Estuvo al frente de la compañía Atlas Eléctrica en el proceso de expansión que se impulsó gracias al incremento en las ventas al exterior. En el 2001 fue nombrado Empresario del Año por EF.
El entorno en el que se desempeñó mientras lideró una de las mayores compañías de productos de línea blanca a nivel nacional, lo llevaron a creer en la flexibilidad de las empresas, y en apostarle a las exportaciones como un mecanismo para el crecimiento.
Con un sentido de la ética clara y de la calidad como un referente, Rodríguez se desempeña actualmente como consultor de compañías.
Según detalla, se trata de una labor que le brinda la mayor satisfacción, pues le permite transmitir a terceros su experiencia.
¿Cuáles son las cinco lecciones de liderazgo que toda empresa debe aplicar hoy?
-Sea claro, conciso y muy honesto en su mensaje. Es muy importante que todos estén claros hacia a dónde van y qué se espera de ellos. De igual manera, aprenda a oír y sea humilde.
-Dedique una buena parte de su tiempo a desarrollar a su gente. Busque los “diamantes en bruto” y desarróllelos. De igual manera, no tolere la mediocridad. Nunca olvide la “palmadita en la espalda” por un buen trabajo.
-Sea positivo pero siempre con los pies en la tierra. El ánimo y la actitud de su equipo dependen mucho de su positivismo.
-Delegue. Esté claro que cuando se delega, alguien se va a equivocar. Se vale equivocarse de vez en cuando; ayúdele a aprender del error.
-Enfóquese en las fortalezas de su equipo Dedique tiempo a hacer aún mejor a su equipo y no pierda tiempo con las debilidades. Siempre busque la excelencia en lo que hace y hágalo con pasión.
Usted fue elegido como Empresario del año en 2001, ¿qué haría diferente hoy?
La tecnología marca un antes y un después. El cambio consistiría en darle un mayor uso a la tecnología; verla como herramienta. Le apostaría al uso de las redes sociales como un mecanismo para lograr un mayor conocimiento del mercado al que me estoy enfocando.
A su vez, le pondría aún más énfasis a la internacionalización del pensamiento de mi gente; ese es un tema clave.
Al mismo tiempo, sin importar cuándo se estuvo al frente de una compañía, siempre es importante recordar la lección que uno siempre es el jefe y el último responsable. El tomar decisiones, aunque sean duras, es un ejercicio que se debe ejecutar siempre con consistencia.
Sea firme y fuerte, pero humilde. Siéntase orgulloso pero nunca arrogante.