En una conversación surgió el tema sobre cuáles podrían ser factores de éxito para el buen funcionamiento de una junta directiva y cómo los consejos pueden identificar sus actividades esenciales con un equilibrio adecuado en tiempo.
Aquí algunos ingredientes útiles para una directiva:
Innovación: desarrollar una cultura organizacional flexible e innovadora, es decir, una forma de vida que estimula la generación de ideas disruptivas.
Gestión de crisis: activar la habilidad de descubrir la ventaja que se puede esconder tras una crisis; la directiva debe brindar un apoyo a la gerencia para convertir el problema en oportunidad.
Ciberseguridad: debe determinarse cuán ciberinteligente es la empresa, no esperar a que suceda un incidente para actuar.
Estrategia: la estrategia es el plan de acción coordinado que dicta el ritmo y paso a seguir; en muchas empresas se planifica y se olvida.
Talento: la meta debe ser construir un ambiente de trabajo irresistible, implementar acciones diferentes, innovadoras, para obtener el mejor valor de ese talento.
Estrategia fiscal responsable: la regulación y control está en aumento; debemos actuar con responsabilidad para lograr la sostenibilidad. Pretender un pago de impuestos cero no es un actuar sostenible
Compromiso con accionistas: enfocar la comunicación con el accionista a temas como desempeño de la compañía, los resultados operacionales, las estrategias de largo plazo, riesgos de negocio, posicionamiento competitivo y otras materias, no es suficiente. Debemos escuchar sus demandas y atenderlas.
Para implementar estos ingredientes, debemos participar activamente en la empresa, desarrollar una relación estrecha con la gerencia y afinar nuestro juicio para alertar los desvíos y dirigir hacia el rumbo correcto.