Fintech es el desarrollo de servicios financieros basados en innovación tecnológica.
Puede surgir de emprendimientos con plataformas digitales que unen, por ejemplo, personas que necesitan obtener préstamos con personas que los pueden ofrecer, a un costo inferior que el de la industria bancaria, de la misma manera que Uber conecta pasajeros con conductores a un costo menor que los taxis.
La hiperconectividad ha venido fracturando sectores tradicionales como el de telecomunicaciones, distribución musical, agencias de viajes, hospedaje, medios de comunicación y, recientemente, la banca. A medida que los clientes demandan y se sienten más cómodos manejando sus finanzas digitalmente, los bancos tendrán que reinventarse tecnológicamente.
Deberán hacerlo para poder enfrentar la competencia de FinTech startups, como Pay Pal y Stripe, o firmas más maduras como Google y Apple que desarrollan con su Android y Apple Pay e invierten en “mobile wallets” y aun las redes sociales, como Facebook y Snap Chat que están incursionando en pagos directos entre personas.
Ante la limitada capacidad de realizar cambios tecnológicos transformacionales y apalancándose en la base de clientes estables, algunos bancos empiezan a invertir en sociedades fintech , para contar con tecnologías como Blockchain que controlan monedas digitales como bitcoin .
Otros se asocian para desarrollar, mediante aceleradores, proyectos de innovación y colaboración, que les permitan atender las necesidades de nuevos y más exigentes consumidores.
Sin embargo, quizás la más importante amenaza, es la escasez de recursos humanos con competencias híbridas bancario-digitales y liderazgo para conducir una fuerza laboral diversa y multigeneracional, indispensables, tanto en los bancos como en las fintechs , para capitalizar el valor de la tecnología, participar en nuevas cadenas de valor, transformar la velocidad y el costo operativo, y convertir una amenaza en oportunidad.