Según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), la población femenina controla en 70% de las decisiones de compra a nivel global, por lo que muchas empresas invierten en fortalecer sus estrategias de venta hacia ellas y en programas de igualdad de género.
Este aspecto parece que el Banco de Costa Rica (BCR) lo entendió muy bien y los impulsó a gastar entre $8 millones y $10 millones en un producto dirigido a ellas.
Lamentablemente, el BCR no completó la tarea y aunque afirme que "las mujeres no son complicadas" y "es que nadie nos entendía", queda claro que quien menos nos ha entendido fue el equipo detrás del lanzamiento, mercadeo y diseño de Kristal.
Es lamentable que un capital importante y una iniciativa innovadora que nació con las mejores intensiones haya terminado fortaleciendo los estereotipos de género.
Las necesidades de las mujeres no son tener un servicio rosado, ni un bolso Kristal que nos ayude a guardar nuestras joyas o un cepillo para controlar el freeze. No necesitamos que nos aparten en cinco sucursales, que fomentan que el cuido de la niñez es una responsabilidad solo de nosotras. Y del castillo de princesa... no me alcanza la página para detallar este estereotipo tan marcado.
Si las empresas se asesoran adecuadamente de cómo invertir en la mujer, definitivamente es un buen negocio. Pero cuando no lo hacen, se cometen terribles errores como los del caso de las computadoras Della y los lápiceros Bic for her.
En un mundo cargado de estereotipos de género, son las estrategias de mercadeo que rompen esos estigmas los que han producido mayor éxito y lealtad de las consumidoras, como el caso de Always con la campaña #LikeAGirl y Dove con Por la belleza real.
Hacer un producto que "nace para las mujeres" como lo hizo el BCR, sin la asesoría adecuada, termina siendo un producto que enfurece e indigna a las mujeres y también a los hombres.
*Directora de Desarrollo Social de Reinventing Business for All (RBA)