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Esteban Martínez acaba de asumir la gerencia de ventas de una empresa de dispositivos electrónicos.
Con mucha ilusión, grandes metas por lograr y un sinfín de propósitos, asumió el cargo con tan solo 27 años y altas expectativas de parte de sus autoridades.
Una vez frente a su escritorio, inundado de pendientes, Martínez no solo se sentía muy abrumado, sino que comenzó a cuestionarse si esta gerencia sería, realmente, la verdadera meta de su vida.
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Este es el mismo sentimiento que comparten muchos gerentes en su soledad y que, posiblemente, no se atreven a gritar a los cuatro vientos.
Frustración, ansiedad, depresión, cambios de humor y hasta ataques de pánico son algunos de los males que muchos ejecutivos sufren en privado y que jamás le dirán a nadie.
El consultor en finanzas personales y autor del potcast Asignatura Pendiente , el guatemalteco, Daniel Herbruger, dice que muchos ejecutivos no consiguen la satisfacción en su vida laboral porque aún tienen cinco grandes pendientes por terminar.
1. ¿Amas el trabajo?
Solamente existe una vida. Sin embargo, por desesperación o por necesidad, las personas disparan sus currículos al aire y se dejan contratar por el primero que aparezca. Si en este momento, no se tiene la urgencia de encontrar un nuevo empleo o de cambiar de trabajo, es el tiempo ideal para decidir cómo va a pasar el resto de la vida laboral y elegir el puesto perfecto.
Steve Jobs dijo: “El recordar que estaré muerto pronto es la herramienta más importante que he encontrado para tomar las grandes decisiones de la vida”.
2. ¿En que inviertes el tiempo laboral?
La pasión sin la intencionalidad en el uso del tiempo es, prácticamente, vida desperdiciada. Las miles de reuniones sin agenda definida, las redes sociales, y los pajaritos mentales, son algunos de los grandes “desperdiciadores” del tiempo.
El especialista Herbruger asegura que ser intencional con el uso del reloj y enfocarlo en la pasión laboral es la manera más inteligente de ser un ejecutivo exitoso. “Puede que eso implique muchos sacrificios, pero es vital hacer una especie de presupuesto del tiempo”, explicó.
3. El ejecutivo tradicional.
Dan Miller, autor del libro 48 días para amar su trabajo , asegura que el currículo debe despertar la sed por quien va a contratar. “Si haces un currículo tradicional, tendrás un empleo tradicional y estás dando todas las razones para que el lugar donde, verdaderamente, quieres trabajar, te descarte ad portas ”.
“Pasamos muchos años preparándonos para alguien más, pero qué tal si en lugar de enviar correos masivos con sus credenciales, llegas al lugar deseado y das la cara y preguntas por la gerencia de recursos humanos. El currículo no solo debe quedarse en el papel sino en la mente de tu futuro empleador”, afirmó Herbruger.
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4. Combinar la pasión con las habilidades y la realidad del mercado.
Es un banco de tres patas. Puede que una persona le apasione jugar basquetbol y sea una estrella en su barrio, pero el mercado no está demandando un basquetbolista de 40 años.
“Actualmente, las carreras relacionadas con la robótica son muy bien pagadas, y puede que te apasione esa rama, pero no logras ni poner un bombillo, entonces, ese empleo no es para ti”, agregó Herbruger.
5. Querer un trabajo estable te hace inestable.
Se tiende a creer que un trabajo en una transnacional significa estabilidad para la vida y las finanzas, pero como toda acción o proyecto predecible, desde un inicio, se sabe el comienzo y el final.
¿Cuales oportunidades de crecimiento tiene una persona con un trabajo estable en comparación con otro que venden hot dogs en las afueras de un estadio?
Quien tiene el trabajo sabe, exactamente, cuántos ingresos recibirá el mes entrante, mientras que quien es dueño del carrito de perros calientes podría vender miles en un solo partido. Por lo tanto, sus ganancias no son predecibles.
“Tu estabilidad solo viene de tu habilidad de afrontar el cambio y de buscar aquello que verdaderamente te apasiona y te genere para vivir”, añadió el especialista.
