La diferencia entre ingresos y gastos totales del Gobierno Central generó un déficit fiscal del 2,9% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de julio de este 2017.
Esta cifra supera la registrada en el dato acumulado a julio de 2016, cuando el déficit cerró en 2,6% del PIB, según cifras dadas a conocer esta mañana por el Ministerio de Hacienda.
Por su lado, el déficit primario cerró en 1,2%, muy cercano al 1,1% que registró hace un año.
Las arcas del Gobierno presentan un desajuste en el último año, ya que los gastos se están acelerando mucho más que los ingresos. Hace 12 meses, el panorama era inverso.
A julio, los ingresos del Gobierno crecieron 5,6%, pero hace un año crecían 10,5%. Los gastos, por su parte, aumentaron un 9,1% al sétimo mes de este 2017, pero la cifra fue de 3,2% en el mismo periodo de 2016.
La subida de los egresos tiene sus raíces, principalmente en el repunte de las obligaciones por los intereses que genera la deuda.
"A mayor demora en el ajuste fiscal que debe hacer el país, mayor será la participación de los intereses en el déficit, por el crecimiento en el saldo de la deuda y las tasas de interés. Por eso, mantendremos nuestra posición de seguir impulsando la aprobación de los proyectos de fortalecimiento de las finanzas públicas", explicó Helio Fallas, primer vicepresidente y ministro de Hacienda.
En la conferencia de prensa, Fallas enfatizó que continuarán las conversaciones con las fracciones legislativas para buscar la aprobación de los proyectos propuestos.
El volumen de los gastos se continúa acelerando principalmente por el pago de intereses, los gastos por bienes y servicios y las transferencias.
El 88% del aumento de este rubro se explica por las transferencias, intereses y la inversión en infraestructura educativa y vial.
Los intereses de la deuda repuntaron 21,4%: los relacionados a la deuda interna crecieron 26%, mientras hace un año se habían contraído. Y los intereses de la deuda externa sí crecen menos.
Las transferencias aumentaron un 7,6%, más que hace un año pero menos que años previos.
Además, las remuneraciones (correspondientes al pago de sueldos y cargas sociales) crecen menos en este año que en 2016.
Por el lado de los ingresos, la recaudación decreció o bajó su ritmo en todos los rubros.
Las ganancias por la recaudación del impuesto a los ingresos y utilidades bajó su ritmo en 6,4 puntos porcentuales y se ubicó en 10,3%.
El monto recaudado por el arancel sobre las importaciones y el valor aduanero decreció, mientras el que se aplica sobre las exportaciones bajó su ritmo.
El impuesto de consumo también registró una menor recaudación, y el de ventas se desaceleró.
Lo que recauda el Gobierno por las contribuciones sociales decreció 35,4% cuando hace un año crecía 70,7%.