Dos han sido las ocasiones en las que Ramón Mendiola, CEO de Florida Ice & Farm Co. (Fifco) ha sido nombrado como Empresario del Año por EF.
La primera ocasión en que recibió el premio fue hace siete años, cuando se le reconoció por la adquisión de las operaciones locales de Pepsico. Esta negociación tuvo un costo de $116 millones con la cervecera SABMiller.
La segunda ocasión es más cercana: hace apenas dos años. En ese momento , Fifco destacó por la compra de la cervecera estadounidense North American Breweries Holdings LLC (NAB) en $388 millones.
Además en el 2010 y en el 2011 recibió menciones especiales por la adquisión de las firmas distribuidoras de vino y destilados Hi Cuveé y Vinum Aura.
¿Cuáles son las cinco lecciones de liderazgo que toda empresa debe aplicar hoy?
-El trabajo en equipo. Uno tiene que hacer lo posible para siempre estar rodeado de muy buen talento en cada una de las áreas claves de la organización. Hay que adaptar las políticas de las empresas para atraer a las diversas generaciones.
-Tiene que haber pasión por ganar. Cuando tenemos objetivos muy claros y sabemos que es lo que nos apasiona, salimos todos los días, por ejemplo, a ganar la preferencia de los consumidores.
-Buscar siempre ideas innovadoras que te diferencien de la competencia y que también te anticipen a las preferencias de los consumidores.
-Hay que ir evolucionando en la forma de hacer negocios, no solo pensando en la dimensión económica sino también en la parte social y ambiental.
-Hay que tener visión y dar resultados, esto debe ser en las dimensiones que nos midamos, sea económica, social o ambiental. Al final del día hay que tener esa rendición de cuentas con objetivos claros y específicos.
¿Usted fue elegido como empresario del año en 2007 y 2012, ¿qué haría diferente hoy?
-Si tuviera que volver a replantear algo diferente sería haber acelerado el proceso para descubrir el propósito de la compañía, creo que era algo que nos estaba haciendo falta a pesar de los 11 años que tengo en Fifco. ¿Por qué el propósito? Porque al final es la razón por la cual nos levantamos todas las mañanas y venimos a trabajar. Si bien uno tiene estrategias, misiones, planes de mercadeo, de manufactura de todas las diferentes áreas, el propósito es eso que nos toca la fibra en el corazón ; es como esa goma que une a todos los que trabajamos en la empresa y nos podemos conectar fácilmente con eso.
Además, nosotros debemos evolucionar de un capital tradicional a uno holístico donde podamos de alguna forma compartir la riqueza que se crea, no solo con accionistas, si no con todos los públicos de interés, llámese comunidades, colaboradores, clientes, consumidores. Uno tiene las responsabilidades del negocio pero siente que está esta obligación con el bien de la sociedad.