La evidencia que surge de variados e interesantes trabajos de investigación demuestra que las adquisiciones llevadas a cabo como consecuencia de la hubris del gerente, resultan con frecuencia ser dañinas para los accionistas de la empresa compradora.
En dichos trabajos también se pone de manifiesto la probabilidad de que se pague un importante sobreprecio por la compra que será mayor cuanto mayor sea la hubris mencionada. A lo cual debe agregarse la posibilidad de que perjudique el proceso de integración de la empresa compradora con la vendedora, según el artículo “Napoleon’s tragic march home from Moscow: Lessons in hubris”, de M. J. Kroll y otros, y publicado en el 2000.
Wikipedia explica que hubris “es un concepto griego que puede traducirse como ‘desmesura’. No hace referencia a un impulso irracional y desequilibrado, sino a un intento de transgresión de los límites impuestos por los dioses a los hombres mortales y terrenales”.
El término no aparece en el Diccionario de la Real Academia Española pero el Diccionario Merriam-Webster informa que la hubris consiste en autoconfianza y orgullo exagerados.
El artículo citado agrega:
“En el escenario empresarial contemporáneo, distintas acciones, tales como compra de empresas, programas de expansión y una obvia falta de respeto a las reglas del juego, pueden anunciar la presencia de hubris . Estas acciones sugieren a veces que la gerencia cree que el mundo y las grandes fuerzas que existen, como los mercados financieros, las disposiciones gubernamentales y los competidores, están equivocadas y que las gerencias están en lo cierto; esto es, no gobernadas por tales fuerzas. En consecuencia, la presencia de hubris con frecuencia termina provocando un castigo severo”.
El texto también identificó las fuentes de hubris : el narcisismo, una sucesión de éxitos, la aceptación indiscriminada de alabanzas y las exenciones a las reglas del juego. Su presencia en una organización daba como resultado la transformación de la confianza en arrogancia, la utilización de una fórmula simple para guiar el camino hacia el éxito y fallas del ejecutivo al momento de enfrentar realidades cambiantes.
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Los síntomas
¿Se pueden detectar a la distancia las características de la personalidad de los ejecutivos que desempeñen cargos de CEO en las empresas?
Este interrogante fue planteado en otro artículo para identificar la presencia de hubris . El texto se titula “ Executive Hubris and the Financial Crisis. Accountancy Ireland” y fue escrito por N. Brennan y J. Conroy en 2013.
Para obtener una respuesta, sus autores analizaron las cartas dirigidas por tres sucesivos CEO a los accionistas de un banco a lo largo de 10 años. También estudiaron si las características que los definían se intensificaban con el transcurrir de un determinado periodo. La metodología consistió en analizar las cartas mencionadas firmadas a lo largo de ocho Memorias Anuales sucesivas por el CEO analizado, contrastando sus textos con 14 conceptos de hubris extraídos de la literatura especializada. A esto se agregó un análisis similar de cartas a los accionistas de los dos CEO inmediatamente anterior y posterior al CEO estudiado. Obviamente, en el caso del primero fue su última carta; en el del segundo, su primera.
Los cinco síntomas más importantes de hubris fueron: a) estilo mesiánico al hablar de las actividades habituales y tendencia a la exaltación; b) tendencia a hablar en tercera persona o utilizando “nosotros”; c) creencia exagerada en uno, casi hasta llegar a sentir omnipotencia en relación con lo alcanzable en forma personal; d) excesiva confianza en el juicio propio y desprecio por las críticas o consejos recibidos; y e) preocupación desproporcionada por la imagen y la presentación de uno.
El artículo demuestra la existencia de síntomas de hubris en las cartas dirigidas por el CEO a los accionistas de un banco que atraviesa mal la crisis crediticia de 2008. Esto apunta a síntomas de hubris en la personalidad del CEO.
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Es importante tener en cuenta aspectos de la personalidad, tales como el ego, en el proceso de selección de CEO potenciales. Los síntomas pueden servir como una advertencia a las juntas directivas en lo relacionado con las características de la personalidad que se busquen llegado el momento de reclutar”.
Entonces, ¿qué se puede hacer para protegerse de la hubris gerencial? Los estudiosas recomiendan a los senior managers lo siguiente: reflexionar sobre su comportamiento; asegurarse de que su equipo de trabajo cuente con integrantes de antecedentes variados y provenientes de distintas áreas funcionales; designar a un alter ego que le haga notar sus errores; y servir de role model de otros integrantes de la organización mostrando un comportamiento que contribuya a los mejores intereses de la empresa.