen que tomar precauciones y, sobre todo, invertir en la forma en que su marca genera valor.
“No hay que equivocarse. La marca personal no es un tema opcional, sino requerido en el mundo de los negocios. Cuando los cazatalentos buscan candidatos idóneos, tratan de establecerlo por medio de entrevistas por competencias y referencias sobre la marca que el profesional va dejando en sus trabajos”, explica Miguel López, managing partner de Recluta Talent Hunter.
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Entonces, la primera vía para monetizar su prestigio es la visibilidad en su sector, para alcanzar puestos mejores.
Usted debe decidir si permanece ahí o se lanza por su cuenta.
“Pero debemos entender que para que esto funcione y sea rentable, debe ser un full time job y difícilmente podrá ser algo que se pueda obtener haciéndolo mientras se dedica a otras actividades”, advierte Daniel Romero-Abreu, presidente de la consultora de personalidades Thinking Heads.
Identifique el momento
La clave del éxito para el proceso de hacer dinero con el conocimiento y el renombre adquiridos, es tener algo de valor para compartir.
“Deben centrarse en ser un especialista en algo concreto, encontrar una forma sencilla y fácil que nos permita comunicar ese conocimiento, conocer e investigar a nuestro público, pues nuestro objetivo es compartir esas ideas con las personas que se puedan beneficiar de este conocimiento y aportar mucho valor a la sociedad de una manera gratuita, convirtiéndose en un referente”, recomienda Romero-Abreu.
El objetivo de este proceso previo es generar comunidad alrededor de sus aportes, que permita la monetización.
Alexander Aguilar, director de la firma consultora Humano, hace énfasis en el papel de la seguridad y autoconfianza del ejecutivo a la hora de dar este salto con su marca personal.
“El momento ideal para comenzar a monetizar la marca personal es cuando la persona se siente lista, con la confianza, la certeza, el conocimiento, el compromiso y el campo de acción claramente definido donde va a hacerlo”, asegura el consultor.
En este punto, para él es fundamental que el entorno social influya poco.
“En materia de marca personal, un mal paso podría tener repercusiones bastante difíciles de revertir”, asegura.
Errores comunes
Además de la advertencia sobre influencias externas, los especialistas hacen énfasis en dedicarse a un tema que despierte un interés real e intenso, más allá de dejarse llevar por las tendencias en apariencia rentables pero que podrían resultar pasajeras.
Para Miguel López, los errores más graves se cometen en las etapas de vida ejecutiva, y comienzan con mentir sobre sus habilidades en entrevistas de trabajo, presumir logros que no son suyos o hacer una gestión negativa del talento; este último punto puede empañar su conocimiento técnico, sus logros individuales y su buen nombre.
“Los altos ejecutivos no son conscientes de lo poderoso que es mantener una reputación y buena imagen profesional, sino hasta cuando llegan los momentos de afrontar el desempleo”, advierte López.
Este asesor resalta la poca importancia que algunos ejecutivos le dan al manejo de su perfil en redes profesionales como LinkedIn.
“Es de altísimo valor y debe ser actualizado al menos dos veces al mes. Lograr impactar con logros sobre nuestro trabajo, dejar conocer del liderazgo ejemplar y escuchar las mejores recomendaciones ayudan al profesional a avanzar de manera más efectiva en su carrera profesional”, asegura López sobre la red social.
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Y, en este proceso de aprovechamiento económico de la imagen, también se corre el riesgo de darle importancia de más al factor monetario.
“Uno de los errores más comunes, suele ser focalizar todos los esfuerzos en generar dinero, cuando este es realmente una consecuencia de generar otro tipo de valor, es decir, ideas y creación de pensamiento que inspire a unos públicos definidos”, dice Romero-Abreu.
Posibilidades
El primer paso de la monetización, como se mencionó antes, es la valorización del trabajo del ejecutivo como profesional-experto.
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“En el caso de los altos ejecutivos, la monetización de su marca personal no se ve reflejada de una manera directa sino indirecta, es decir, en términos de notoriedad, credibilidad e influencia. Según señala el estudio “CEO Reputation Premium”, un 44% del valor percibido de una empresa, reside en la reputación de su CEO”, asegura Romero-Abreu.
Sin embargo, para el consultor y colaborador de la revista Entrepreneur , Francisco Rodríguez, el crecimiento personal y la monetización pueden ir de la mano, aplicando una mezcla de las siguientes prácticas.
1. Consultorías.
Se le paga por los conocimientos que ya tiene. Se puede implementar en todas las áreas. “Un caso muy conocido de un consultor que ha sabido aprovechar bien el posicionamiento alcanzado a través de su marca personal es Neil Patel”, asegura Rodríguez en Entrepreneur .
2. Conferencias.
Sean presenciales o digitales, fortalecen la imagen de experto y cuando llega el reconocimiento suelen ser muy bien pagadas, a un costo mínimo (o nulo) para el conferencista.
3. Marcas.
Convertirse en embajador de productos o empresas que estén tras el mismo target pero sin representar competencia.
4. Contenidos.
Encontrar el producto adecuado para compartir el conocimiento y por el cual el público estaría dispuesto a pagar.
Sea cual sea la opción que le resulte más útil, tendrá poca o ninguna relevancia si falla en invertir en su buen nombre. ¿Sabe qué dice la gente sobre usted cuando usted no está? Averígüelo, y sáquele provecho.