La paridad de género puede fortalecer la innovación, mejorar la toma de decisiones y los buenos resultados en las empresas.
Un reciente estudio de la consultora EY da a conocer que si una empresa lograra tener en su planilla al menos un 30% de mujeres en puestos de liderazgo podría agregar hasta seis puntos porcentuales en el margen neto de rentabilidad.
El estudio fue realizado a 350 personas en puestos de liderazgo y ejecutivos sénior en empresas de 51 países.
El análisis cita que las compañías no se enfocan en el desarrollo del liderazgo femenino. Si bien el 72% dice ser eficaz atrayendo mujeres a su organización y reteniéndolas, solo el 56% afirma ser eficiente en la identificación, retención y promoción de mujeres líderes.
El estudio de EY se afirma que, aun cuando más de la mitad de los encuestados dijo tener que esforzarse más para promover a las mujeres en posiciones de liderazgo, menos de una quinta parte (18%) tiene programas estructurados y formales para desarrollar a las mujeres para el liderazgo.
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Aún así, la mayoría de los encuestados dice valorar la diversidad y considera que su organización está en progreso hacia la paridad de género e, incluso, algunos creen que es un tema superado, pese a que solo el 13% anticipa mejoras significativas durante los próximos cinco años.
“El estudio señala que menos de la mitad de las organizaciones tienen programas para medir formalmente el progreso y muy pocas empresas tienen métricas para dar seguimiento a las mujeres a medida que avanzan en su carrera”, dijo Gabriela Morales, coordinadora de Responsabilidad Social de EY Centroamérica.
De hecho, solo el 2% de las organizaciones consultadas mide el impacto de las juntas con diversidad de género en el desempeño financiero y el 70% no lo tiene contemplado realizar.
Desventaja
La data muestra la desventaja que lleva la mujer respecto a la ocupación de posiciones o cargos empresariales y gubernamentales a nivel mundial, una realidad de la que no escapa Costa Rica.
Actualmente, la igualdad entre hombres y mujeres está a 117 años de distancia de acuerdo con el informe titulado “Las ciencias de la vida”, elaborado por el Foro Económico Mundial, durante el 2015.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), incluidos en la Encuesta Continua de Empleo del III Trimestre del 2016, la tasa de ocupación en el país fue de 65,6% para hombres y 38,6% para mujeres.
El desempleo era de 8,4% para hombres y 11,9% para mujeres.
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Ana Garita, coordinadora del Área de Políticas Públicas del Instituto Nacional de la Mujer, destacó que los mismos datos confirman que, en términos de las empresas y el mercado laboral, el principal reto para la mujer es poder ingresar.
A partir de ahí, hay otros aspectos como, históricamente, asumir la responsabilidad del cuido de hijos o hijas, personas con alguna dependencia y personas adultas mayores.
“La incorporación de los hombres en las tareas domésticas y de cuidados ha sido muy lenta y en tareas muy puntuales y escasas, lo que significa que las mujeres siguen llevando el mayor peso de este trabajo, tanto en términos del tiempo dedicado como la energía física y emocional e, incluso económica, por lo que la doble o triple jornada laboral de las mujeres sigue siendo una realidad que impacta negativamente un acceso justo e igualitario al ámbito laboral y a las oportunidades de ascenso”, dijo Garita.
La insersión
Una vez que las mujeres se insertan en el mercado laboral, también se encuentran con otras barreras.
Por ejemplo, la brecha salarial en el sector privado de Costa Rica entre hombres y mujeres es del 27%. Otra brecha es el acceso a puestos de decisión. Datos del INEC indican que, en el país, de cada 10 gerentes o directores únicamente tres son mujeres en el sector privado.
También se debe trabajar en eliminar estereotipos sobre ciertas profesiones u ocupaciones que tradicionalmente han ocupado los hombres y que permitirían más oportunidades para las mujeres, así como otras manifestaciones de discriminación sexista y violencia contra las mujeres como, por ejemplo, el hostigamiento sexual en espacios laborales.
Cynthia Castro, directora de Desarrollo Social de la consultora RBA, externó que el principal reto de las organizaciones de nuestro país es superar el “ gender blindness” (ceguera ante al género) del que habla la revista Harvard Business Review , que se refiere a cómo las organizaciones asumen que no tienen brechas de género, pero realmente se debe a que no las han identificado.
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Castro resaltó que la mayoría de las empresas no han realizado procesos diagnósticos para identificar sus brechas de género, a pesar de que las mujeres controlan el 70 % de las decisiones de compra a nivel global.
“No tener igualdad de género en los puestos de toma de decisión afecta los retornos de inversión, la productividad y la estrategia de negocio en el mercado costarricense, que es considerado el mercado emergente más importante actualmente”, dijo.
Procuran eliminar brecha
EY informó también que los mercados bancarios y de capital son los líderes en abordar el desafío de la diversidad de género.
Un 27% de este sector, espera un aumento significativo en la proporción de mujeres en puestos de alta dirección en los próximos cinco años, más del doble que cualquier otra industria.
El Banco de Costa Rica es uno de los que asegura tener una planilla casi igualitaria. Ahora tiene 2.202 colaboradores hombres (52%) y 1.988 mujeres (48%) según su gerente Corporativo de Capital Humano, Luis Feoli.
Otras industrias tienen mayores retos. Por ejemplo, del total de empleados de Walmart Costa Rica (14.106), un 38% son mujeres y un 62% hombres.
Walmart informó que trabaja el tema dentro del Consejo Consultivo de Equidad e Inclusión, en el que desarrolla iniciativas que aseguren igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y desarrollo del talento femenino.
Por ejemplo, cuentan, entre otros, con programas de horarios flexibles y y promueven el balance vida-trabajo.